En medio de los desafíos que enfrentan miles de colombianos en situación de pobreza, programas como Empropaz se destacan como motores de cambio al generar oportunidades de desarrollo económico y social.
Empropaz, liderado por Bancamía –entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA– en alianza con USAID y organizaciones como la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/ De Mis Manos, ha logrado impactar positivamente en las vidas de emprendedores y microempresarios de todo el país, especialmente en aquellos territorios marcados por la violencia y la pobreza.
Resultados e impacto de Empropaz
Uno de los datos más alentadores que arroja el programa Empropaz es que un 46% de sus beneficiarios han logrado superar la línea de pobreza monetaria tras completar su ruta de acompañamiento.
Este avance, medido a través de indicadores de inclusión financiera y desarrollo empresarial, es una muestra tangible de cómo la educación financiera y el apoyo integral pueden ser una herramienta poderosa para cambiar vidas.
Miguel Achury, gerente del programa Empropaz, destacó la importancia de estos logros: “En los territorios donde está Empropaz hemos podido medir el impacto en la vida y negocios de los beneficiarios, logrando evidencia de que un 46% de los emprendedores y microempresarios del programa logró salir de la línea de pobreza. Esa es la mayor muestra del aporte al desarrollo, basado en educación, inclusión, acompañamiento y un modelo integral de intervención en los territorios”.
Un enfoque integral para el emprendimiento en Colombia
El programa Empropaz ha trabajado durante seis años en 92 municipios de Colombia, brindando apoyo a más de 216.000 emprendedores y microempresarios, de los cuales un 59% son mujeres y un 87% viven en condiciones de vulnerabilidad económica.
El enfoque del programa se centra no solo en ofrecer productos financieros, sino en acompañar a los beneficiarios a través de capacitación especializada y asesoría personalizada que les permita fortalecer o iniciar sus negocios.
Este enfoque integral ha tenido un impacto significativo en el crecimiento económico de los emprendedores. Las ventas de los beneficiarios han aumentado en promedio un 13%, mientras que los excedentes derivados de su actividad económica han crecido un 31%. Además, los activos de los participantes han repuntado un 17%, lo que refleja cómo el apoyo financiero y la formación especializada pueden mejorar las condiciones de vida de quienes participan en el programa.
Historias de éxito que inspiran
Detrás de estos números están historias reales como la de Francisco Guevara, un emprendedor beneficiado por Empropaz que ha transformado su vida a través del programa. Francisco, quien proviene de una familia de escasos recursos y ha enfrentado dificultades como el síndrome de Guillain-Barré, encontró en el emprendimiento una salida a la pobreza. Hoy es el dueño de una panadería en la vereda La Joya, en Puerto Caicedo (Putumayo), y gracias al apoyo del programa, ha logrado no solo crear una fuente de ingresos estable para su familia, sino también construir su propia casa.
La experiencia de Francisco ilustra el poder del emprendimiento cuando se acompaña con el apoyo adecuado. A través de los préstamos gestionados por Bancamía y la formación empresarial proporcionada por Empropaz, ha podido adquirir maquinaria, fortalecer su negocio y enfrentar los desafíos que conlleva la gestión de una microempresa.
“Llevar la contabilidad de una manera correcta me permitió, incluso en los momentos difíciles, sacar a flote el negocio y aprovechar más los momentos buenos”, explica Francisco sobre lo que ha aprendido durante su participación en el programa.
El impacto de esta iniciativa se extiende a más de 16 departamentos del país, donde las condiciones de pobreza y el acceso limitado a servicios básicos, como la educación, representan barreras importantes para el desarrollo. En estas regiones, más de 10.400 personas han recibido formación en áreas clave para la sostenibilidad de sus negocios, tales como finanzas, marketing, creación de nuevos productos y planificación de proyectos.
De este grupo, un 41% de los beneficiarios reportan haber sido víctimas del conflicto armado en Colombia, lo que resalta la importancia de programas como Empropaz para reconstruir el tejido social y económico en zonas afectadas por la violencia. Además, más de 1.500 emprendedores –de los cuales el 54% son mujeres jefes de hogar– han sido beneficiados a través de la modalidad virtual del programa, lo que ha permitido llegar a zonas rurales de difícil acceso en 12 municipios del país.
El éxito de este programa no solo radica en los resultados económicos, sino en la capacidad del programa para transformar vidas de manera sostenible. La inclusión financiera, combinada con la educación empresarial y el acompañamiento personalizado, ha demostrado ser una herramienta efectiva para reducir la pobreza y fomentar la autosuficiencia en comunidades vulnerables.
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