La entrada de remesas a Colombia, un pilar clave de la economía nacional, podría experimentar una desaceleración significativa si Donald Trump implementa su política migratoria más estricta durante su nuevo mandato en la presidencia de Estados Unidos.
Según un análisis del Equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, estas medidas podrían impactar el flujo de dinero enviado por colombianos en el extranjero, especialmente desde Estados Unidos, que actualmente representa el 53 % del total de remesas al país, lo cual tendría un fuerte impacto en miles de hogares en el país que dependen de esos ingresos.
Panorama de la entrada de remesas a Colombia
En 2024, las remesas alcanzaron una cifra récord de 11.900 millones de dólares (USD), consolidándose como la segunda fuente de ingresos en dólares para Colombia, después del petróleo. Estos recursos han sido fundamentales para estabilizar la tasa de cambio, reducir el déficit externo y sostener el consumo de millones de hogares.
De acuerdo con cálculos basados en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), cerca de 9,6 millones de colombianos se beneficiaron directamente de estos envíos, destinando el 94 % de los ingresos al consumo.
Estados Unidos ha desempeñado un papel crucial en este flujo, con un incremento notable en su participación, que pasó del 45 % en 2019 al 53 % en 2024. Este aumento se ha sustentado en un mercado laboral robusto y un crecimiento en la migración de colombianos hacia ese país. Sin embargo, las políticas propuestas por Trump, como mayores restricciones migratorias y deportaciones masivas, plantean riesgos significativos para mantener esta tendencia.
La administración Trump, que ya cuenta con experiencia y mayorías en el Congreso, ha prometido implementar la mayor deportación de la historia de Estados Unidos. Aunque expertos señalan que existen obstáculos legales y logísticos que limitarían su capacidad para cumplir estas promesas, se espera que las restricciones logren moderar los flujos migratorios a niveles inferiores a los vistos antes de la pandemia.
Si este escenario se materializa, la salida neta de colombianos hacia Estados Unidos podría reducirse, lo que afectaría directamente la cantidad de remesas enviadas. Según el análisis del Banco de Bogotá, el país podría dejar de percibir hasta 2.000 millones de dólares en remesas durante todo el mandato presidencial de Trump, entre 2025 y 2028. Este monto equivale al 0,5 % del PIB, una cifra que podría ralentizar la recuperación económica local y afectar el consumo de los hogares, uno de los motores principales de la economía tras la pandemia.
Aunque las medidas migratorias podrían desacelerar el crecimiento de las remesas, los analistas aseguran que los límites legales y operativos evitarán un impacto más drástico. En un escenario sin las políticas de Trump, se proyectaba un aumento anual del 6 % en las remesas provenientes de Estados Unidos. Ahora, este crecimiento podría reducirse a un promedio del 3 % anual.
El Banco de Bogotá estima que la brecha entre ambos escenarios se ampliaría con el tiempo: en 2025 se dejarían de percibir 13 millones de dólares en remesas; para 2028, esta cifra ascendería a 88 millones de dólares, acumulando la pérdida proyectada de 2.000 millones de dólares en cuatro años.
A pesar de estas previsiones, el análisis destaca que las remesas seguirán siendo un elemento fundamental para la economía colombiana. Su relevancia como estabilizador financiero y apoyo para millones de hogares asegura que, incluso en un contexto adverso, seguirán creciendo, aunque a un ritmo más moderado.
Este escenario plantea un desafío para Colombia, que deberá buscar alternativas para mitigar los efectos de las políticas migratorias de Trump sobre la entrada de remesas. El análisis subraya la importancia de continuar monitoreando este fenómeno, que será crucial para mantener la estabilidad económica del país.
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