Caracas vuelve a ser escenario de tensión y represión. Esta semana, el régimen de Nicolás Maduro abrió una nueva fase en su ofensiva contra la oposición política, al no descartar públicamente el arresto de María Corina Machado, líder de Vente Venezuela (VV), actualmente en la clandestinidad tras ser inhabilitada políticamente y acusada de conspiración.
Durante una rueda de prensa ofrecida el miércoles a medios oficialistas, Diosdado Cabello, considerado el número dos del chavismo, lanzó una advertencia velada pero contundente: “Todo tiene su momento en esta vida, todo, siempre llega y llega en el momento exacto”, afirmó, en referencia al posible arresto de Machado. Y agregó: “No nos desesperemos, hay averiguaciones abiertas y todo llega en su momento”.
La frase, pronunciada con tono amenazante, evoca directamente el caso del líder opositor Leopoldo López, quien fue encarcelado en 2014 y pasó siete años detenido antes de escapar del país en 2020. “Hay gente que se cree intocable”, remató Cabello.
Panorama general: Cabello aseguró que en las últimas semanas se ha incautado armamento de guerra en distintos puntos del país, aunque evitó dar detalles concretos sobre los hallazgos. “En Los Teques (estado Miranda) encontramos un arsenal”, dijo. También afirmó que en el estado Zulia se planeaban ataques con granadas contra centros de votación durante los comicios legislativos y regionales del pasado 25 de mayo, en los que el oficialismo se adjudicó la mayoría de cargos en medio de un llamado a abstención por parte de la oposición.
Según el dirigente chavista, suman ya 70 personas detenidas en apenas mes y medio, incluidos varios ciudadanos extranjeros, por presunta vinculación con estos supuestos hechos violentos.
“Esto es muy grave, los hechos terroristas que pretendían acometer, y es muy grave que la derecha venezolana esté utilizando la violencia como una forma de buscar el poder”, declaró Cabello, vinculando directamente a Machado y a su entorno con estos supuestos complots.
Régimen de Maduro endurece persecución contra María Corina Machado y dirigentes de la oposición
Por qué es importante: La presión del régimen no solo recae sobre Machado. Juan Pablo Guanipa, uno de sus principales aliados, fue capturado dos días antes de las elecciones regionales. Guanipa, de 60 años, llevaba meses en la clandestinidad. Su última aparición pública fue el 9 de enero, cuando acompañó a María Corina en una concentración opositora que rechazaba la investidura de Maduro para un tercer mandato consecutivo.
Más recientemente, Catalina Ramos, dirigente nacional de Vente Venezuela, fue detenida este lunes en Caracas. Según denunció el Comité de Derechos Humanos de VV, Ramos fue “secuestrada por esbirros del régimen” y, hasta ahora, no se tiene información sobre su paradero ni su estado de salud.
“Catalina Ramos, coordinadora nacional de Asociaciones Ciudadanas de Vente Venezuela y expresidenta de la Asociación de Egresados de la Universidad Simón Bolívar, fue secuestrada este lunes, 26 de mayo. Es una mujer brillante, profesional, mamá de tres jóvenes, bióloga de profesión y una compañera incondicional”, expresó el partido en un comunicado publicado en la red social X.
Denuncias de fraude y silencio institucional
El trasfondo de esta nueva ola represiva se remonta a las elecciones presidenciales de julio pasado, cuyos resultados fueron calificados de fraudulentos por la oposición. El chavismo proclamó la reelección de Maduro, mientras que buena parte de la comunidad internacional y los sectores democráticos del país respaldan como ganador legítimo a Edmundo González Urrutia, hoy en el exilio.
A ello se suma la falta de transparencia del Consejo Nacional Electoral (CNE), que aún no ha publicado los resultados desagregados, como exige la ley, alegando un supuesto “hackeo” de sus sistemas informáticos.
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