Por: Sergio Martínez Medina – Comisionado de la Comisión de Regulación de Comunicaciones CRC (2019-Agosto 2022)- Alto Consejero Distrital de TIC de la Alcaldía Mayor de Bogotá (2016-2019).
En el marco del Congreso Internacional de Comunicaciones- ANDICOM, el Presidente de la República, Gustavo Petro, anunció que una de sus prioridades será la masificación de fibra óptica en el territorio nacional, con el objetivo de llevar conectividad de primer nivel a todos los colombianos. Ante este panorama, para construir un “plan de masificación de fibra óptica” será necesario diseñar unas políticas públicas que integren tanto el esfuerzo público como el privado y que contemplen una serie de proyectos diferentes a los que tradicionalmente se han implementado en el sector de las comunicaciones. Para contribuir con este propósito nacional, propongo adelantar una serie de iniciativas para que las regiones de nuestro país puedan acceder a los beneficios de contar con Internet de alta velocidad.
Para empezar, es necesario revisar los recursos públicos que se pueden utilizar para el desarrollo de fibra óptica, debido a que ya existen recursos comprometidos para los programas de conectividad social (wifi o satelital) y no se pueden disponer de los mismos para asignarlos a programas diferentes a los que están destinados. Este proceso implicará revisar la programación del Fondo de Comunicaciones (FonTIC), y así focalizar de manera eficiente el presupuesto público. En esta nueva programación, se puede contemplar el diseño de planes de promoción de fibra óptica en las ciudades, con metas o indicadores de cobertura, a cambio de una disminución en la contraprestación que pagan los operadores de comunicaciones al Estado, de forma similar a los programas sociales que se han desarrollado en Europa.
La conectividad de fibra óptica implicará necesariamente la incorporación de presupuestos locales, regionales o departamentales y debe ser una obligación de los territorios contribuir con esta política de Estado. El primer aporte, debe partir de una reasignación de las regalías, para usarlas en llevar la conectividad de alta velocidad a todos los colegios públicos. También, se puede explorar la reasignación de los impuestos que se extraen de la industria TIC para que se destinen a la conectividad, como por ejemplo algunas estampillas municipales o tributos especiales que cobran los municipios colombianos y que deberían tener como destinación específica el cierre de la brecha digital.
DEL MISMO AUTOR: Una arenera para transformar la conectividad de Colombia
En cuanto al sector privado, hay que generar los mecanismos para que los operadores de infraestructura, empresas de comunicaciones u otros sectores de servicios públicos, como las empresas de energía, inviertan de manera decidida en el despliegue de redes de fibra óptica. Para que esto ocurra se debe estructurar una regulación que profundice la compartición de redes, incentive el desarrollo de redes “neutrales”, es decir, permitir el aprovechamiento de las redes de fibra óptica por parte de otros operadores de red; lo que contribuirá a la explotación de las redes actuales y generará los incentivos para que las empresas públicas o privadas realicen este tipo de negocios.
Para adelantar la “revolución de la fibra” es urgente que el Gobierno Nacional lidere de forma decidida una “reforma urbana” que habilite la instalación de esta fibra en el suelo urbano y rural. Existen serias restricciones en los planes de ordenamiento territorial que impiden el uso del espacio público o el mobiliario urbano para desplegar redes de comunicaciones y por lo tanto se requiere una activa articulación entre las entidades nacionales y locales para superar de forma definitiva este obstáculo.
El reto de llevar la fibra óptica a todos los territorios planteado por el Presidente de la República, es enorme; no es sencillo y va a requerir con una elevada capacidad de planeación, gestión y ejecución. En este punto, la primera tarea será crear una “unidad especial” en el Ministerio de Comunicaciones (MinTIC) que estructure estos proyectos de conectividad. Asimismo, se deberá generar un nuevo “diálogo” con las regiones y territorios para articular este proceso de forma efectiva y sin lugar a dudas es prioritario revisar el funcionamiento del Fondo de Comunicaciones para que los recursos públicos se utilicen de manera eficiente. Esta reforma institucional, debería ser acompañada por el Departamento Nacional de Planeación, DNP, para que este plan de fibra óptica sea prioritario en el Plan Nacional de Desarrollo.
No olvidemos, que la fibra óptica es el insumo fundamental para el desarrollo de las redes de 5G, y como tal no se puede aislar de este otro objetivo nacional que es traer esta tecnología móvil al país, por lo que no se pueden ver estos proyectos de forma aislada sino complementaria.
La implementación del plan de conectividad social de fibra óptica deberá surtir cambios legales, regulatorios y normativos que hay que comenzar a trabajar de manera inmediata; no se puede perder tiempo, ante la urgencia de llevar a todos los colombianos la conectividad que se merecen.
LEA AQUÍ A NUESTROS COLUMNISTAS