“Un gobernante no puede defender los intereses de un gremio económico, debe defender al país en general”, Carlos Ballesteros

Compartir

El abogado Carlos Ballesteros concedió una entrevista a 360 Radio, donde se refirió a temas claves en Colombia: los fondos de pensión y la renta básica. Con relación a la pensión, cuestiona si existe la posibilidad de eliminar el fondo privado o el público representado por Colpensiones. Frente a la renta básica, lo necesaria que es para evitar problemas sociales derivados de impactos económicos como la pandemia por el coronavirus.


360 Radio:

¿Qué ha podido notar en estos tres meses de cuarentena por la pandemia, respecto a todo lo que tiene que ver con el tema pensional?

Carlos Ballesteros:

El tema de las pensiones está vigente, no ha frenado a pesar de la pandemia. Es una gran preocupación nacional que las personas realmente tengamos la posibilidad de obtener una pensión digna tal como lo ordena la Constitución Política de 1991, uno de los proyectos que tenía el actual presidente de la República es hacer una reforma al sistema pensional. Una reforma que no es fácil en ningún escenario: pre-pandemia, en pandemia y pospandemia.

Habrá muchas dificultades y creo que hay un consenso en la mayoría de los expertos, es necesaria una reforma pensional. El problema es qué tipo de reforma pensional es la que realmente garantiza una pensión en condiciones dignas, porque soy del criterio de que, si no es posible una pensión en condiciones dignas, es mejor no tener nada. Tener simplemente unas cuentas de ahorro que se van descapitalizando, dependiendo del momento del mercado, eso no es un sistema pensional, más bien creemos un sistema de ahorro financiero con controles, distintos a los que se dan normalmente, pero eso no es un sistema pensional en los términos de la Constitución.

El debate radica fundamentalmente en algo que también la mayoría de los expertos están de acuerdo: la dualidad de regímenes pensionales que tenemos a partir del año 1993, la cual ha demostrado que no ha sido nada útil ni nada benéfico.

Cuando digo dualidad de regímenes pensionales, me refiero a que cada uno de nosotros decide “libre y voluntariamente”, cuál de los dos regímenes es mejor: Si el público – administrado por Colpensiones, o el privado – administrado por los fondos privados. Con dos lógicas completamente distintas. En la lógica de Colpensiones, es que el Estado garantiza una pensión digna, si no alcanza la plata que supuestamente hay ahorrada por parte de cada ciudadano, el Estado tiene que subsidiar parte de ello y eso no nos debe asustar, pasa en todas partes del mundo. No creo que haya un Estado en el mundo donde no haya subsidios para el sistema pensional.

El otro es el fondo privado de pensiones, según el cual la pensión sale del ahorro que usted tenga. Si logró ahorrar bastante y hay una buena rentabilidad, seguramente va a tener una buena pensión, si no, no. Este sistema va a depender de factores externos muy complejos. En época pre-pandemia se había presentado periodos en los cuales la rentabilidad era negativa, es decir, los ahorros disminuían. Lo que veía el ciudadano en su extracto disminuía en ciertas épocas, porque el ciclo económico como todos sabemos, por lo menos en este modelo económico que tenemos, es variable, a veces mejora y a veces se hunde.

Ahora en la época la pandemia todos esos resultados se han venido al piso y seguramente se van a venir al piso con mayor fuerza en lo que resta del año y el próximo año, porque la economía se frenó notablemente, eso no hay que discutirlo, es una realidad y afecta sin duda a los fondos privados.

Los dos regímenes que coexisten no han funcionado, debe desaparecer uno de los dos, la pregunta es, ¿cuál de los dos?, aquí aparecen dos tendencias: La tendencia de Asofondos, que lidera a los fondos privados, es que desaparezca Colpensiones, sobre la base de que es muy costoso para el país.

Si me preguntan cuál es la motivación que ellos tienen, creo que quieren acabar la competencia, esa la realidad y quieren acabar una competencia que hace que todos los días nosotros nos comparemos. Si una persona está en el fondo privado y se pensiona, se va a comparar con el vecino que se pensionó en Colpensiones, y la realidad es que los que se pensionan en Colpensiones lo hacen tres veces mejor que los de los fondos. Esa es la estadística, de ahí que en enero del año pasado se habían enfrentado 11.000 demandas aproximadamente contra fondos, para que Colpensiones los recibiera, ya que era un grupo de personas que por la edad no se podían devolver.

En junio del año pasado iban 15.000 demandas, y en este momento la información que teníamos en un proyecto de ley que está cursando en el Congreso de la República, estamos hablando de 32.000 demandas judiciales. Personas que no se pueden trasladar, y las personas que sí, que son las personas que le faltan más de 10 años para obtener el derecho a la pensión de vejez, lo están haciendo. Eso tiene en gran preocupación a los fondos privados, quienes están presionando duramente para que esa reforma pensional sí se dé.

360:

En esa idea del Gobierno, que era trasladar forzosamente a un número determinado de personas que estaban en los fondos privados a Colpensiones, existían distintos argumentos jurídicos, como que esas demandas se iban a fallar tarde o temprano y que era mejor hacer los traslados de inmediato, ¿qué opina de ese tema en particular?

C:B.:

Parto del siguiente razonamiento: cuando me dicen que usted es libre de decidir entrar por esta puerta o esta otra, lo mínimo que yo debo tener como posibilidad es entender qué pasa si me meto por acá y por allá. Tengo que saber qué es el fondo privado y qué es Colpensiones, ante todo por los riesgos. Esa libertad en abstracto es muy bonita, pero en concreta es muy compleja. He dicho en muchos alegatos en la Rama Judicial que yo, especialista en Seguridad Social y he trabajado toda la vida en este tema, difícilmente entiendo la diferencia y las ventajas para una persona.

Le puede interesar:  Santiago Montoya defiende proyectos del Oriente Antioqueño, cuestiona a Petro y deja claros los objetivos para su mandato en El Retiro

Imagínese, toda la población, desde el que apenas sabe leer, hasta el que ha pasado por un bachillerato, esa persona libremente selecciona, ¿realmente tenemos elementos de juicio para esa de elección?, pienso que no. Me parece que son normas absolutamente injustas. Por eso creo que eso hay que acabarlo. Independientemente del nivel intelectual de las personas, la mayoría que se pasaron a los fondos fue porque les vendieron una ilusión muy bien trabajada desde el punto de vista psicológico, sociológico, para vender esa expectativa. La gente se metía allí y no sabía de eso. Mucha gente le parece que es mejor eso y le están diciendo que en el otro lado – en ese momento el Seguro Social – era un desastre, había que hacer filas, era una locura, entonces véngase para aquí. Es una atención bonita para atraer, haciendo toda la campaña muy bien hecha, sin duda, cosa que no hacía el Seguro Social, cosa que no hace Colpensiones.

Adicionalmente, insisto en algo. Esa publicidad permite decir cosas que no son ciertas. A nadie lo van a meter en la cárcel por decir que se va a pensionar muy bien en algún lugar en particular, que se va a pensionar mejor que en Colpensiones. En cambio, el de Colpensiones a nadie le va a decir que un hombre se va a pensionar con menos de 62 años de edad o una mujer con menos de los 57. Esa persona se mete en un lío. Colpensiones no puede decir mentiras, mientras que el otro puede decir mentiras disfrazadas, además es el mejor producto, porque es un producto lo que están vendiendo.

Una Ley en el año 2003 dijo que las personas que le faltan menos de 10 años para cumplir la edad – hombre que vayan a llegar a 52 años y mujeres que van en llegar a 47 – si no toman la última decisión, quedaron amarrados. Y si están en un fondo privado, les dicen que las condiciones cambiaron tanto que lo que a usted se le ofreció ya no es así, no va a ser posible, por lo tanto, usted va a tener una pensión con el salario mínimo, cuando la persona esperaba tres veces el salario mínimo o cuatro, la tendencia de ese ser humano es devolverse. Por eso aparece en esa serie de demandas. Hoy en la justicia ordinaria laboral por lo menos el 60% o 70% de procesos que cursan son de este tipo, que buscan anular la afiliación.

Lo cierto es que la mayoría de las demandas se están ganando. El presidente de Colpensiones hablaba de que ellos perderían porque están defendiendo la tesis contraria entre el 85% y 90%. Finalmente, hay un 10% de personas que por decisiones judiciales van a quedar condenadas en el peor escenario, violentando en mi criterio, un postulado que debía tener una sociedad como ésta que es la igualdad. Fueron de malas, porque el magistrado que le tocó en ese momento no piensa lo mismo que la mayoría de los magistrados. Eso es una situación muy dura.

Adicionalmente, ¿cuál es el costo – todavía no cuantificado – que implica tener todo ese aparato judicial semiparalizado por atender procesos que finalmente en la gran mayoría se van a ganar? Vale mucha plata. Creo que las generaciones futuras no van a entendernos, ¿no era mejor haber solucionado ese problema?, es lo que ha tratado de hacer el Gobierno Nacional. En los decretos de emergencia tenía la propuesta de un decreto que lograba eso y faltaba solamente la firma del presidente, según el periódico La República, pero Asofondos envió una comunicación inmediata advirtiendo la perversidad de ellos, con todo un argumento desde los costos, pero desde mi punto de vista están defendiendo su negocio y eso no es malo, es la función de ellos, son entidades con ánimo de lucro.

Pero, actualmente cursa en el Congreso – ya pasó las dos primeras vueltas en cámara – un proyecto de ley que hace lo mismo. El problema es que no tiene en este momento el aval del Gobierno porque los fondos no están de acuerdo. Me preocupa porque creo que un gobernante no puede defender los intereses de un gremio económico, debe defender al país en general. Esta situación es muy crítica y humanamente es muy dura, tengo muchos procesos de este tipo como abogado y es muy duro ver a la persona así, porque realmente la gente pone esa ilusión. Estoy hablando de personas de todos los niveles académicos, de todos los niveles de formación. La gente tenía su ilusión y le dicen, usted se va a pensionar con un mínimo, eso es durísimo, entonces someter a la gente a todo ese procedimiento y esa incertidumbre en un proceso judicial me parece absolutamente injusto, por eso creo que eso se debería hacer, sobre la base de que tengamos la libertad para devolvernos cuando conocemos realmente los efectos de la situación.

Si el sistema privado fuera tan bueno como nos lo anunciaron en el año 1993 debería darse la libertad para cuando no funcionó, garantizar que es tan bueno. Que cuando vea que no me resultó, me pueda devolver, porque si no, no estamos logrando efectivamente esa pensión en condiciones dignas, con un agravante, usted ve la información y eso parece que es muy cierto, la rentabilidad que ellos tienen llega casi a 300 billones de pesos. La gente no se puede pensionar porque no alcanza su plata y aparece una rentabilidad enorme que garantiza el futuro. Esa plata no está perdida, pero se está reduciendo por todo estos factores económicos.

A la gente la invitan, incluso, a eventos y seminarios, y van con la idea de que les van a decir cómo está su pensión y lo que les dicen es que, es una maravilla de sistema porque está generando unas rentabilidades tan grandes que se está invirtiendo en proyectos maravillosos para el país. Y la persona pregunta, ¿mi pensión que?, responden que su pensión o su mínimo está asegurado. Es un tema muy complejo, humanamente muy duro y pienso que esa idea que el gobierno tímidamente lanzó, debería hacerse efectiva, no con el propósito del gobierno que tenían teóricamente, y es que Colpensiones se llenara de recursos frescos, pero el mismo ministerio dijo que era para para enfrentar la pandemia, cuando son recursos de la seguridad social que van dirigidos exclusivamente al sistema de seguridad social.

Le puede interesar:  Innovación y sostenibilidad en el transporte de gas: Laura Villa de TGI comparte sus perspectivas

Hago una reflexión, aunque la gente la tilda de populista, pero no me preocupa eso: si usted llegase a decir hoy, desaparecen los fondos privados como administradores del sistema pensional, el efecto económico sobre Colpensiones sería maravilloso. De acuerdo con la ley y la plata que manejan los fondos privados o la plata que maneja Colpensiones, no es de ella, es del sistema pensional. Si pasa eso, automáticamente 280 o 300 billones de pesos que tiene los fondos privados, entrarían a las arcas de Colpensiones.

El déficit anual de Colpensiones son 40 billones de pesos aproximadamente, calcule cuánto tiempo no vamos a tener esa preocupación. Es para sentarse con calma en equipos de trabajo a diseñar un sistema pensional que piense en la gente para que se pensionen. Creo que sí es posible.

360:

Con relación a la renta básica, ¿cuál sería la renta básica que se debería analizar para tener en Colombia?

C.B.:

La situación es muy crítica. Cuando comenzó toda esta situación y veía la respuesta del Gobierno Nacional, quedé aterrado de algo. El país tiene mucha plata para haber podido mantener tanta gente en la casa. Los mercados es mucha plata para que no se haya descuadernado del todo el país, se ha requerido una inversión fuerte, y digo tenemos plata, es una plata que desafortunadamente lo que demuestra es que está muy mal distribuida finalmente.

¿Qué enseñanzas tenemos finalmente de esto?, vemos todos los escritos, reflexiones, todas las culpas saliendo a flote y empezamos a decir es que tenemos que repensar el mundo – y ojalá lo repensáramos efectivamente – creo que Colombia es un país que ha tenido muchos recursos, económicamente ha sido muy viable. Ahora con la pandemia, ¿de qué nos dimos cuenta?, de todas las falencias de estas sociedades, no solamente de Colombia, sino muchas del mundo. En Colombia hay una pobreza mucho más grande de lo que se había cuantificado, es evidente. Por eso sostener a la gente en la casa no es fácil, obviamente la gente sale a la calle si necesita comer, no se va a quedar encerrada muriéndose de hambre, tiene que salir a lo que sea, como sea, ese es un control que hay que ejercer, no militarmente ni con Policía, sino con recursos.

Los mercados no es la solución a futuro ni estructural, pero toca hacerlo. Es muy grande esa pobreza.

Tenemos falencias enormes; un sistema de salud totalmente precario y hay que analizar por qué se da ese fenómeno, creo que una de las conclusiones es por el modelo del sistema de salud que se basa en el negocio, igual que el sistema de pensiones. Entonces hay que replantear.

Aparece la tesis de la renta básica que no es nueva. Desde mediados del siglo pasado hay unos teóricos muy reconocidos en ese sentido y no para épocas de pandemia, sino para épocas normales. Si usted logra que la sociedad tenga como mínimo un ingreso básico, puede proyectar cosas mucho mejores. Es un estudio, hay gente que era enemigo de este planteamiento y lo está tocando, sobre esa necesidad de replantear la economía, la sociedad y los valores, que hacía que el ser humano estuviera por debajo del capital, los negocios, esto se supone que deberíamos estarlo replanteando.

La situación actual del mundo muestra que es el fracaso de un modelo. Hay que hacer reajustes, y para otros, una transformación completa. Tenemos que revisar muchos puntos. El tema de la renta básica me parece sumamente atractivo. No soy economista, pero leo muchos economistas que me convencen, donde muestras con datos estadísticos y económicos que es posible garantizarle a toda la población un ingreso mínimo relativamente digno. A partir de ese ingreso usted podría lograr cierto dinamismo de la economía. Eso creo que se puede hacer y se debe hacer.

Implica que haya voluntad política para eso, no vamos a estar gastando mercados cada vez que aparezca una situación como esta, porque la gente tiene asegurado eso. Hay países en el mundo que tienen asegurados esos ingresos. En los países nórdicos uno no ve al gobernante viendo cómo soluciona el 40% de la población para que pueda comer, ahí es otro problema distinto, es otra lógica, y no son países que necesariamente tengan unos recursos tan extraordinarios.

Dinamarca no tiene la posibilidad económica que tiene los Estados Unidos, Japón, Francia o Alemania, pero es un país que ha logrado un desarrollo social tan maravilloso que tienen mejores condiciones de vida que todos esos países, mirándolo globalmente. Ha logrado varias cosas, primero, enfrentar un tema que para nosotros es un cáncer: la corrupción. Segundo, los ingresos no son tan distantes y se logra eso a través de algo que es elemental, el que más tiene, más tiene que pagar. Todas las ayudas del Estado están dadas para el ciudadano.

Esta parte económica nos dio muy duro y la recuperación va a ser muy dura. Es claro que no sabemos cuál es el punto de referencia para saber cuándo empezaremos la recuperación. Es un futuro muy incierto. Si hay otra cuarentena, los poquitos avances económicos que se estaban dando, se van a frenar nuevamente, y eso angustia a toda la comunidad. Partiendo de esas reflexiones creo que se podría dar un salto, y la renta básica es un ejercicio que hay que trabajar seriamente y requiere la voluntad política.

360:

Un mensaje final.

C.B.:

Sigamos adelante mejorando cada vez más esta sociedad a pesar del momento.

Última hora

Le puede interesar

[mc4wp_form id=”74432″]