Restablecer la mesa de diálogos con el Eln, desmontar el paramilitarismo, además de acabar con el Esmad y con el servicio militar obligatorio, hacen parte de las peticiones de los indígenas para levantar el paro.
Por: Redacción 360 Radio
Los representantes de la minga y los negociadores del Gobierno parecen distanciarse con cada día que avanza el paro, el cual ya ajusta 19 días y deja pérdidas superiores a los 60 mil millones de pesos.
El primer obstáculo tiene que ver con la presencia de Iván Duque en el Cauca. Los indígenas se mantienen en la posición de que solo quieren negociar con él y exigen que el presidente sea quien atienda sus peticiones, sin que se condicione “el derecho a la protesta”.
Sin embargo, Duque ha sido enfático en recalcar en que solo irá al Cauca cuando los indígenas levanten el bloqueo de la vía Panamericana y se acaben las vías de hecho, petición que no es bien recibida por la minga indígena.
Otro punto importante y en el que se evidencian las mayores diferencias tiene que ver con el acceso a la tierra. De acuerdo con los nativos, el gobierno debe entregarles 49.100 hectáreas, prácticamente la extensión de un departamento, sin embargo, la contra propuesta del Gobierno es de 1.500 hectáreas.
Allí Duque y la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, han sido tajantes. No hay disponibilidad de semejante proporción de territorio y en caso de que hubiera, no hay recursos para adquirirlos. “Una compra de tantos billones de pesos es imposible”, aseguró el pasado jueves el presidente Iván Duque durante una alocución.
El tema económico también ha sido un tema que ha resquebrajado las negociaciones. Los indígenas del Cauca quieren que se les otorgue 3,6 billones de pesos para los próximos cuatro años, pero el presupuesto del Gobierno para atender a toda la comunidad indígena del país es de 10 billones para los mismos años.
Esto significa que solo la comunidad indígena del Cauca pretende el 36% de la totalidad de los recursos, algo totalmente inviable para este y para cualquier Gobierno.
Asimismo, el restablecimiento de la mesa de diálogos con el Eln, el desmonte del paramilitarismo, que se cumplan los acuerdos firmados con la guerrilla de las Farc, además de acabar con el Esmad y con el servicio militar obligatorio, hacen parte de las peticiones de los indígenas para levantar el paro.
Por lo pronto no se avecina una solución a este paro, en el que el sector de la construcción y el de los alimentos han sido los más perjudicados.
El llamado de Duque ha sido al de la prudencia y al de no pedir cosas incumplibles, pero la minga indígena no parece dar el brazo a torcer, por lo que queda este interrogante: ¿Quién ganará este pulso que tiene como único perdedor la economía colombiana?