¿Es cierto que se está privatizando la Feria de las Flores?

Esta se convirtió, desde hace varios años, en una pregunta recurrente. Sin embargo, en esta última feria se acentuó, sobre todo, por el ambiente político.


Por: Redacción 360 Radio

360 Radio hizo un ejercicio de conversar con tres generaciones: con las personas que hoy superan los 65 años de edad, con quienes se encuentran entrando a los gloriosos 40 años y con los más jóvenes, quienes apenas están empezando su vida universitaria. Les preguntamos cómo consideraban que se estaba dando la Feria de las Flores y si estaban de acuerdo con las celebraciones, eventos y exposiciones propias de esta festividad.

Nos encontramos con una percepción bien distinta entre cada una de las generaciones, con algunas críticas unificadas y con puntos centrales bastante neurálgicos. Uno de ellos es la cabalgata. Todos coinciden en que le aportaba una nota distinta a la feria y le daba más entusiasmo. Comentan que era uno de los eventos más tradicionales y alegres de la feria pero también coinciden en que el maltrato a muchos caballos que participaban era inexcusable y se tenía que intervenir. Ahora, las visiones sobre esto son bastante diversas. 

La generación más avanzada menciona que las cabalgatas de su época, hace más de 40 años, eran mucho más serias, elaboradas y reguladas, tenían verdaderos caballistas que bajaban los ejemplares desde sus fincas. Aunque parecía un evento muy de la élite de la ciudad era un evento en el que no solamente se garantizaba la seguridad, la estabilidad y el bienestar del caballo sino que era una verdadera exposición equina.

Con el pasar del tiempo, y en esto concuerda la segunda generación, la cabalgata se fue llenando de borrachos y narcotraficantes, incluso de personas que no sabían montar a caballo, aquí vale la pena recordar distintos sucesos en los que algunos animalitos terminaron en el río Medellín. Balaceras en plena cabalgata, riñas, caballos heridos y trifulcas convirtieron la cabalgata en un dolor de cabeza, por lo menos en sus últimos años.

La nueva generación dice estar en desacuerdo con el maltrato animal, que la cabalgata se debe regular más para no perder ese gran evento de ciudad y darle continuidad mientras se garantiza el bienestar de los caballos. 

Hay una animadversión general en torno al desfile de silleteros, de autos clásicos y de chivas. Inicialmente, concuerdan las tres generaciones en que el desfile de chivas ha perdido su esencia, se ha convertido en algo mucho más comercial alejándose de su propósito. Las críticas también están unificadas en el caso del desfile de carros antiguos, es recurrente el tema del monopolio de una de las marcas más tradicionales de Colombia y de la exhibición de modelos con apenas 30 o 35 años. Esa disminución en la presencia de verdaderos coches antiguos, de placa azul y blanca, se lleva gran parte de las críticas.

El desfile de los silleteros se ha vuelto, para muchos, mercantilista, de roscas y de conseguir boletas a como dé lugar porque es prácticamente imposible asistir sin una. Muchas empresas renunciaron a comprar palco este año por los elevados costos: las boletas para ir a un palco común y corriente hoy en día se podían comprar por encima de los 150 y 200 mil pesos en las inmediaciones del evento.

Daniel Quintero, Juan Carlos Vélez y Alfredo Ramos, candidatos a la Alcaldía de Medellín, se han referido al tema diciendo que van a hacer una Feria de Flores mucho más pública. Vélez incluso anunció que haría el desfile de silleteros en la Calle Colombia, con palcos pero con ingreso gratuito al Atanasio Girardot para que 40.000 personas disfruten de las silletas. Mientras tanto, Ramos y Quintero fueron enfáticos en devolverle a la feria su carácter público.

Las generaciones mediana y tercera también se refirieron a la pérdida de uno de los eventos esenciales: las fondas. Estas fueron retiradas por Sergio Fajardo en su primer año de alcaldía. Mientras estuvieron vigentes se hacían, tradicionalmente, en la carrera 70, entre la estación del metro Estadio y la Universidad Pontificia Bolivariana. Eran fondas tradicionales de los 125 municipios que concentraban una gran actividad comercial con conciertos, tablados, ventas y colonias montañeras. Ahora también perdió su esencia, se ha desteñido y convertido en algo muy comercial. Solamente trago y comida, sin sombra de lo que fue en sus mejores años.

No hay propósito de cuestionar la intención con que se han hecho las últimas Ferias de Flores, sin embargo no se puede negar que existe un ánimo negativo generalizado en torno a sus eventos más sobresalientes, la forma en que se están llevando a cabo y los métodos para que la gente asista. Obviamente los candidatos a la Alcaldía de Medellín ya han entrado en este debate. ¿Usted qué opina?

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