El Congreso de la República vive horas clave en la discusión política y social más relevante de las últimas semanas: la posibilidad de convocar una consulta popular para definir el futuro de la reforma laboral, luego de su hundimiento en la pasada legislatura. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, fue contundente en su postura: la solución está en las manos del pueblo colombiano.
A través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), Sanguino declaró que “hoy y mañana son días cruciales en el Senado para la democracia y los derechos laborales”, en referencia al inminente debate sobre la consulta popular que propone el gobierno como camino alternativo para sacar adelante la ambiciosa reforma que fue frenada por el Legislativo.
Hoy y mañana, días cruciales en el @SenadoGovCo para la democracia y los derechos de los trabajadores y trabajadoras: se impondrá una mayoría por la #ConsultaPopularYA Una mayoría democrática que sabe que la manera más segura de corregir el equivocado hundimiento de la reforma…
— Antonio Sanguino (@AntonioSanguino) May 13, 2025
“La manera más segura de corregir el equivocado hundimiento de la reforma laboral es entregándole y devolviéndole el poder de decisión a la gente, a los ciudadanos”, señaló el jefe de la cartera laboral.
Su trino confirma que el Gobierno no está dispuesto a renunciar a la reforma, considerada por el presidente Gustavo Petro como una de las tres columnas vertebrales de su mandato, junto a la reforma a la salud y la reforma pensional.
Por qué es importante: La reforma laboral fue uno de los proyectos estrella del gobierno Petro. Su hundimiento en el Congreso a mediados del año legislativo generó críticas tanto desde los sectores oficialistas como desde la oposición, y ha sido visto por el Ejecutivo como una decisión contraria a los intereses de los trabajadores.
La propuesta contemplaba medidas como la reducción de la jornada laboral, la ampliación de los recargos por trabajo nocturno y dominical, mayores garantías para el trabajo sindical y la formalización del empleo en sectores históricamente precarizados, como el de las plataformas digitales y el agro.
La caída del proyecto en la Comisión Séptima del Senado fue atribuida, según el Gobierno, a maniobras dilatorias y falta de voluntad política por parte de sectores de oposición y de partidos tradicionales que antes eran aliados.
Frente a este panorama, la opción de llevar la iniciativa a las urnas mediante una consulta popular se ha posicionado como una salida legítima y democrática para el Ejecutivo.
Consulta popular para reforma laboral en Colombia: ¿qué propone el gobierno de Petro?

Detalles de la consulta: La consulta popular contiene doce preguntas diseñadas por el Gobierno Nacional, que abordan temas sensibles del panorama laboral colombiano.
Entre ellas se incluyen aspectos como la duración máxima de la jornada laboral, el pago de recargos por trabajo en días festivos, la formalización del trabajo informal, y la estabilidad mediante contratos a término indefinido.
Algunas de las preguntas incluidas son:
- ¿Está de acuerdo con que la jornada de trabajo dure máximo 8 horas y la jornada diurna sea entre las 6:00 a. m. y las 6:00 p. m.?
- ¿Está de acuerdo con que se pague un recargo del 100 % por el trabajo los días de descanso dominical o festivo?
- ¿Está de acuerdo con que las micro, pequeñas y medianas empresas productivas reciban tasas de interés preferenciales para sus proyectos?
- ¿Está de acuerdo con que las personas puedan tener permisos necesarios para citas médicas o licencias por menstruaciones incapacitantes?
- ¿Está de acuerdo con que las empresas deban contratar al menos dos personas con discapacidad por cada 100 empleados?
- ¿Está de acuerdo con que los aprendices del SENA tengan un contrato de aprendizaje de carácter laboral?
- ¿Está de acuerdo con que trabajadores de plataformas de reparto acuerden su tipo de contrato y tengan seguridad social?
- ¿Está de acuerdo con un régimen especial que garantice derechos y salarios justos a los trabajadores agrarios?
- ¿Está de acuerdo con eliminar la tercerización laboral mediante contratos sindicales?
- ¿Está de acuerdo con la formalización de trabajadoras domésticas, periodistas, artistas y otros informales?
- ¿Está de acuerdo con promover la estabilidad laboral con contratos a término indefinido como regla general?
- ¿Está de acuerdo con un fondo especial para reconocer un bono pensional a campesinos y campesinas?
La lista, firmada oficialmente por la Secretaría General del Senado el 1 de mayo a las 3:10 p. m., deja claro que el Ejecutivo ya tiene listo el contenido de la consulta. De ser aprobada por el Congreso, deberá pasar posteriormente por la revisión de la Corte Constitucional antes de ser convocada a las urnas.
Contexto político: La posibilidad de una consulta popular ha desatado un nuevo debate en el país sobre los límites del Ejecutivo, el rol del Legislativo y los mecanismos de participación ciudadana.
Mientras que desde el Pacto Histórico y otras fuerzas progresistas se defiende la iniciativa como un acto de justicia social, sectores conservadores advierten que se trata de una estrategia populista que podría fracturar aún más el equilibrio institucional.
A esto se suma el creciente desgaste del Gobierno en el Congreso, donde las mayorías no están aseguradas y las reformas impulsadas por el Ejecutivo han tenido que enfrentar no solo oposición política, sino también obstáculos jurídicos y cuestionamientos de forma.
En este escenario, la postura de Sanguino reafirma la intención del Gobierno de no ceder frente al revés legislativo y apelar al mandato popular como última instancia para lograr una transformación estructural en el modelo laboral colombiano.
Panorama general: De concretarse la consulta, se abriría un nuevo capítulo en la historia democrática reciente de Colombia. El país ha vivido consultas populares sobre temas ambientales, acuerdos de paz y minería, pero esta sería la primera vez en que se acude a este mecanismo para definir una política nacional de carácter socioeconómico.
Expertos advierten que el proceso no será sencillo. Aparte del trámite legislativo y judicial, será necesario un amplio proceso pedagógico para que los colombianos comprendan el alcance de las reformas propuestas y su impacto en la vida laboral.
Además, en un contexto de alta polarización política, la consulta podría convertirse en un nuevo escenario de confrontación electoral entre fuerzas oficialistas y de oposición, a pocos meses de nuevas elecciones regionales y mientras se definen las cartas para las presidenciales de 2026.
El anuncio del ministro Antonio Sanguino marca una línea clara en la estrategia del gobierno Petro: apelar directamente al pueblo cuando el Congreso le cierre la puerta a sus reformas.
El éxito o fracaso de esta apuesta dependerá no solo de la viabilidad jurídica y política de la consulta popular, sino también de la capacidad del Ejecutivo para movilizar a la ciudadanía y construir una narrativa convincente en torno a los derechos laborales.
Lo que es claro es que los próximos días serán decisivos. El Congreso tendrá que pronunciarse y la opinión pública estará atenta a si, finalmente, los trabajadores colombianos serán quienes decidan el rumbo de su reforma laboral en las urnas.
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