En un comunicado dirigido al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el presidente colombiano Gustavo Petro expresó su firme oposición a la decisión del ministro de Industria y Producción Nacional de Venezuela, Alex Nain Saab Morán, de vender y privatizar la empresa Monómeros, ubicada en Barranquilla.
Esta compañía ha sido un pilar fundamental en el suministro de insumos agrícolas para Colombia y Venezuela durante más de cinco décadas, y su posible privatización ha generado preocupación en ambos países, especialmente entre las comunidades agrícolas que dependen de sus productos.
Una empresa con impacto en la agricultura regional: Monómeros ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo agrícola de Colombia y Venezuela. La empresa, que se dedica a la producción de fertilizantes y otros insumos agrícolas, ha permitido que miles de familias de ambos países tengan acceso a insumos a precios accesibles, especialmente la urea, fundamental para mejorar la productividad de los suelos agrícolas.
En su comunicado, Petro resaltó que Monómeros no solo garantiza la productividad de las tierras agrícolas, sino que también asegura ingresos suficientes para los agricultores, quienes pueden obtener una vida digna a través de su trabajo.
Este suministro estable y asequible de fertilizantes ha sido determinante para la sostenibilidad de los cultivos en la región, y cualquier cambio en la estructura de la empresa, advierte Petro, podría generar un incremento en los costos de producción agrícola, lo cual se traduciría en un encarecimiento de los productos básicos de la canasta familiar en ambos países.
Gustavo Petro critica la privatización de Monómeros y defiende la soberanía alimentaria
Posibles efectos de la privatización: Según el presidente colombiano, privatizar Monómeros no solo afectaría a los agricultores, sino también a la soberanía alimentaria de la región, una preocupación que va más allá de los intereses nacionales de Colombia o Venezuela. “Esta decisión podría condenar a la pobreza y el hambre a millones de personas”, escribió Petro, haciendo énfasis en la importancia de esta empresa para la seguridad alimentaria en tiempos de incertidumbre económica y social.
El mandatario colombiano advirtió que la privatización de Monómeros traería consigo el encarecimiento de los productos agrícolas, lo que pondría en riesgo el acceso a alimentos básicos. Además, subrayó que esta medida obligaría a los agricultores a dependientes de insumos extranjeros, dejando sus tierras a merced de las fluctuaciones del mercado internacional, una situación que podría afectar gravemente la estabilidad de sus cultivos y sus ingresos.
Un cambio en el modelo productivo regional: Para Petro, el papel de Monómeros va más allá de la mera producción de fertilizantes. La empresa es vista como una pieza estratégica para impulsar un cambio en el modelo económico de la región, promoviendo una transición de una economía extractivista a una economía productiva.
En un mensaje publicado en X (anteriormente Twitter), el presidente colombiano afirmó que se opone de manera integral a la privatización de Monómeros y señaló que “la agricultura en Colombia y Venezuela es piedra angular para transitar de un sistema de economía extractivista a un sistema productivo que genera riqueza”.
Me opongo integralmente a una privatización de la empresa Monómeros localizada en Barranquilla.
Ya lo intentó insanamente el Dapre de Duque, ahora repite el ministro Saab.
La agricultura en Colombia y Venezuela es piedra angular para transitar de un sistema de economía… pic.twitter.com/K58omY8AWk
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 9, 2024
En su crítica, Petro también hizo referencia a un intento previo de privatización durante el gobierno de Iván Duque, aludiendo a las acciones del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) en su momento. Para el presidente colombiano, repetir ese intento ahora con la intervención del ministro Saab representa una amenaza para los esfuerzos que buscan impulsar un modelo económico que favorezca la autosuficiencia y la creación de riqueza en el sector agrícola.
Petro llama a reconsiderar la decisión: En su carta, Gustavo Petro insta a Maduro a reconsiderar la privatización de Monómeros, argumentando que la empresa ha sido fundamental para la seguridad alimentaria y el sustento de millones de familias tanto en Colombia como en Venezuela. “Esta compañía ha dado y puede seguir dando sustento a millones de familias en nuestros países”, afirmó Petro, apelando a los lazos históricos ya la responsabilidad compartida de ambas naciones para mantener el acceso a insumos agrícolas esenciales.
El llamado del presidente colombiano resalta la necesidad de defender y fortalecer las industrias nacionales que contribuyen al bienestar de sus poblaciones, especialmente en un contexto donde los desafíos económicos y climáticos son cada vez mayores. Petro subraya que la privatización no solo afecta la soberanía alimentaria, sino que también compromete la estabilidad económica de los agricultores, quienes podrían verse forzados a adquirir productos a precios elevados en los mercados internacionales, reduciendo así su capacidad de inversión y expansión.
Por qué es importante: La postura de Gustavo Petro sobre Monómeros refleja la importancia estratégica de las industrias públicas en el suministro de insumos críticos para la agricultura, un sector esencial para la soberanía alimentaria de cualquier país. La privatización de Monómeros podría traer consigo impactos sociales y económicos profundos, afectando a las familias agrícolas y, potencialmente, a millones de consumidores en Colombia y Venezuela.
Contexto: Este es el segundo intento de privatizar Monómeros en los últimos años. El primero tuvo lugar bajo la administración de Iván Duque en Colombia, y ahora se plantea nuevamente bajo la gestión del ministro venezolano Alex Saab. Ambos intentos han sido criticados por sectores que ven en Monómeros un activo vital para el desarrollo agrícola y la autosuficiencia alimentaria en la región.
Panorama general: La postura de Petro subraya una visión política que prioriza el control nacional de industrias clave en sectores estratégicos como el agrícola. Esta postura se alinea con la búsqueda de modelos económicos más sostenibles y menos dependientes de las fluctuaciones del mercado internacional, una tendencia que ha tomado fuerza en América Latina en los últimos años.
La posible privatización de Monómeros no solo representa un desafío económico, sino también una disputa ideológica sobre el papel del Estado en sectores estratégicos y la defensa de la soberanía alimentaria en un mundo cada vez más globalizado.
Este debate abre una pregunta sobre el futuro de las políticas de ambos países y el camino que decidirán tomar para fortalecer sus economías y proteger a sus agricultores, asegurando al mismo tiempo el acceso a alimentos para sus ciudadanos.