El sector petrolero en Colombia continúa enfrentando desafíos significativos. Según el más reciente informe de la Cámara Colombiana de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), el número de taladros petroleros activos en julio de 2024 registró una disminución del 18% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este descenso resalta las dificultades del sector, a pesar de una ligera recuperación frente a junio del mismo año.
Panorama general: El informe de Campetrol reporta que en julio de 2024 había 105 taladros activos en todo el territorio nacional. Esta cifra incluye 31 taladros destinados a operaciones de perforación y 74 a operaciones de reacondicionamiento. En comparación con julio de 2023, hubo 23 equipos menos en operación, lo que refleja una contracción del 32,3% en la actividad de taladros desde noviembre de 2022. Esta disminución ha afectado considerablemente el empleo en el sector, con una estimación de 25.675 puestos de trabajo perdidos, tanto directos como indirectos.
Campetrol muestra una caída de 18% en el número de taladros petroleros
A pesar de esta caída interanual, el número de taladros activos mostró un leve aumento del 1,9% en comparación con junio de 2024, cuando se reportaron 103 taladros. Esta ligera mejoría se explica, en parte, por la finalización de una operación de perforación en el departamento del Meta y el inicio de tres nuevas operaciones en Boyacá, Sucre y Casanare.
Por qué es importante: Dentro del total de taladros reportados, 31 equipos estuvieron dedicados a la perforación, lo que representa una disminución del 24,4% frente a los 41 equipos activos en julio de 2023. Sin embargo, esta cifra también mostró una recuperación del 6,9% respecto a junio de 2024, con dos equipos adicionales en operación. El reacondicionamiento, por su parte, sigue siendo un componente significativo de las actividades, aunque igualmente afectado por la contracción general en el número de equipos.
La tendencia a la baja en el número de taladros activos es preocupante para la industria petrolera colombiana, ya que no se había registrado una cifra tan baja desde febrero de 2021, cuando hubo 104 taladros operativos. Esta contracción no solo afecta la producción de hidrocarburos, sino también la cadena de suministro y el empleo, lo que genera incertidumbre en un sector clave para la economía del país.
A pesar de los desafíos, las nuevas operaciones en departamentos como Boyacá, Sucre y Casanare ofrecen cierta esperanza de reactivación. Sin embargo, el panorama a largo plazo sigue siendo incierto, y la industria petrolera colombiana enfrenta el reto de adaptarse a un entorno global que cada vez depende más de la diversificación energética y la transición hacia fuentes más limpias.