Un nuevo ranking publicado por Revista Mercado ha revelado qué países de América Latina mantienen su grado de inversión proyectado para 2025, una distinción clave que influye en la confianza de los mercados internacionales. Si bien Chile encabeza la lista con holgura, Colombia ocupa una posición destacada al mantenerse entre los cinco países más atractivos para la inversión, a pesar de los desafíos fiscales y políticos que enfrenta actualmente.
Panorama general: El informe, que recopila las calificaciones otorgadas por Standard & Poor’s, Fitch Ratings y Moody’s, posiciona a Chile en primer lugar, con una sólida evaluación de A (S&P), A− (Fitch) y A2 (Moody’s). El país austral se consolida como el más confiable de la región, gracias a su institucionalidad, estabilidad macroeconómica y reglas claras para el mercado.
Le siguen Perú y México, países que, pese a sus turbulencias internas, han logrado conservar sus notas de grado de inversión. Perú recibe una calificación de BBB−, BBB y Baa1, mientras que México mantiene BBB en S&P y Fitch, y Baa2 en Moody’s. Ambos han sabido responder con prudencia fiscal y estabilidad monetaria.
A pesar de desafíos fiscales, Colombia retiene su grado de inversión y fortalece su posición en la región
Sin embargo, la atención recae sobre Colombia, que se ubica en la quinta posición del ranking. Con calificaciones de BBB+ por parte de S&P y Fitch, y Baa2 según Moody’s, el país aún goza de un voto de confianza por parte de los mercados internacionales. Esto significa que Colombia, aunque enfrenta riesgos, sigue siendo percibida como una nación capaz de honrar sus compromisos financieros, lo cual le permite acceder a mejores condiciones de financiamiento y mantener activo el flujo de inversión extranjera directa.
No obstante, el panorama no está exento de incertidumbre. La presión sobre las finanzas públicas, el aumento del déficit fiscal y el clima político polarizado han sido factores que despiertan alertas entre las agencias calificadoras. Además, la discusión sobre reformas estructurales —como la reforma pensional y la laboral— genera tensiones en el ambiente de negocios.
Por qué es importante: A pesar de esto, Colombia conserva una economía diversificada, un sector financiero robusto y una institucionalidad que, aunque tensionada, aún responde a principios democráticos sólidos, lo que la mantiene dentro del grupo de países con grado de inversión.
Más abajo en el ranking se ubican Uruguay, Panamá y Paraguay. Uruguay destaca por su estabilidad democrática y prudencia fiscal, aunque con una economía más pequeña y vulnerable a choques externos. Panamá conserva su grado de inversión pero bajo una alerta creciente por su deterioro fiscal, mientras que Paraguay aparece en el umbral, con calificaciones que lo dejan a un paso de perder dicha categoría.
El grado de inversión no es solo una etiqueta financiera: implica menores costos de endeudamiento para los países, mayor atractivo para los inversionistas institucionales y, en términos generales, una percepción de estabilidad y confianza. Que Colombia conserve esta clasificación en un entorno regional y global cada vez más complejo es un activo estratégico que debe cuidarse con decisión y responsabilidad.
A medida que se acercan los desafíos económicos de 2025, este ranking ofrece una fotografía clara: Chile sigue siendo el referente de la región, pero Colombia se mantiene como una economía clave para el futuro de América Latina, siempre y cuando tome decisiones que refuercen su credibilidad fiscal e institucional.
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