Más de 20 precandidatos han manifestado el interés de ser alcaldes de la ciudad de Cali, la mayoría de ellos, aparentemente, en contra de la actual administración, pero la llegada de Tulio, sacude el tablero político de Cali y genera unidad con su anuncio.
Por: Redacción 360 Radio
Desde hace muchos meses se venía conversando en distintos lugares de la Ciudad de Cali, sobre la posible inscripción o no de Tulio Gómez. Al realizar esta inscripción, existiría una posible inhabilidad que no le permitiría aspirar a ese cargo, ya que habría firmado ciertas vinculaciones contractuales con la administración local en virtud de la actividad económica que desarrolla una de sus empresas, el América de Cali. Además, también ha desarrollado negocios en los supermercados, a través de la montaña y la arepería.
Tulio Gómez habría presentado su movimiento ante la registraduría, donde afirmó que quería llegar por firmas y no a través de partidos políticos.
Ante su presunta inhabilidad, Tulio habría informado que tiene el aval de distintos bufetes de abogados, quienes le habrían indicado que podría hacer; pero esto se convertiría en un flanco de su campaña, quien muy posiblemente hará que sus competidores le apunten. Generando que en caso de ganar la alcaldía, Tulio puede padecer todo un vía crucis de demandas.
Otro de los peros, que muchos le ven a Tulio, es su llegada desde el sector privado, lo que podría llegar a sufrir un síndrome de Mauris Arbitach, y es que en el sector público, no es como en el sector privado; en donde se dice, se hace se ejecuta y se revisa. En el sector público, por lo general entre tanta burocracia, clientelismo, procesos, controles y sobre todo llegar a organizar una alcaldía como la de Cali, representaría una demanda, con un alto umbral de tolerancia a la frustración, porque se querrá hacer mucho, pero seguramente las herramientas serán limitadas.
Quizá uno de los impactos que Tulio más general en Cali, es que puede reunir a personas que estaban dispersas, en otras candidaturas, como la de Roberto Ortiz, concejal de Cali, quien fue segundo en las pasadas elecciones, más conocido como “el chontico”, con sus «chonticas» por toda la ciudad e incluso por Alejandro Eder, que quien a pesar de estar en otra candidatura a la alcaldía, aún no logra recoger el apoyo popular.
Es importante mencionar que Tulio, no solo tiene el barrismo del América, sino que se ha formado una imagen en toda la ciudad de que es un empresario que recupera de la pérdida de la quiebra y el desastre las situaciones que recoge. Además, su forma de ser, conecta con las bases populares de Cali. Las cuales ha sido una de las grandes barreras que han tenido algunos candidatos que si bien pueden gustar en algunos grupos empresariales, industriales, gremiales y de opinión, no conectan con la base popular.
Gómez tiene un gran reto y es recoger las firmas necesarias en casi 40 días, en una ciudad que está polarizada, en una ciudad que está buscando elementos distintos, pues este candidato, posee unas credenciales en donde podría encontrar un apoyo que le permita ser alcalde de Cali.
Para muchos la duda persiste sobre esa presunta inhabilidad, pues de ganar esas inhabilidades y esas decisiones quedan en manos de políticos y sobre todo políticos de Bogotá, en donde ya les tocaría a ellos entrar a blindar a Tulio a protegerlo o hacer acuerdos para evitar ingobernabilidad en Cali.
Es importante mencionar que Tulio es reconocido por un político que rescata las cosas del desastre, es así como rescato empresas como Supermercados, la 14, la areperia, sacó a la América de la B, entre otros.
Gómez tiene que recoger 50,000 firmas y desde luego, hay otros candidatos en ese espectro como Ana Carolina rojas que viene ganándose apoyos muy importantes por encima de otros de sus competidores más directos.
Se espera que en las próximas semanas se haga una convocatoria de nuevo a la unidad, para no llegar divididos a la campaña, pues, de seguir así, la torta estaría para todos y Cali fácilmente podría verse a abocada a una decisión del cual deriva una decisión democrática que no sea la más conveniente para la ciudad.
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