Revista 360: ¿Cómo está cerrando el 2024 para el país?
Luis Fernando Mejía: Es un año mejor que el 2023, porque tenemos una inflación más baja. Recordemos que el año pasado la inflación era hasta del 9.28 %. Las proyecciones de inflación muestran que en materia de aumentos de precios vamos a estar mejor. En el tema de crecimiento mejoró; estamos este año estimando el 1.8 %. El año pasado estábamos en estancamiento, apenas el 0.6 % de crecimiento.
Entonces, indudablemente, es un año que mejoró, pero no lo que uno esperaría. Porque el crecimiento del 1.8 %, luego de un año de estancamiento, obviamente nos comunica que todavía hay un espacio adicional para acelerar el crecimiento y ojalá volver a tasas del 3.5 % o 4 %. La gente dice, “El Dane, ¿dónde hace mercado?”, porque los precios siguen siendo altos y claramente hubo un aumento muy grande en la canasta familiar. Entonces, los hogares todavía están sintiendo ese apretón relacionado con la inflación que tuvimos, especialmente en 2022 y 2023.
Este contenido hace parte de la 9° edición de la Revista 360, producto periodístico anual y exclusivo elaborado por 360 Radio.
Revista 360: ¿Cuál es la posición de Fedesarrollo ante las decisiones del Banco de la República de no bajar las tasas de interés al ritmo que pide el Gobierno?
Luis Fernando Mejía: Nosotros consideramos que el ritmo de reducción de las tasas de interés por parte del Banco de la República ha sido el acertado. Ya que, cuando se compara la inflación de Colombia frente a la región, se ve claramente que el país tuvo un problema inflacionario más grave. La gran mayoría de países ya en 2022 habían tenido un pico en inflación y ya venía descendiendo; no fue el caso de Colombia.
La inflación continuó subiendo hasta marzo de 2023 y luego de ese mes, afortunadamente, hemos tenido un descenso paulatino. Así que ese ritmo de aumento en la inflación fue de más largo aliento, pues naturalmente llevó al banco a reducir sus tasas de una forma más lenta.
Adicionalmente, hay un tema que está afectando ese ritmo de reducción más recientemente, que tiene que ver con el riesgo fiscal; está relacionado con la situación apretada, los recortes que se han anunciado desde el Gobierno nacional, desde el ministro de Hacienda y los riesgos del presupuesto en 2025, en donde también seguramente habrá que recortar el presupuesto.
En este punto de la discusión se agrega la Ley de reforma a las transferencias, que ha tenido también una lectura sobre un aumento en la presión fiscal. Esa presión implica que el Banco de la República actúe con más cautela de lo que sería en otras condiciones.
Luis Fernando Mejía y su posición sobre la descentralización
Revista 360: Sobre la nueva reforma a las regiones para descentralizarlas, ¿cuál es la posición oficial de la entidad?
Luis Fernando Mejía: “Es descentralización, sí, pero no así”, cuando se plantea un modelo homogéneo de descentralización, en donde en este proyecto de ley que seguramente se va a aprobar, se aumenta la participación de las transferencias de más o menos el 24 % actual a casi el 40 % en un periodo de 12 años. Una de las grandes preocupaciones tiene que ver con la capacidad del gobierno para poder financiar ese aumento tan grande del gasto. Estamos hablando de más de dos puntos del PIB, es decir, estamos hablando de cerca de 40 billones de gastos adicionales.
Quienes defienden esta propuesta dicen que no va a generar gastos adicionales porque simplemente es transferir gastos que hace el Gobierno Nacional a las entidades territoriales. Es muy difícil encontrar de dónde transferir 40 billones anuales; por otro lado, esa visión homogénea en donde se piensa que las capacidades institucionales a nivel local son homogéneas, que son las mismas en todos los municipios y departamentos. Naturalmente se equivoca. Yo creo que las ciudades capitales grandes como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga tienen toda la capacidad para asumir esas competencias y muy seguramente hacerlo mejor que el gobierno.
Revista 360: No veíamos hace muchos años la situación fiscal actual de este gobierno. ¿Cuál lectura es la correcta, que el gobierno no ejecuta y no hay dinero o hay que hacer recortes siempre en la inversión y no en funcionamiento?
Luis Fernando Mejía: El problema fiscal no es nuevo, puesto que Colombia perdió el grado de inversión en 2021. Luego en la pandemia, cuando miramos el comportamiento del gasto, lo que fue un aumento del gasto en 2020 producto de la pandemia y que se pensaba que iba a ser un aumento de un solo año, porque la pandemia duró el 2020 y un poco del 2021, terminó siendo un aumento permanente del gasto.
La cifra es elocuente. Puesto que miramos el déficit fiscal promedio en Colombia en el siglo XXI hasta antes de la pandemia, es decir, del 2000 al 2019, ese déficit fiscal promedio fue del 3.6 %. ¿Cuál ha sido el déficit fiscal promedio después de la pandemia? Estamos hablando de 2020 al 2024, cinco años, 5.6 %, es decir, un deterioro permanente del déficit fiscal que ha subido las tasas de interés de la deuda pública y que ha obligado estas decisiones de recortes.
El Gobierno ha hecho cosas responsables, diría yo. La más importante que hizo fue el aumento en el precio de la gasolina, sin contar con el diésel, pero subió en más del 70 % el precio de la gasolina.
Por otro lado, se ha mantenido en un tren de gasto muy alto, y yo creo que el país va a tener que abordar esa discusión de una manera seria, responsable, porque el gasto que estamos viendo hoy en día en Colombia en los últimos cuatro años, pues infortunadamente no es sostenible.
Vamos a tener que recortar el gasto, mirar cómo se están gastando los recursos, revisar la eficiencia y garantizar que esos recursos más limitados se puedan ejecutar de forma eficiente.
Revista 360: ¿Cuáles son los puntos para poder reactivar el país de cara al 2025? Desde Fedesarrollo, ¿qué considera que es clave para que retome el crecimiento?
Luis Fernando Mejía: Yo le diría que, si bien hay varios sectores que están llamados a liderar esa reactivación, ya que estamos justamente en el Congreso de Infraestructura en Cartagena, pues el sector de infraestructura es uno de los grandes líderes que eventualmente podría generar mayores tasas de inversión, mayores tasas de crecimiento y mayor generación de empleo, al igual que el sector de edificaciones, que también es otro sector que tiene grandes encadenamientos con otros sectores de la actividad productiva.
Pero más allá de pensar en cuáles son los sectores particulares, la palabra confianza, creo yo que es lo que debería hacer el énfasis del Gobierno Nacional, dar tranquilidad sobre las reglas de juego en Colombia, evitar generar efectos negativos en la economía, como por ejemplo a través de una reforma laboral que sería tremendamente perjudicial para el sector formal, disminuir esa incertidumbre en la política fiscal que está afectando, por ejemplo, el costo del financiamiento.
Esas medidas de certidumbre, de tranquilidad, de cumplimiento en las reglas de juego, creo yo que serían lo más fundamental para permitir que el sector privado haga su tarea. El sector privado tiene la capacidad para invertir, tiene la disposición para continuar confiando en el país, pero requiere esas señales de largo plazo que le permitan justamente adoptar esas posiciones de cómo incrementar su capacidad productiva.
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