360 Radio: Quisiera que empezáramos ¿por qué el hidrógeno es tan importante y cuál es su rol en la transición energética?
Juan David Giraldo: Comencemos con la pregunta de por qué el hidrógeno y por qué ahora. Nos la han hecho mucho en los últimos años, en diferentes espacios, donde siempre nos preguntan sobre la relevancia del hidrógeno en el contexto de la transición energética, particularmente en la descarbonización. Es importante dejar claro que el hidrógeno ha estado presente en nuestras vidas durante mucho tiempo. Hoy en día, Colombia, al igual que por muchos años, ha consumido hidrógeno, especialmente en procesos de refinación de combustibles en las refinerías de Barrancabermeja y Cartagena, en la producción de fertilizantes y también en otros químicos esenciales para el funcionamiento de nuestra sociedad.
Ahora, el cambio o el nuevo paradigma en torno al hidrógeno se centra en su papel en la transición energética y en la descarbonización. En este sentido, el hidrógeno tendrá un rol fundamental en la descarbonización y la transición energética en sectores clave como el acero. En este sector, se espera que, para 2050, el 40% de la reducción de emisiones provenga de la introducción de tecnologías basadas en hidrógeno. Por otro lado, está el sector del cemento, que también podrá consumir hidrógeno como combustible en sustitución de combustibles fósiles, además de beneficiarse de sinergias con subproductos de la producción de hidrógeno, como el oxígeno, usado en procesos de oxicombustión para mejorar los rendimientos térmicos y reducir las emisiones.
En cuanto a la generación eléctrica, el hidrógeno jugará un rol importante. Para lograr una matriz energética sostenible, segura y asequible, necesitamos complementar las fuentes de energía. Así, se requerirá energía solar, eólica, hidroeléctrica, y el hidrógeno también vendrá a complementar esa matriz. Para 2050, se proyecta que el hidrógeno generará alrededor de 1,250 teravatios-hora, equivalente a lo que Colombia consumiría en aproximadamente 16 años, si se mantuviera su consumo actual.
En el sector transporte, el hidrógeno también será clave para la descarbonización. En el transporte aéreo, permitirá la producción de combustibles sostenibles y sintéticos para aviación; en el transporte marítimo, se espera que el hidrógeno y sus derivados aporten cerca del 60% de la energía necesaria. En el transporte terrestre, particularmente en carga pesada y largas distancias, el hidrógeno tendrá una participación destacada.
En conclusión, el papel del hidrógeno en la transición energética y la descarbonización será llevar esta transformación a sectores difíciles de descarbonizar. Su rol es complementario en esta transición, y se proyecta que, entre 2030 y 2050, el hidrógeno aporte hasta un 20% de la reducción de emisiones necesarias para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas.
360 Radio: Queremos impulsar las nuevas tecnologías y nos caracteriza un optimismo tecnológico. Este optimismo no es simplemente por decir que las cosas sucederán; siempre ha sido así. No podríamos volar si no existiera ese optimismo tecnológico.
Las tecnologías que hoy marcan la pauta son fundamentales, especialmente en la parte de almacenamiento, que representa un avance importante hacia un futuro libre de emisiones.
Juan David Giraldo: A mí me gusta ser optimista; en general, creo que soy una persona excesivamente optimista. En este sentido, creo que es importante resaltar que los desarrollos tecnológicos se han acelerado en los últimos años. Hace aproximadamente dos o tres años, la Agencia Internacional de Energía, que publica informes periódicos sobre el estado de las tecnologías para la transición hacia 2050, nos decía que el 50% de las tecnologías necesarias para alcanzar el cero neto en 2050 aún estaban en desarrollo. En el informe del año pasado, ese porcentaje disminuyó a alrededor del 30%, lo cual muestra un avance tecnológico significativo en los últimos años.
Ahora bien, lo que nosotros vemos como relevante desde la Asociación es la oportunidad que representa para Colombia, en términos de reindustrialización, el desarrollo de tecnologías que aporten a la competitividad del hidrógeno. Existen múltiples avances internacionales en producción que fortalecen esta competitividad. Un reto actual, pero con potencial de convertirse en oportunidad, es la disponibilidad de minerales críticos, tema clave no solo para el hidrógeno, sino para toda la transición energética. Es crucial garantizar un suministro confiable de estos minerales, necesarios tanto para las tecnologías de producción como para el uso en celdas de combustible.
En cuanto a tecnologías de producción de hidrógeno, actualmente existen tres o cuatro opciones comerciales de electrolizadores, cada una con sus propios requerimientos de minerales críticos. Los electrolizadores de membrana de intercambio de protones (PEM), los electrolizadores alcalinos, que han sido usados históricamente, y los electrolizadores SOEC, o de óxido sólido, requieren minerales como el iridio y el platino, concentrados en países como Sudáfrica y China. Esto genera una gran dependencia de estos países y plantea retos de competitividad geopolítica. A nivel técnico, es importante buscar alternativas para reemplazar minerales escasos por otros más abundantes, manteniendo los mismos rendimientos.
Por ejemplo, la Universidad EAFIT en Colombia está desarrollando celdas de electrólisis inspiradas en la geometría de las mitocondrias, utilizando membranas más accesibles que prescinden del platino y otros materiales costosos. Además, el reciclaje es esencial. La “pila” o “stack” de los electrolizadores, que es su componente principal, requiere reemplazo cada 7 a 10 años, por lo que es vital establecer dinámicas de economía circular para reciclar materiales en nuevos electrolizadores.
La escalabilidad de los proyectos también es fundamental. En 2020, el mayor electrolizador operativo tenía una capacidad de 20 megavatios; hoy en día, la planta de electrólisis más grande tiene aproximadamente 260 megavatios, es decir, diez veces más grande. Este crecimiento plantea retos técnicos importantes que exigen desarrollar capacidades y conocimientos sobre su operación a gran escala.
Finalmente, respecto a los avances tecnológicos, se están investigando métodos de electrólisis directa con agua de mar, evitando procesos de purificación costosos. También se trabaja en el almacenamiento de hidrógeno a presiones más altas, como los 700 bares logrados en Chile, en comparación con los 200 bares de los vehículos de gas natural en Colombia. Esto supone retos técnicos importantes, pero también beneficios en aplicaciones como el transporte. Esta semana, por ejemplo, Cummins, uno de nuestros asociados, estableció un récord con un camión de hidrógeno que recorrió casi 3,000 km con una sola carga, lo que equivale a viajar de Bogotá a Cartagena tres veces.
Este panorama muestra un sector en constante inversión y desarrollo tecnológico, con un avance significativo hacia un futuro más sostenible.
360 Radio: Desde nuestras redes sociales llega una pregunta que dice lo siguiente: en la mayoría de los escenarios técnicos, académicos y empresariales se habla del hidrógeno a un nivel más elevado, me imagino que es el nivel técnico que manejan acá. La pregunta es: ¿cómo ha pensado la Asociación llevar el conocimiento sobre hidrógeno al colombiano de a pie? ¿Cómo hacer pedagogía?
Juan David Giraldo: Es muy importante, es súper importante. Muchas veces nosotros, especialmente los ingenieros, tenemos ese sesgo por lo técnico. Nos encanta hablar de kilovatios-hora, de electrolizadores, de minerales críticos, de especificaciones. Pero el reto real es cómo traducimos ese lenguaje al ciudadano de a pie.
Uno de nuestros objetivos como Asociación es crear una imagen mental del hidrógeno que todos puedan entender. Si yo te digo “energía solar” o “energías renovables”, probablemente pienses en un panel solar o en una turbina eólica. Ya tenemos una imagen mental sobre energías renovables. Ahora bien, ¿qué nos imaginamos cuando decimos “hidrógeno”? Eso es lo que buscamos: bajar ese conocimiento al ciudadano común.
Estamos desarrollando varias estrategias. Desde el año pasado, recorrimos tres regiones y siete ciudades, involucrando a más de 500 personas y 40 organizaciones para discutir el impacto que podría tener el hidrógeno en cada ciudad y región. Esta iniciativa, llamada H2 Tour Colombia, tuvo el objetivo de entender las percepciones de diferentes sectores y comunidades respecto al hidrógeno y su potencial impacto en sus regiones. De esta manera, hemos empezado a orientar el hidrógeno no solo como un concepto técnico, sino como una tecnología con impacto tangible en cada comunidad.
Vemos una gran oportunidad para Colombia en términos de reindustrialización. Por ejemplo, cada año Colombia importa dos millones de toneladas de fertilizantes. ¿Cómo logramos que esos fertilizantes se produzcan de manera nacional con tecnologías limpias? Esto también podría beneficiar la competitividad de los negocios de las comunidades agrícolas. Imagina que producimos cacao con fertilizantes verdes y luego lo exportamos con ese sello de sostenibilidad a mercados como Europa. Lo mismo con el café y otros productos agrícolas de nuestra canasta. Así, es como creemos que podemos enganchar y crear un vínculo real con las comunidades.
360 Radio: Sobre el gas natural y lo que hizo en Inglaterra para cerrar el círculo… es decir, no se genera suministro porque no hay demanda, y la demanda no se estimula porque no hay suministro. Por eso es tan importante una asociación que articule a todos los agentes de la cadena del hidrógeno en Colombia. Mi pregunta es: ¿cómo podemos promover la demanda de hidrógeno en el contexto colombiano? ¿Se puede realmente incentivar una producción significativa?