EDITORIAL
Nuestro editorial para hoy miércoles 11 de mayo recoge una de las noticias que la semana pasada recibía el país por parte del Dane, y es que la inflación ha seguido su crecimiento bastante descontrolado y las medidas que se han tomado han sido insuficientes, no por una falla de origen en la decisión sino por todos los fenómenos internacionales sino por los fenómenos naturales en el país, como el fuerte invierno.
El dato de 9.23 % de inflación, según el DANE, una cifra que es la mayor vista desde hace más de 20 años afectando en su mayoría a los alimentos y teniendo en las ciudades como Santa Marta, Cúcuta, Florencia, Valledupar y Riohacha los mayores efectos de inflación, la cual viene subiendo aceleradamente desde agosto del año 2021, parece que está bastante lejos del objetivo del Banco de la República del 3 %.
Está golpeando fuertemente el bolsillo de los colombianos en asuntos que podrían ser para muchos considerados accesorios, bienes, servicios, objetos de lujo como restaurantes y hoteles, que presentan una inflación por encima del 14 %; el incremento en los alimentos y las bebidas no alcohólicas golpea a los estratos 1, 2 y 3: hablamos del huevo, de la leche, de la papa, de la yuca, del maíz; las arepas suben porque nosotros importamos el maíz con el que se hacen las arepas y con un dólar por encima de los $4.000 pues nos tienen que cobrar más costosas las arepas, para ubicarlo en un contexto fácil y cotidiano para que lo entiendan todos los ciudadanos.
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Lo que más preocupa de esto es que realmente las medidas que se toman, pues no son suficientes para mitigar toda esta mala racha de inflación. Las lluvias han sido muy crueles con gran parte del país, la crisis en la cadena logística que aún continúa en el mundo por cuenta de la pandemia del año 2020, el repunte del precio del dólar, la guerra en Ucrania y fuera de ello el panorama electoral en Colombia no le colabora mucho a la tasa de inflación.
El Banco de la República ha venido aumentando su tasa de interés, llegó al 6 % en abril y espera incrementarlo en 200 o en 300 puntos más en sus próximas reuniones; parece que tendrá efecto directo provocando estanflación: se reduce el crecimiento económico porque el dinero se pone más costoso, pero la gente va a necesitar gastar más por cuenta de ese dato que supera ya el 9 %.
Los analistas que ha consultado este medio de comunicación, con los que conversa permanentemente, parece que habrá alguna ligera corrección y que esa inflación se puede ubicar al final de este año en 7 %, una cifra que es sumamente duro para la clase más baja y media del país.
Lo que el país debe hacer es votar bien y alejar de una vez por todas los fantasmas del comunismo, del socialismo y todo lo que se le parezca, en segunda instancia: trabajar más, en tercer lugar: hacer los procesos más eficientes en cada uno de los negocios sin importar el tamaño para gestionar mejor las finanzas; y cuarto: ser consciente de que no son problemas internos, en su totalidad, lo que nos está afectando. Hay factores externos que se escapan del control del país, que se escapan del control de los ciudadanos, que ojalá se vayan mitigando pero que nos obligan a resistir estoicamente como país.