Nuestro editorial para hoy lunes 5 de diciembre quiere rechazar el regalo que este Gobierno le ha dado sin justificación alguna a los motociclistas de Colombia con cargo al fisco nacional, con cargo a los colombianos que van a pagar la nueva reforma tributaria, que no son otros que los que ya han venido siempre pagando impuestos.
No tiene sentido que un seguro que es evadido al 60 % según Fasecolda tenga la indulgencia del Gobierno, diciéndoles a estas personas que les va a regalar el 50 % del SOAT, teniendo en cuenta que son quienes más se accidentan, quienes más ocasionan tragedias en las vías, quienes están evadiendo el seguro en un 60 %, quienes no pagan peajes, quienes no pagan la totalidad de impuestos a la hora de vender una moto, entre otras situaciones que para nada aportan.
¿Cuál es el fundamento del Gobierno para reducir en un 50 % el precio del SOAT para motociclistas?, ¿cuáles son las políticas, las fechas y los métodos con los que evaluará el éxito o el fracaso de esta decisión?, ¿acaso todo los grupos poblacionales en Colombia tienen que amenazar con bloquear vías y hacer paros nacionales para obtener lo que necesitan, como pasó con los motociclistas?, ¿por qué si en accidentes tan trágicos como el que vimos ayer en redes sociales, en donde una moto en la vía a La Vega, a Cundinamarca, atropelló a un ciclista al adelantar por la derecha siguen quedando no solamente impunes sino que son fomentados por el Gobierno?, ¿cuál es el verdadero motivo que los llevó a tomar esta decisión?
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El Gobierno debería no solamente ser responsable con las medidas que adelanta para beneficiar a poblaciones entendiendo que desincentivar el uso de la moto es lo que necesita Colombia y no fomentarlo. El SOAT, que está quebrado según las aseguradoras y según Fasecolda, lo que menos necesita es que se reduzca un precio que dicta el mercado por cuenta de la alta accidentalidad de los motociclistas.
Es una muy mala decisión carente de todo fundamento técnico de rigurosidad y de respponsabilidad que solo terminará fomentando más desorden, caos e inseguridad en las calles colombianas.