Este tipo de rutinas alejadas de los estándares llevan años cociéndose en EEUU, núcleo de los métodos de gestión del tiempo y la productividad.
Por: Cristian Camilo Muñoz
Tal y como lo hacen grandes personalidades exitosas, Filipe Castro, director de marketing de Prodsmart se levanta todos los días a las 4 de la mañana para trabajar, y según varios de sus estudios, esta sería la hora ideal para que el trabajo sea más productivo y sin distracciones.
«Descubrí que desde entonces hasta las siete de la mañana no hay distracciones, como si nada ocurriese en el mundo. Eso me ayuda a concentrarme más y a ser más productivo, en esas horas resuelvo gran parte del trabajo del día» Luego de dos horas trabajando, hace ejercicio y regresa a la oficina a las 10 de la mañana con la mayoría de tareas listas.
Este tipo de rutinas alejadas de los estándares llevan años cociéndose en EEUU, núcleo de los métodos de gestión del tiempo y la productividad. Cuentan con su propia literatura, infinidad de manuales, escuelas y gurús que con sus particularidades; coinciden en lo esencial. «Todos los estudios indican lo mismo: que la dos horas más productivas son las primeras del día, nada más llegar al trabajo, que suele ser de 9 a 11» afirma Dan Ariely, catedrático de sociología y economía conductual de la universidad de Duke.
«No es que seamos más productivos a las 4 de la mañana, es que el entorno en sí mismo lo es», concluye Dan Ariely. Se trata de recolocar el puzzle para hacerlo encajar.