La calificadora de riesgo Fitch Ratings durante su intervención subrayó que, tras un periodo de altas tasas de crecimiento económico, se espera una inevitable desaceleración. «Hemos visto un crecimiento robusto en los últimos años, pero es normal que tras esas cifras altas haya un ajuste», señaló. En su análisis, la firma pronostica que el Producto Interno Bruto (PIB) del país crecerá un 1,5 % en 2024, con un aumento proyectado a 2,8 % para 2025.
Fitch Ratings presenta perspectivas económicas para Colombia y advierte sobre déficit presupuestario
Estas proyecciones, que fueron previamente expuestas en un evento en Medellín, indican una ligera mejora en las perspectivas económicas de Colombia. Sin embargo, Francis fue claro al afirmar que esta mejora no será suficiente para alterar la calificación crediticia del país, que fue rebajada en 2021 tras el estallido social y las consecuentes repercusiones económicas.
Un aspecto crítico de la presentación fue la alerta sobre el déficit en el Presupuesto General de la Nación para 2025, que podría ser superior a los $12 billones inicialmente estimados. Francis afirmó que, incluso si se lograra obtener esta cantidad, el país enfrentaría un vacío financiero considerable. «Probablemente veamos un déficit similar el próximo año, lo que generará más incertidumbre sobre el futuro económico del país», advirtió.
El analista también hizo hincapié en que es inusual observar un presupuesto tan «desordenado». Esta falta de claridad ha suscitado dudas sobre algunas de las fuentes de financiamiento, que podrían resultar insuficientes, tal como ocurrió en 2023. «Es fundamental que se clarifiquen estas fuentes para asegurar la estabilidad fiscal y económica», comentó Francis.
Fomento en la inversión y en la confianza
Las proyecciones de Fitch Ratings tienen implicaciones significativas para la confianza de los inversionistas en Colombia. Un déficit presupuestario elevado, combinado con una calificación crediticia baja, puede disuadir a los inversores tanto nacionales como internacionales. Las empresas y los consumidores suelen ser más cautelosos en un entorno de incertidumbre fiscal, lo que podría frenar el crecimiento económico que tanto se necesita.
El contexto económico en Colombia es complejo, con factores como la inflación y el aumento en las tasas de interés afectando el poder adquisitivo de los ciudadanos. Además, el país se enfrenta a desafíos estructurales que requieren atención inmediata, incluyendo la necesidad de reformas en el sistema de pensiones y en el mercado laboral.
Francis concluyó su presentación instando a las autoridades a abordar estos desafíos de manera proactiva. «Es imperativo que el Gobierno tome medidas efectivas para restaurar la confianza en el sistema económico, garantizando la transparencia y la sostenibilidad de las finanzas públicas», enfatizó.
La reciente intervención de Fitch Ratings resalta la urgencia de una gestión fiscal responsable en Colombia. Con un déficit que podría superar las proyecciones iniciales y un crecimiento económico que, aunque moderadamente optimista, enfrenta serias advertencias, la situación económica del país exige atención y acción inmediata.
El futuro de la economía colombiana dependerá no solo de las políticas fiscales que se implementen, sino también de la capacidad del Gobierno para generar confianza entre los inversionistas y la población en general. Mientras se espera la respuesta de las autoridades a estos desafíos, el país se encuentra en una encrucijada crucial que determinará su trayectoria económica en los próximos años.