La salida del superintendente Giovanni Rubiano García marca un nuevo episodio en la inestabilidad institucional del sector salud. Su renuncia, presentada al presidente Gustavo Petro, fue confirmada por la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) en un comunicado oficial, y se produjo en medio de un ambiente político y administrativo especialmente tenso.
Panorama general: Rubiano había asumido el cargo en noviembre de 2024, tras la salida de Luis Carlos Leal, recordado por liderar las intervenciones de varias Entidades Promotoras de Salud (EPS). Sin embargo, su paso por la entidad no alcanzó el año. Durante su gestión no se decretaron nuevas intervenciones, aunque se mantuvo una vigilancia estricta sobre las EPS que permanecen bajo medidas especiales por problemas financieros y de gestión.
Uno de los rasgos más notorios de su administración fue la constante rotación de interventores en las principales entidades bajo control estatal. En el caso de la Nueva EPS —la más grande del país en número de afiliados— se registraron tres cambios de interventor en menos de un año, un hecho que evidenció tensiones internas y desacuerdos sobre la estrategia de control de las entidades intervenidas.
Cuarto cambio en la Supersalud durante el gobierno Petro tras la salida de Giovanni Rubiano
Por qué es importante: La renuncia de Rubiano se conoció el mismo día en que debía asistir a un debate de control político en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, junto con Gloria Libia Polanía, interventora de varias EPS, entre ellas la Nueva EPS. Ambos funcionarios se ausentaron de la sesión, lo que generó fuertes críticas en el Congreso.
El representante Andrés Forero fue uno de los más duros en sus cuestionamientos. “Hoy el país se entera de que durante el gobierno de Gustavo Petro ya vamos a tener cuatro superintendentes nacionales de Salud”, señaló, al tiempo que cuestionó la excusa presentada por Rubiano para no asistir al debate. Según el congresista, el superintendente alegó una cita odontológica de última hora, excusa que, de acuerdo con Forero, fue enviada de forma extemporánea y coincidió con la solicitud de su renuncia.
El legislador también se refirió a la situación de la interventora Polanía, quien enfrenta señalamientos por presuntamente haber desacatado más de 600 fallos de tutela, lo que acumularía 1.402 días de arresto pendientes. “La señora Polanía no quiso darle la cara a la Cámara ni al país. Si pisa el Congreso, la arrestan”, aseguró Forero, quien agregó que incluso la funcionaria habría intentado eludir la acción de la justicia.
.@giovannyrubiano salió por la puerta de atrás del desgobierno del “cambio”.
Sale con ruido de presunta corrupción, pero también parece que como en otras ocasiones @GA_Jaramillo se salió con la suya.
El @Supersalud se va sin darle la cara al país por la tragedia de Nueva EPS. pic.twitter.com/u56EV0iC6f
— Andrés Forero CD #1️⃣0️⃣1️⃣ (@AForeroM) October 15, 2025
Por ahora, la Casa de Nariño no ha informado quién asumirá el liderazgo de la Supersalud ni si esta decisión forma parte de una reestructuración más amplia dentro del sector. La renuncia de Rubiano llega en un momento clave, justo cuando el Gobierno intenta impulsar la reforma a la salud en el Congreso, en un contexto en el que la vigilancia y el control de las EPS siguen siendo uno de los puntos más delicados del sistema.
Con esta salida, el gobierno Petro completa cuatro superintendentes de Salud en menos de tres años, una rotación que refleja la dificultad para consolidar una línea de gestión estable en una de las entidades más estratégicas del sector. El futuro inmediato de la Supersalud, y su papel frente a la crisis del sistema, quedará en manos del próximo funcionario que asuma el reto de dirigirla.
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