Impunidad ancestral: «A mi modo de entender las dinámicas políticas, lo que está tratando de hacer Petro es crear un grupo de jóvenes que lo perpetúen en el poder, que a cambio de beneficios lo protejan y mantengan, algo parecido a lo que Chávez hizo en Venezuela con las milicias bolivarianas…»
Por: José Miguel Santamaría Uribe
Dentro del funcionamiento de los procesos de paz que se han llevado a cabo en Colombia siempre se ha tenido que manejar una dosis de impunidad. Es lógico que para que los maleantes se sienten a negociar, el Estado debe dar algo de zanahoria. Lo que no tiene presentación es la ausencia de así sea un tris de justicia o garrote.
La paz total propuesta por Petro es desafortunadamente hasta ahora sólo zanahoria y cero garrote, esto implica que las personas que llevan delinquiendo durante años, que han asesinado, que han secuestrado, y que han robado van a recibir gran cantidad de beneficios a los que las personas de bien, que han vivido en la legalidad, nunca se les han dado. ¿La pregunta es si eso es justo?
Durante el proceso de paz con las Farc en La Habana durante el gobierno de Juan Manuel Santos, sucedió algo parecido. Aunque desde el gobierno nunca se habló de impunidad, la creación de la Justicia Especial para la Paz (JEP) hasta ahora sólo ha logrado eso. Mientras las víctimas no han recibido prácticamente nada, los comandantes de esa narcoguerrilla son hoy en día congresistas con salarios de más de 35 millones de pesos, y hasta el sol de hoy disfrutan de total impunidad, además que ellos pontifican y se consideran adalides de la moral y la rectitud.
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Como bien Churchill diría: el que se arrodilla para conseguir la paz se queda con la humillación y con la guerra.
Pero si la impunidad es un factor complejo en la búsqueda de la paz y de los procesos de paz, también lo es todo lo que atañe a los recursos públicos. Como generalmente estos procesos vienen con reparación y con deudas, los gobiernos hacen unos compromisos económicos imposibles de cumplir y que terminan aumentando el endeudamiento y los gastos del gobierno nacional.
Aunque todo lo expuesto anteriormente ha dejado durante estos procesos poca paz y mucha impunidad, nunca nos habíamos expuesto a lo que quiere hacer este gobierno, nombrar cien mil jóvenes como gestores de paz y entregarle a cada uno un millón de pesos mensualmente, una locura por las consecuencias que tiene hacia futuro en términos económicos, sociales y morales. Esto podría terminar muy mal.
Pero también quiere liberar a los integrantes de la primera línea que están encarcelados pagando por una cantidad de delitos que cometieron durante las movilizaciones y paros del 2019, a cambio de nada.
A mi modo de entender las dinámicas políticas, lo que está tratando de hacer Petro es crear un grupo de jóvenes que lo perpetúen en el poder, que a cambio de beneficios lo protejan y mantengan, algo parecido a lo que Chávez hizo en Venezuela con las milicias bolivarianas.
Los partidos que se regalaron a cambio de mermelada como si este fuera un gobierno más, deben entender que la dinámica es distinta y lo que están es cohonestando con el fin de la democracia, con el estado de derecho y con el sistema de pesos y contrapesos. Despierten.