FMI advierte que inversionistas no han medido riesgos por cambio climático

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La multinacional financiera estadounidense Morgan Stanley dice que en el agro están los desafíos porque los cultivos más buscados están en zonas que podrían desaparecer. El FMI dice también que los riesgos por el cambio climático también pueden ser oportunidades de innovar que generen valorización. 

Por: Redacción 360 Radio 

El cambio climático con sus olas de calor, incendios forestales, fuertes lluvias e inundaciones por todo el mundo hacen que sea necesario recalibrar el valor de los activos para evitar la corrección repentina de valores insostenible o «momento Minsky» en el que los inversionistas piensen de manera simultánea que los valores son insostenibles.

El coste se puede medir por las vidas perdidas pero también en valor económico destruido y además potencialmente creado, a medida que los gobiernos cambian políticas para contener o mitigar la crisis climática. Es necesario revisar las suposiciones obsoletas sobre el valor de los activos.
Hasta el momento las empresas han prestado poca atención a los efectos del cambio climático y más al coste y el riesgo de la descarbonización. El FMI -Fondo Monetario Internacional- demuestra que las acciones no han valorado los riesgos. La percepción es que estos riesgos son remotos y es difícil mapear las interacciones entre la economía y las emisiones de gases de efecto invernadero.
El FMI estima que en un escenario de «cero emisiones netas» donde haya una descarbonización ambiciosa, los rendimientos acumulados durante 40 años serían un 10% más bajos que en una base de referencia donde se supondría que no hay cambio climático.
Esto quiere decir que de alguna forma los inversores ignoran los riesgos climáticos a largo plazo.
La agricultura es uno de los sectores más afectados. Los cultivos de trigo, arroz, maíz, soja están en zonas en riesgo. Los empresarios temen el disparo de precios de materia prima.
Los precios del aceite de palma también podrían subir para 2050 dependiendo del aumento de las temperaturas.
La posible escasez de agua también puede ser un problema determinante. Para el 2030 podría haber una demanda de agua duce que supere la oferta en un 40%.
Estas problemáticas también pueden ser oportunidades a medida que los Estados y las industrias se adaptan. Resaltan empresas que han diseñado formas novedosas de tratar por ejemplo aguas residuales industriales logrando una valoración alta.

 

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