¿Por qué no pensar en una emisión de acciones de Epm?

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Claramente la base esencial, transversal e inamovible de esta propuesta es que se mantenga 100% la empresa lejana de intereses de grupos empresariales o de otros intereses ocultos. Además, propongo que esta sea para personas naturales y que tenga topes en los paquetes de acciones y concentración. Todo esto, con el fin de avanzar en proyectos grandes como la construcción de la tercera línea del metro de Medellín.

Por: Andrés Felipe Gaviria

Hablar de una emisión de acciones de una empresa tan querida y tan bien ponderada como las Empresas Públicas de Medellín, puede despertar toda clase comentarios, críticas, ataques, entre otros. 

En tal virtud, los invito a leer toda la estructura de la propuesta, el análisis a profundidad y miren las limitaciones que tiene dicha idea, pues creo que Medellín tiene que encontrar más fuentes de financiación y también sus empresas, además de reorganizar su estructura administrativa y financiera.

La ciudad se ha caracterizado por ser cuidadosa con sus finanzas y Epm ha sido un apoyo sinigual; es envidia de muchas ciudades de Latinoamérica y como tal hay que protegerla, fortalecerla, blindarla, pero también hacer grandes esfuerzos para que esta siga creciendo.

Por eso es preponderante ir organizando la casa, ir saliendo de las inversiones que no dan rentabilidad y llevarlas a donde la ciudad pueda tener importantes réditos, además de gran impacto económico, social y laboral.

Medellín está creciendo a un ritmo acelerado y es más que claro que moverse dentro de ella y el área metropolitana como tal, es cada vez más difícil. Tenemos un metro que se fundó hace 25 años con dos líneas, pero cuando este se construyó, se hizo pensando en que debería tener una gran expansión y ya es hora de ir pensando en una tercera línea.

Siempre defendí este proyecto cuando se la escuché al actual alcalde electo, Daniel Quintero, por lo que no dudé en defenderla, así muchos la atacasen; creo que hay que hacerla, es válido pensar en este proyecto, empezar a trabajar en él y sobre todo, plantear los retos.

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Si nos quedamos muy cómodos construyendo líneas de Metroplús y de otros sistemas de transporte de mediana capacidad, no vamos a generar mayor valor agregado y seguiremos con paños de agua tibia, sobre todo, cuando estamos pensando en una línea sobre la carrera 80, corredor que bordea una de las zonas más densificadas de la ciudad y en donde el total de las comunas que están en esta zona de Medellín podrían albergar cerca de un millón de personas en los próximos 3 años.

Evidentemente no podemos seguir dándonos el lujo de seguir financiando obras con recursos 100% propios o endeudándonos con alianzas con otros países, tal y como se hizo para el Tranvía de Ayacucho. 

Llegó el momento de ir buscando la forma para hacer cumplir la Ley de Metros y que esta sea realidad, por lo que se hace necesario buscar una alianza público-privada que nos permita construir esa tercera línea. 

Un proyecto que vaya desde la Terminal del Norte hasta la estación Aguacatala y que avanzamos en democratizar el transporte, en dar seguridad, eficiencia y movilidad para seguir avanzando en medios de transporte que no contaminen, sería el proyecto más ambicioso que encare la ciudad.

Para retomar la propuesta esencial, sería necesario que se haga una emisión de acciones de Epm. Por ejemplo, que los antioqueños puedan ser dueños de un 25% o 30% de la empresa, que uno de los requisitos para poder ser accionista sea ser de Antioquia y que haya un tope máximo de acciones que podría ir entre las 500 y las 2.000 acciones.

Además, si se van a heredar, estas no podrían heredarse a personas que ya tengan, de lo contrario las tienen que devolver al municipio para que Epm las revenda. Lo más importante será garantizar que las personas no acumulen más de cierto número de acciones; es decir, que no exista ningún nivel de posesión más alto entre accionistas.

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Asimismo, no puede haber una concentración que supere el paquete mínimo que se establezca y ninguna empresa, ni ninguna sociedad jurídica, ni ninguna organización podrá comprar o participar en esta rendición de acciones.

En tal virtud, será fundamental que existan unos acuerdos de largo aliento y establecidos para que por medio de juegos políticos o de gerencias, algunas personas queden con las puertas abiertas y puedan superar ese mínimo de participación.

La idea con esta emisión de acciones sería recaudar más de un billón de pesos, los cuales, sumados a la venta de la participación en Tigo, más recursos del Gobierno nacional, además de una app, puedan juntarse unos 12 billones de pesos y así pensar en estructurar la tercera línea del metro de Medellín que se compondría de 13, 5 km para cubrir la carrera 80.

Confío en que el mercado correspondería a dicha subasta; confío en que la gente sienta más compromiso por esta empresa y le apuesten a la compra del paquete de acciones, sobre todo para fortalecerla y hacerla más pública, porque hoy suena muy bonito decir que Epm es de todos, pero es falso porque esta empresa es del municipio de Medellín y Epm en muchas ocasiones es arbitrario con decisiones y pareciera sentirse cómoda con lo que tiene.

En síntesis, mi propuesta consiste en que las personas sean accionistas de Epm, con unas reglas muy claras, muy definidas y muy transparentes, protegiendo a la empresa de los privados que siempre le han tenido tantas ganas, de personas naturales que quieran acumular y acumular acciones, entre otros, para que esto llegue a todos los antioqueños y la empresa sea sólida por medio de la inyección de un capital que termine beneficiándonos con proyectos tan importantes como una tercera línea del metro, la cual es imperante hoy construirla.

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