EDITORIAL
Nuestro editorial para esta semana tiene que ver con el pico y placa, la medida que hasta el día de hoy no se ha establecido por parte de la autoridad de transporte y ambiente: el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Y es que con la vuelta a la nueva normalidad con la reapertura económica que se está dando y con algunas cosas que quizás no deberían estar sucediendo como que algunos empleadores llamen a empleados para que trabajen en las oficinas, cuando pueden hacer su trabajo desde la casa, obviamente el tráfico vehicular ha venido colapsando poco a poco, semana tras semana, de una manera considerable tanto que se puede leer en distintas redes sociales cómo las personas le piden al alcalde Daniel Quintero restablecer esta medida o por lo menos revisar qué decisiones se podrían tomar para mejorar la movilidad en las horas pico.
Lo cierto es que Medellín viene funcionando sin pico y placa desde que comenzó la cuarentena, y antes de iniciar veníamos con pico y placa de todo el día por la contingencia ambiental que la ciudad cada año entre los meses de marzo y abril. Ahora que está tan de moda la palabra reinventarse, se debe revisar lo que venía funcionando antes y quizá volverlo a pensar, a diseñar o a ver si hay otra solución más efectiva. Esta es la oportunidad para pensar en alternativas al fallido pico y placa, una medida que ya tiene más de 15 años en la ciudad, que poco soluciona la movilidad de las personas en toda el área metropolitana; lo que ocasiona esta medida es adelantar o aplazar las congestiones vehiculares.
Seguramente, el alcalde Daniel Quintero junto con su equipo, debería tener presente esta consideración en su agenda. ¿Qué medida diferente al pico y placa puede servir para permitir a las personas movilizarse sin tantas restricciones y sin agrupar a todos en unas mismas horas pico? Y sin dejar a un lado la pandemia, ¿cómo seguir incentivando o promoviendo el teletrabajo para que evitemos colapsos innecesarios en el transporte público y congestiones? Tenemos la responsabilidad de darle soluciones de fondo, de largo aliento y sobre todo reales y responsables a un tráfico que lleva más de 15 años esperando distintas soluciones, pero que se han aplazado con el tiempo.
Algunas medidas podrían ser simplemente como el cargo por congestión que se ha utilizado en Cali y Bogotá, que también es conocido como un cargo por movilizarse y no tener pico y placa, en no circular voluntariamente en unas horas y tener alguna disminución en un impuesto, fortalecer la red de cámaras para vigilar a las personas que se movilicen en las horas pico lo hagan con más de dos personas y toda una clase de opciones que seguramente podrían tener en cuenta entre la Secretaría de Movilidad de Medellín y el Área Metropolitana haciendo mesas conjuntas con universidades, gremios y empresas, porque es real que en una reactivación económica el pico y placa no colabora, pues estaríamos llevando a las personas al transporte público en donde hay más probabilidades de contagio.
Es importante que se tomen medidas de fondo rápidamente pero de forma seria y sin improvisación que le permitan a todos los ciudadanos seguirse cuidando, movilizándose en tiempos óptimos de desplazamiento con seguridad a la hora de transitar por la ciudad, pues recordemos que la seguridad ha venido presentándose con mayor frecuencia en todo el país por cuenta del desempleo y la pobreza que han incrementado ligeramente en medio de esta pandemia. Dicho esto, es realmente necesario que se revise este, se corrija y se planteen algunas soluciones.