Trump es un personaje polarizante, mientras unos lo veneran, otros desearían que desapareciera de la escena pública. No han faltado intentos por asesinarlo, reflejando el impacto de su liderazgo en la política.
A pesar de las críticas, en especial de la prensa y del mundo cultural, su fortaleza radica en su claridad y determinación. A diferencia de muchos políticos, Trump busca cumplir lo que promete y comunica sus ideas de manera directa, sin rodeos ni concesiones.
Trump regresa al poder con un enfoque endurecido en temas como migración, economía, seguridad y política internacional. Estados Unidos parece volver a los instintos de la era Reagan, con un electorado que ha votado masivamente por recuperar el respeto y la influencia global.
A nivel interno, los estadounidenses esperan estabilidad económica, seguridad y la preservación de valores tradicionales que consideran amenazados por nuevas corrientes ideológicas.
Trump ha sido claro en que su política seguirá bajo el lema «América First» (América Primero), lo que significa que cualquier decisión de su gobierno pondrá en primer lugar los intereses del país.
Su estrategia de negociación es pragmática y agresiva, basada en la reciprocidad: «tú tienes algo que me interesa, yo tengo algo que te interesa, negociemos». Para aquellos que no tengan la capacidad de negociar con él, es mejor mantenerse al margen.
Uno de los compromisos más relevantes de Trump ha sido evitar la participación de Estados Unidos en conflictos externos innecesarios. Ha reiterado su intención de buscar resoluciones rápidas a conflictos como el de Ucrania y Rusia, impulsando acuerdos que detengan la escalada bélica.
Asimismo, su presión en el conflicto de Medio Oriente ha dado resultados, como la reciente mediación para la liberación de rehenes en Israel con el apoyo de Catar y el gobierno de Joe Biden.
El sector financiero también está atento a los efectos de su presidencia. Desde su victoria en noviembre, Bitcoin y otros criptoactivos han experimentado un crecimiento significativo.
A nivel energético, su enfoque en la producción de petróleo podría reducir los precios del combustible, con el objetivo de llevar la gasolina en EE.UU. a un precio aceptable para los ciudadanos. Sus buenas relaciones con países clave en la producción petrolera, como Arabia Saudita, podrían ser determinantes en este aspecto.
Trump ha reafirmado su postura contra la migración ilegal, especialmente contra aquellos migrantes con antecedentes delictivos o que representan una amenaza para la seguridad nacional. Ha enfatizado en la urgencia de frenar el accionar de bandas criminales como el Tren de Aragua, que han extendido su influencia hasta ciudades estadounidenses.
Sin embargo, también ha defendido la necesidad de una migración ordenada y legal. Elon Musk, quien ha manifestado ideas similares, ha propuesto mejorar el proceso migratorio, haciéndolo más transparente y eficiente para quienes desean trabajar y contribuir al país.
El regreso de Trump podría traer desafíos para Colombia. El presidente Gustavo Petro ha adoptado una postura crítica hacia la nueva administración estadounidense, lo que podría deteriorar las relaciones bilaterales.
Además, la interpretación del Tratado de Libre Comercio entre ambos países podría generar incertidumbre económica.
Estados Unidos no ve a Colombia como una prioridad en su agenda global, salvo en el ámbito del narcotráfico y la migración ilegal. Si el gobierno de Trump se enfoca en el origen de las drogas que llegan a su país, Colombia podría enfrentar presiones adicionales.
Además, las diferencias ideológicas entre Trump y Petro podrían generar tensiones diplomáticas, especialmente si Petro insiste en desafiar al mandatario estadounidense.
El retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos marca el inicio de una nueva etapa política con repercusiones globales. Su liderazgo, caracterizado por la confrontación y la determinación, redefine la dirección de la economía, la seguridad y la diplomacia internacional.
Su impacto en América Latina, y en particular en Colombia, dependerá de las estrategias y decisiones que ambos gobiernos adopten en los próximos meses.
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