Hemos tenido en el presidente Gustavo Petro un autodenominado líder democrático que quiere profundizar la democracia, y que es enemigo de los regímenes y de las dictaduras. Decía que en Colombia no había democracia, país que luego lo eligió mandatario.
Hace dos semanas vimos al mandatario no despegar de Guatemala porque había un golpe de Estado, hizo un escándalo mundial y mencionó que estaba secuestrado, pero este discurso tuviera sentido si fuera coherente.
Lo que pasa es que Petro, como tiene negocios con Venezuela, entonces condenamos las dictaduras si no son amigos de nosotros. Pasa con Cuba y con el país vecino.
El mandatario colombiano sabe que Venezuela está en el peor de sus escenarios, pero no habla de esto ni permite que ninguno de sus ministros lo haga. Sería una clara muestra de traición al ideario del presidente Petro.
En Venezuela lo que acaba de ocurrir es que Nicolás Maduro, quien hace dos años cuenta con un grupo de expertos que le han ayudado a mejorar su influencia y negociar con los Estados Unidos, terminó inhabilitando a la líder de la oposición para las elecciones presidenciales, María Corina Machado, y dice que no tiene nada que ver con eso. Creyendo que nosotros nacimos ayer.
Estados Unidos, con una diplomacia de manejo internacional muy degradada, también sale como uno de los grandes perdedores, pues dice que va a volver a levantar las sanciones en contra de Venezuela cuando ellos ganaron todo.
Estas elecciones, si las hay, no serán limpias, no hay garantías ni transparencia, por lo que Maduro ganó como lo ha hecho en los últimos años.
Ese silencio del Gobierno colombiano y de la Cancillería sobre lo que pasa en Venezuela es lamentable y no tiene ningún sustento. Esto sigue profundizando la crisis migratoria de estricta relación con los valores democráticos de un país.
¿Qué hace Gustavo Petro para evitar la dictadura en Venezuela?
Petro debería de velar para que la democracia retorne y se le permita a Machado participar de las elecciones, pero esto no lo van a pedir. Quien sabe las razones por las cuales este silencio es tan notorio.
Este país difícilmente saldrá de este régimen. Pasarán años y seguramente Maduro no saldrá del poder, y la única manera de que esto pueda pasar es que haya una gran división. Esto se ha venido haciendo desde unos años, pero no se ha logrado finiquitar.
Para los colombianos esta es una posición muy cuestionable, mientras que para los venezolanos es seguir viviendo en esa dictadura. Al final nada cambiará: Venezuela seguirá con sus problemas económicos.
En los próximos años la posición de Colombia en este tema no va a cambiar. No se van a exigir condiciones para unas elecciones libres. Se va a seguir viviendo con grandes problemas migratorios en la frontera y delincuentes colombianos viviendo en territorio venezolano sin que nada pase.
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