El superintendente de Salud, Fabio Aristizábal, se ha dedicado a recorrer el país para velar por el cumplimiento de los procesos y buen funcionamiento de las diferentes EPS y para combatir la corrupción que, según él, se da en «altos niveles».
360 Radio: ¿Cuál es la situación actual con Medimás teniendo en cuenta los recientes fallos y qué va a suceder son sus afiliados?
Fabio Aristizábal: Los dos fallos proferidos por los magistrados Luis Manuel Lasso y Claudia Lozzi del Tribunal Administrativo de Cundinamarca van encaminados a lo mismo. Uno de ellos se mete más con la estructuración del negocio, con la compraventa de Cafesalud a Medimás, y el otro con la revocatoria total de la habilitación, es decir, con sacarla del mercado.
Nosotros no necesitamos un fallo, pues ya veníamos preparándonos en la Superintendencia de Salud desde que nosotros llegamos el 13 de agosto de 2018 para lo que teníamos que hacer, no solo con Medimás sino con muchas de las EPS que no le han cumplido al país, que están deterioradas, que no atienden oportunamente a los usuarios, que no le pagan a la red, que no cumplen con los proveedores, que no corrigieron su deterioro. Hoy Medimás tiene cerca de 4 millones de afiliados, está en 30 de los 32 departamentos del país, en más de 500 municipios, y en muchos de estos está solo Medimás.
A los colombianos les podemos decir que no se preocupen. Medimás tiene que seguir prestando los servicios de salud, tendrá que seguir atendiéndolos hasta que se traslade voluntariamente o en el tribunal quede en firme el fallo. En este momento estamos en los términos de la ejecutoria de los fallos, me imagino que algunos de los actores pedirán aclaraciones, nosotros las hemos pedido en cuanto a las órdenes que da el tribunal, obviamente una vez queden en firme tendré que cumplir el fallo, y algunos presentarán sus recursos de apelación como me lo han informado los dueños de Medimás. Una vez quede en firme ese fallo a mí no me queda otra alternativa que cumplirlo.
¿Por qué digo que no necesito el fallo? Porque independientemente de este, ya veníamos actuando desde la Superintendencia de Salud. Teníamos una medida de vigilancia especial, habíamos dado unas órdenes perentorias a Medimás, les habíamos exigido que cumplieran con unos indicadores, procedimos a iniciar una revocatoria parcial en tres departamentos donde opera Medimás, hicimos una medida cautelar contra el giro de los recursos para proteger que no haya abuso ni de la integración vertical ni de los vinculados, protegiendo esa red de prestadores a nivel nacional que están prestando servicio a Medimás.
360: Entenderá la diferencia entre las ciudades capitales y la lejanía, la Colombia rural. Tenemos 32 departamentos y en casi todos está Medimás, y quizá el ciudadano puede decir: “Va a ver un cambio, Medimás se va y acá no hay otra EPS”. ¿Qué reto le plantea a usted esta situación?
F.A.: Medimás está en muchos municipios como único dueño de la plaza, en otros la comparte con otras EPS que también tienen medida de vigilancia o restricción. En el marco regulatorio nosotros vamos a tener que habilitar algunas EPS que no están en esa región para que los usuarios se puedan trasladar a una EPS que no tenga medida de vigilancia porque mal haríamos en sacarlos de una entidad prestadora de salud que no le está cumpliendo a los colombianos para pasarlos a otra peor.
La idea es corregir los errores del pasado, por lo que en el marco regulatorio lo que estamos pidiendo es habilitar algunas EPS para que ingresen a esos municipios donde solo está Medimás o donde esta comparte la plaza con otras que están en medida de vigilancia. Ahí tendremos que ampliar el espectro de las entidades prestadoras de salud, y la buena noticia es que Colombia está preparada; hay EPS que tienen capacidad de pago y de recibir esa población y de cumplirles con oportunidad y calidad a esos afiliados de Medimás. Ese es el mensaje que hay que mandarles a los colombianos.
Es claro que genera pánico y angustia cuando a alguien le dicen que su EPS se va a acabar, pero más pánico generaría que no hubiera adónde pasarlos. Aquí hay entidades prestadoras de salud que lo han hecho bien, hoy tengo 15 que podrían recibir la población de Medimás.
Tenemos que cuidar los indicadores financieros, de esas que reciben para no afectarlas, y estamos actuando en consecuencia con el fin de no generar un daño sistémico para el país, a corregir el rumbo y a no cometer los errores del pasado, eso no nos lo podemos permitir. Por eso este problema envejeció, y envejeció tan mal, que hoy tenemos 22 EPS en medida de vigilancia especial, 21 millones de colombianos en EPS que no le están cumpliendo a los colombianos; se han equivocado en el gobierno corporativo, nunca capitalizaron, no cubrieron su deterioro, entre otras cosas. Esas son las EPS que hay que decirles: o se endereza o salimos, y muchas de esas van a salir.
360: En las últimas semanas Supersalud ha llegado a acuerdos en mesa de flujos para Risaralda y entre EPS y hospitales de Arauca, La Guajira, entre otros acuerdos. ¿Cómo impacta esto a dichos departamentos y cómo Supersalud tiene control sobre esos recursos?
F.A.: La mesa de flujos de recursos es el mejor producto que tenemos en la Superintendencia de Salud. Yo me recorro el país, y cuando llego a un departamento la queja es generalizada, y me dicen: «Super, ayúdenos para que nos paguen», el problema financiero de flujo de recursos es terrible porque hay unas EPS que pagan bien pero las que pagan mal han ido deteriorando los hospitales, y me preocupa mucho más la red pública, que a pesar de que en algunos casos hay corrupción, fuera de eso no hay plata; se nos mezclaron los dos fenómenos.
Yo lo que hago es llevarme la red de prestadores para Bogotá con el fin de hacer jornadas de dos o tres días. Allí verificamos qué está pasando con el flujo de los recursos, por qué no llega la plata, qué está pasando con el giro, por qué no firman contratos, por qué no liquidan contratos viejos, cuáles son las malas prácticas, las barreras que ponen las EPS para recibir la facturación, y por otro lado, hablamos de la plata pura y dura diciendo, ¿cuándo le va a pagar? Y hacen compromisos de pago que son en presencia de la función jurisdiccional de la Superintendencia y esos encuentros los preside el superintendente para que los gerentes de las EPS, los que tienen la capacidad, no le sigan haciendo conejo al país ofreciendo, por ejemplo, pagar 10 millones en cinco años. A mí esas propuestas absurdas no me sirven, y esas EPS que no cumplan, que no propongan cumplir con esos giros, también las vamos a sacar.
Esta mesa ha sido muy importante porque ha mejorado mucho el flujo de recursos en todos los departamentos. He hecho 24 Dialogamos por todo el país, he estado en 24 departamentos escuchando a las comunidades, dialogando con los secretarios de salud, con gobernadores y alcaldes y proponiendo estas mesas de trabajo en Bogotá para mejorar el flujo de recursos por todo el país. Cuando llegamos a los departamentos se empiezan a destrabar las cosas, no sé si es que nos tienen miedo, si es que la función de la Superintendencia ha mejorado tanto, pero lo que sí es seguro es que ha sido uno de los mejores productos.
360: Desde que usted es superintendente ha tenido una línea de acción muy clara relacionada con el problema que hay en los hospitales, que es de mala administración. ¿Cómo trata usted de erradicar esas malas administraciones en los hospitales del país?
F.A.: Estoy haciendo auditorías especialmente tanto con la red pública como la privada, hago visitas no avisadas a determinada entidad para luego recorrerla completamente, luego envío un equipo de auditores y reviso cómo está la contratación, la administración, los componentes técnico-científicos, revisamos todo. Hacemos un análisis en Bogotá y si tengo que intervenir un hospital lo hago. Recuerde que tengo ley nueva, la primera que fue aprobada en este Gobierno del presidente Iván Duque: la Ley 1949, de la Superintendencia de Salud.
Y voy a ir por los gerentes. Voy a llegar a las cabezas de quienes toman las decisiones, a multarlos, y si es necesario los voy a retirar de esas instituciones, y ojalá les podamos prohibir hasta por 15 años que no vuelvan a tocar una institución de salud pública o privada, porque sí manejan recursos del sistema. Se generaliza que cuando llega dinero a una IPS ya se convierten en privados, y no es así. Hay que administrarlos bien, y por todo el país estoy tratando de blindar la red pública para lo que se viene, porque si nosotros vamos corrigiendo el norte, cambiando la visión y conseguimos los recursos, no podemos permitir que se los sigan robando. Aquí hay malas prácticas de lado y lado, yo critico las malas prácticas de las EPS pero también hay malas prácticas de IPS públicas y privadas porque en la corrupción también está involucrada la alta sociedad del país.
360: ¿Qué medidas han tomado a raíz de la supuesta red que estaría estafando a empresas vigiladas?
F.A.: Me preocupa la suplantación a la Superintendencia de Salud. Ahora nos suplantan por todo el país. Llega una comunicación señalando supuestamente que el superintendente de salud le manda a decir que quiere negociar la deuda; otra forma es con una resolución hecha y dicen: «¿sabía que le iban a liquidar la EPS»? Aquí está la resolución, y eso solo para cobrarle plata, solicitándole dos mil o tres mil millones de pesos. Eso habla de los niveles de corrupción que hoy tiene el país.
Estoy sancionando por todo el país, visitando hospitales públicos, privados y aseguradores. Tengo un problema, y es que hay 48 mil vigilados. La capacidad de reacción mía no es tan grande. Esta Superintendencia la hicieron de una manera subvalorada, no tiene el perfil que debería tener, pues una superintendencia que maneja el 7.5 % del PIB, por donde circulan 60 billones de pesos con esos 48 mil vigilados, debería tener una infraestructura impecable, regional.
Cuando hablen de cifras confíen en las nuestras, en las de la Superintendencia, porque tenemos las de los revisores fiscales. Contamos con dos áreas específicas donde hacemos el análisis de riesgo para poder llegarles a las instituciones corruptas. Hay que mandar un mensaje a los colombianos, nosotros no mandamos intermediarios.
360: Usted le comunicó al país comenzando su gestión que la Supersalud iba a entrar en un proceso de reorganización, precisamente por lo que acaba de mencionar. Luego de estos ocho meses, ¿en qué va ese proceso?
F.A.: Lo estamos haciendo. Infortunadamente me dieron la ley pero no tengo todos los recursos que necesito, aunque ya iniciamos el proceso de reorganización de la institución y estamos revisando perfiles y competencias de los cargos. Por ejemplo, una regional era muy jurídica, otra muy administrativa, es decir, no había un criterio claro. Las regionales se deben parecer a la Superintendencia.
No sé cuánto tiempo voy a estar, pero espero dejar el camino despejado para que esta Superintendencia tenga la valoración y respeto que se debe, y no el significado de corrupción que tenía para muchos colombianos.
360: ¿Qué diagnóstico hace de Savia Salud en Antioquia?
F.A.: El pasado 27 de marzo prorrogamos la medida de vigilancia contra Savia Salud seis meses más, y lo importante es que esa entidad de salud vaya encontrando los mecanismos que le permitan corregir el camino. Hay una buena noticia, y es que Savia Salud en los últimos años logró corregir el corriente, es decir, con la plata que le está llegando alcanza a pagar lo que le están prestando.
Cuando una empresa logra corregir uno cree que se puede salvar porque eso genera confianza a un inversionista extranjero. Además, Savia Salud ha estado trabajando en una capitalización pero debe presentar un informe mensual y debe mostrar cómo va a corregir estos indicadores técnico-científicos, administrativos y operativos.
Hace tiempo escribí una columna en donde decía que no fue tan sabia la decisión de Savia, pues el administrador era el que manejaba otra EPS que venía mal, y eso es como comprarle un bus nuevo a un borracho para que lo maneje, entonces algo no hicieron bien. Aunque digamos que en el último tiempo ha ido corrigiendo el rumbo y eso da tranquilidad, lo que preocupa es que siga con las PQR altas, con un nivel de tutelas alto y eso es lo que tiene que corregir.
Considero que Savia Salud es una de las EPS que se puede salvar si mejora su capacidad de contratación y si la red le da la mano.
360: ¿Un ciudadano cómo puede participar en la gestión de Supersalud?
F.A.: En primer lugar, yo estoy recorriendo el país dialogando con los usuarios; en segundo lugar, estoy fortaleciendo las veedurías y las ligas de usuarios, que son nuestros ojos. Usuario que quiera hablar con la Superintendencia que busque los canales: www.supersalud.gov.co, que se comunique con la delegada de protección al usuario y que interactúe con nosotros. La forma de corregir el país es que la gente se queje, y por eso estoy buscando el acceso cada vez en la población.
Ese fortalecimiento en las regiones va contra mí porque mientras yo más las fortalezca, más acceso va a tener la comunidad para quejarse. Yo necesito enterarme de las quejas de la comunidad para poner en cintura a los que no atienden oportunamente. Es muy bueno que los usuarios sigan acudiendo a los canales de la Superintendencia de Salud.
360: ¿Usted se esperaba que estuviéramos tan mal en cuanto a la salud, una vez comenzó a recorrer el país?
F.A.: No sabía que iba a ser superintendente, no estaba en mi línea pero lo hago con mucho orgullo. Me siento complacido con esta designación que me ha hecho el presidente, estoy cómodo con lo que hago; es un trabajo muy duro y muy difícil pero yo no pensé que fuéramos a encontrar los niveles de corrupción que hay. Algunas personas me dicen que no estigmatice el sector, pero es que para corregir el rumbo hay que aceptar que hay un problema, si esto no se acepta no se es capaz de corregirlo.
El panorama es oscuro, pero lo positivo es que hay gente buena, hay buenas EPS que hacen ver bien al sistema y yo no voy a descansar nunca en decir que este no es un problema del modelo, ni de la ley o del sistema de salud, esto es un problema de actores, de contaminación, de sinvergüenzas, de bandidos, pero hay gente buena y es la que hay que fortalecer.
Hace poco estuve en la Fundación Cardioinfantil y tanto su gerente como su presidente me dijeron: «¿Usted sabe que nosotros con esta EPS no necesitamos pedir autorización? Para nada. Nos ‘auto autorizamos'». ¿Cómo será el nivel de confianza entre esa EPS y esa IPS que no necesitan pedir autorización? Solo hacen lo que tienen que hacer. Eso es lo que debería tener el país: confianza legítima, pero lo que uno ve por todo el país es desconfianza entre todos los actores; aquí nadie cree en nadie, por lo que corregir es muy difícil.