El Gobierno Nacional avanza en uno de los programas de infraestructura más ambiciosos de los últimos años: “Vías para la Paz”, una iniciativa que busca fortalecer la conectividad regional, impulsar la economía local y consolidar la paz en los territorios históricamente más afectados por el conflicto.
Con una inversión estimada en $15,04 billones, el proyecto fue declarado de Importancia Estratégica por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES), tras la formulación liderada por el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Según explicó Natalia Irene Molina, directora general del DNP, el objetivo es intervenir corredores estratégicos nacionales y regionales para garantizar una conectividad más eficiente y equitativa. “Esta inversión permitirá fortalecer el desarrollo socioeconómico, reducir brechas territoriales y avanzar en la integración del país, en coherencia con los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026 ‘Colombia, Potencia Mundial de la Vida’”, señaló.
“Vías para la Paz”: $15 billones para transformar la conectividad y el desarrollo regional en Colombia
Panorama general: El plan contempla la ejecución de 20 proyectos viales, distribuidos en regiones claves como el Pacífico, Catatumbo, La Guajira, La Mojana, Antioquia, Arauca, Cundinamarca, Huila y Putumayo. Las obras estarán a cargo del Instituto Nacional de Vías (INVÍAS), y su ejecución se extenderá entre 2026 y 2035.
En el componente de vías nacionales, se destacan ocho corredores prioritarios:
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Quibdó – Medellín y Quibdó – Pereira, que mejorarán la conexión del Pacífico con el centro del país.
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Pasto – Estanquillo, vital para el comercio con Ecuador y Perú.
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San Francisco – Mocoa, una ruta clave para la Amazonía y la seguridad vial.
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Necoclí – Arboletes – Puerto Rey, corredor que fortalecerá el turismo y la salida hacia el Caribe.
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La Lejía – Saravena, que une la Orinoquía con los Santanderes.
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Candelaria – Laberinto, que integrará al Huila con el sur del país.
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Además, se incluye la rehabilitación y construcción de puentes nacionales para asegurar la continuidad de la red vial.
En cuanto a las vías regionales, el programa abarca 12 proyectos enfocados en mejorar la movilidad local y garantizar la seguridad alimentaria y la equidad territorial. Entre ellos se encuentran:
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Vía al Mar del Cauca y Samaniego – La Llanada – Sotomayor (Los Andes).
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Puente sobre el río Putumayo (Puerto Asís – Teteyé).
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Vías del Guavio (Cundinamarca).
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Arauquita – Saravena.
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Transversal del Catatumbo (Convención – Tibú – El Tarra y Convención – La Mata).
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Ruta del Arroz (San Marcos – Ayapel) y Mompox – Pinillos.
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Vía a El Aro y Santa Lucía – Moñitos – Puerto Escondido (Antioquia y Córdoba).
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Corredores para el pueblo Wayúu (La Guajira), en cumplimiento de la Sentencia T-302 de 2017.
El mapa del programa resalta en rojo los corredores prioritarios en departamentos como Chocó, Catatumbo, Cauca, Nariño y Buenaventura, zonas que han enfrentado históricamente rezagos en infraestructura y desarrollo.
Por qué es importante: El impacto del programa no solo será visible en los kilómetros de carretera construidos, sino también en su efecto económico y social. Se estima la creación de más de 39.000 empleos directos y 262.000 indirectos, lo que impulsará las economías locales y regionales.
Asimismo, los usuarios se beneficiarán con ahorros anuales de $2,5 billones en costos de operación vehicular y una reducción de 18,7 millones de horas de viaje al año, gracias a una infraestructura más moderna y eficiente.
Otro de los ejes del programa será la resiliencia vial, mediante el diseño de corredores menos vulnerables a deslizamientos, inundaciones y fallas estructurales. Estas mejoras garantizarán la continuidad operativa y una movilidad más segura en todo el territorio.
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