Camilo Guzmán Sáenz, director ejecutivo y cofundador del Centro de Pensamiento y Acción Libertad, se refirió a la reforma tributaria que presentará en los próximos días el Gobierno y las consecuencias que traería consigo en medio de la crisis económica.
360:
¿Cómo entender la situación política, social y económica de Colombia en la actualidad, en medio de la pandemia y proyectando una reforma tributaria que gravaría productos y servicios que en la actualidad no tienen IVA?
Camilo Guzmán Sáenz (C.G.): Lo veo con preocupación. Tenemos que entender que el país tuvo que buscar gastos adicionales para tratar de aliviar un poco las consecuencias que dejó las decisiones de los gobernantes para enfrentar la pandemia, especialmente en ayuda social para los más vulnerable, quienes vieron disminuidos sus ingresos y perdieron su empleo. Pero, el Gobierno antes de hablar de meterle la mano al bolsillo a los colombianos debería estar pensando en dónde va a ahorrar, porque todos los colombianos en medio de esta pandemia tuvimos que hacer importantes ahorros para poder sobrevivir. Las empresas tuvieron que hacer ahorros para mantenerse a flote.
Sin embargo, el Gobierno Nacional sigue gastando, no solamente en política social, sino en burocracia, creando nuevos cargos y nuevas consejerías. Por ejemplo, en julio se creó una nueva Alta Consejería Vicepresidencial, entonces terminamos gastando millones de pesos y pagándole a funcionarios y demás que en realidad hacen tareas repetidas, no le agregan valor y al mismo tiempo nos dicen ahora que tienen que sacar la reforma tributaria más ambiciosa porque esperan recaudar 25 billones de pesos, un número que nunca habían recaudado, porque tienen que financiar el déficit que se causó, sin decirnos primero cómo van a ahorrar y dónde van a recortar.
360:
La OCDE solicitó a los países no imponer nuevos impuestos para solventar la crisis por el COVID-19, no obstante, ¿qué debería hacer el gobierno de Colombia para superar la crisis económica?
C.G:
Primero, el Estado debe recortar el gastro burocrático, congelar los salarios de los congresistas, reducir el Congreso, reducir los salarios de los altos funcionarios del Estado, eliminar las Altas Consejerías Presidenciales, suprimir entidades que hacen tareas repetidas para liberar muchos más recursos que permitan invertir en lo social, en el programa Ingreso Solidario, porque tiene que ayudar a las personas que en este momento no están teniendo ingresos para poder tener una vida digna.
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Pero la obsesión de este gobierno y del próximo debería ser la generación masiva de empleo. La mejor política social es la generación de empleo. Una persona que tiene un empleo formal sale inmediatamente de la pobreza. Por eso, en lugar de estar pensando en más impuestos – especialmente en las empresas y a las personas que tienen grandes inversiones y demás – debería estar pensando en cómo hace que Colombia supere los retos estructurales que tiene.
Cómo hacemos para que Colombia disminuya la carga impositiva de las empresas, que es de las más alta del mundo y eso le permita tener más empresas, por ende, más empleo. La mayoría de los centros de pensamiento del país y otras entidades internacionales coinciden en que los costos no salariales en Colombia y los impuestos que pagan a la nómina los empresarios son muy altos y eso termina haciendo que la informalidad sea superior al 90 %. Hay lugares de Colombia en los que el único empleador formal es el Estado. Lo que necesitamos es mayor crecimiento económico, generación de riqueza y generación de empleo para que las personas puedan salir rápidamente de la pobreza.
360:
Diferentes sectores de la oposición manifiestan que la clase media es la más perjudicada con las reformas tributarias, ¿son ciertas las aseveraciones?
C.G.:
Eso no es cierto. En Colombia gran parte de porcentaje de los ingresos del Estado provienen de lo que pagan las empresas. Adicionalmente, la tasa tributaria total en Colombia, es decir, los impuestos que en realidad paga un empresario en Colombia es de más del 70 % de sus utilidades. Si lo comparamos con los países nórdicos, por ejemplo, en Noruega, la tasa tributaria es de 20,1 %, un empresario en Colombia paga más del doble de sus utilidades en impuestos que lo que paga un empresario en un país como Noruega.
Las empresas son generadoras de progreso, riqueza, valor y entrega, deberían pagar menos impuestos, y las personas naturales más. Es importante entender de dónde viene el flujo de dinero. Se trata de una tasa de tributación justa, donde todos – ricos y pobres – paguen impuestos y el Estado sea lo más eficiente posible, pero las empresas deben pagar cada vez menos para generar empleo y riqueza.
360:
Una de las banderas del presidente Iván Duque a lo largo de su campaña política es que habría menos impuestos y más salario, ¿qué ha cambiado?
C.G.: Lo de menos impuestos no lo cumplió. Esta será la tercera tributaria del presidente. Hubo algunos alivios, pero el problema es estructural. Si usted es un inversionista que tiene dinero para para invertir en cualquier lugar del mundo, ¿dónde preferiría ponerla?, comparando a Colombia con Noruega. Al Gobierno le ha faltado cumplirle a los colombianos con esa promesa, pero adicionalmente la pandemia, por obvias razones, agravó todo.
Hoy necesitamos menos impuestos y más salarios, porque lo que está pasando es que han destruido empleos. Ahora el Gobierno no puede trasladarle la responsabilidad de sus decisiones a las personas naturales y a las empresas a través de más impuestos.
360:
¿Qué podría pasar en los próximos años si es aprobado el impuesto al patrimonio?
C.G.: El impuesto al patrimonio es muy importante entenderlo, ya que muchos países lo han puesto y quienes lo hicieron hoy lo están desmontando porque tuvieron que pagar con lágrimas lo que hicieron. Cuando uno grava el patrimonio de los más ricos castiga la generación de riqueza, porque lo que le está diciendo a la gente es que si usted tiene un patrimonio de 4.500 millones de pesos paga menos impuestos, pero si pasa de 5 mil millones de pesos paga mucho más, entonces usted optará por no hacer mucho en la vida para no superar el tope. Las personas están menos dispuestas a hacer inversiones de empresas y generar empleo, porque no existe un incentivo adicional que los lleve a acumular el patrimonio.
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La economía crece siempre y cuando haya inversión. La propuesta del presidente Duque es una propuesta nefasta que amenaza la generación de riqueza. Si lo comparamos con otros países del mundo, tienen impuesto del patrimonio porque aniquilaba la generación de riqueza. Aquí estamos viendo que tiene un gran costo, porque recursos que podrían ingresar a Colombia se están yendo para otros países ante las posibles condiciones futuras.,
Hoy lo que hemos visto es que los grandes economistas han dicho que tener impuestos a la riqueza genera más pobreza y desempleo por cuanto la riqueza migra se va y los pocos que se quedan no tienen incentivos.
Todos hablan de la redistribución de la riqueza, pero antes de hacerlo, hay que generarla. Si en Colombia seguimos hablando de distribución en vez de generación, lo único que tenemos para distribuir es la pobreza.