Con este viaje, Jeff Bezos cumplió uno de sus sueños de la infancia: explorar el espacio. Además, busca incentivar el turismo espacial.
Por: Redacción 360 Radio
Desde Texas, este martes a las 8:00 (hora local) despegó el cohete New Shepard de la compañía aeroespacial de Jeff Bezos, Blue Origin, que ha viajado unas 15 veces al espacio sin tripulación, coincidiendo con el aniversario número 52 desde la llegada del primer hombre a la Luna.
Esta vez, la nave llevará al ex CEO de Amazon y tres acompañantes al espacio durante 11 minutos. Se trata de su hermano Mark Bezos, CEO de la Bezos Family Foundation; y dos personas más que harán historia: la aviadora Wally Funk, que con 82 años será la astronauta más vieja de la historia y el holandés Oliver Daemen, que con 18 años será la persona más joven que visita el espacio hasta ahora.
Blue Origin fue fundada por Bezos en el año 2000 con la visión de que miles de personas vivan y trabajen en colonias espaciales flotantes con gravedad artificial.
El viaje de Bezos se da después de que el magnate Richard Brenson demostrará las capacidades de su compañía al volar una nave Virgin Galactic. El objetivo de ambos empresarios es ofrecer turismo espacial a viajeros adinerados y hasta ahora sus viajes han demostrado ser seguros.
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“Esto no es una competencia, se trata de construir un camino hacia el espacio para que las generaciones futuras puedan hacer cosas increíbles allí”, dijo Bezos antes de despegar en su cohete New Shepard.
¿Cómo fue el viaje?
El cohete New Shepard llegó al espacio con velocidades superiores a 3.700 km/h utilizando un motor de oxígeno e hidrógeno líquidos cuyo único subproducto es el vapor de agua.
Después, la cápsula se separó de su propulsor y, una vez estuvieron a la altura estimada, los astronautas se experimentaron la ingravidez durante tres o cuatro minutos. Luego, la nave espacial alcanzó su punto máximo a 106 km de altitud, lo que permitió que los miembros de la tripulación admiraran la curvatura del planeta y el negro del resto del universo.
Finalmente, el propulsor regresó autónomamente a una plataforma de aterrizaje justo al norte de su lugar de lanzamiento en Texas. Al tiempo, la cápsula volvió a la Tierra en caída libre con tres paracaídas gigantes y, finalmente, hubo un propulsor, para un aterrizaje suave en el desierto.