En un drástico giro a los esfuerzos de paz, el presidente Gustavo Petro anunció el “cierre” de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras un atentado terrorista que sacudió la base militar de Puerto Jordán, en el departamento de Arauca. El ataque, que resultó en la muerte de dos militares y dejó heridos a otros 25, fue perpetrado con cilindros explosivos lanzados desde una volqueta, una táctica recurrente en los actos violentos de esta guerrilla.
Panorama general: Durante la posesión de la Magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, Claudia Regina Expósito. Gustavo Petro, visiblemente afectado, confirmó la autoría del ataque por parte del ELN, grupo con el cual su Gobierno había entablado conversaciones de paz. “Prácticamente es una acción que cierra el proceso de paz con sangre”, declaró el mandatario, subrayando la gravedad de este acto que, en sus palabras, pone fin a los diálogos con esa guerrilla. Este atentado se suma a una serie de desafíos que ya mantenían las negociaciones en un estado crítico desde abril.
Gustavo Petro da fin a las negociaciones de paz con el ELN tras atentado en Arauca
Las conversaciones con el ELN llevaban congeladas desde el 11 de abril de 2024. A pesar de los intentos del Gobierno de Gustavo Petro por reactivar las negociaciones, el ELN presentó demandas que fueron consideradas inviables. Entre las más recientes, la guerrilla pedía ser retirada de la lista de Grupos Armados Organizados, lo que hubiese obligado al Gobierno a reducir los operativos militares en su contra, una concesión que el Ejecutivo no estuvo dispuesto a hacer.
Por qué es importante: En agosto, el Frente de Guerra Occidental del ELN demostró su fuerza al declarar un paro armado que paralizó a 50,000 personas en Chocó durante nueve días, intensificando la presión sobre el Gobierno de Gustavo Petro. El cese al fuego bilateral, acordado previamente en el séptimo ciclo de negociaciones, había concluido el pasado 23 de agosto, y la violencia en las regiones donde el ELN opera se intensificó desde entonces.
El proceso de paz con el ELN se encontraba en una fase precaria, a pesar de algunos avances previos, como la inclusión de la sociedad civil en las negociaciones y el cese al fuego bilateral que duró un año. Sin embargo, la incapacidad de las partes para llegar a acuerdos sustanciales, sumada a la insistencia del ELN en demandas difíciles de cumplir, terminó por quebrantar los esfuerzos de paz.
