Este miércoles, Pedro Castillo asumió como el nuevo presidente de Perú y anunció algunas de las medidas que implementará para jóvenes y delincuentes, así como algunas reformas constitucionales.
Por: Redacción 360 Radio
Contando con la presencia de varios mandatarios latinoamericanos, Pedro Castillo asumió como el nuevo presidente de Perú este miércoles y generó una fuerte polémica con el ultimátum que lanzó a los jóvenes desocupados del país vecino.
«Los jóvenes que no estudian ni trabajan deberán acudir al servicio militar», adelantó el jefe de estado. Minutos antes se había referido con la misma tenacidad a la presencia de delincuentes extranjeros en el territorio peruano, «los delincuentes extranjeros tendrán 72 horas de plazo a partir de la fecha para salir del país», señaló.
Pedro Castillo es el quinto presidente que tiene Perú en los últimos cinco años y tiene la tarea de solucionar no solo la pandemia, sino también la profunda crisis social en la que viven los ciudadanos. Castillo juró «por un país sin corrupción y por una nueva Constitución».
Sin embargo, el anuncio más importante que hizo fue el de renovar la actual constitución peruana, que fue escrita en el gobierno de Alberto Fujimori en 1993, cumpliendo con su bandera de campaña de implementar una asamblea constituyente al llegar a la presidencia. «Insistiremos en esta propuesta, pero dentro del marco legal que la Constitución proporciona», aseguró.
LEER TAMBIÉN: Pedro Castillo es el nuevo presidente de Perú
También, explicó que no gobernará el país desde el Palacio de Pizarro, pues piensa convertir el palacio presidencial en un museo abierto al público. Castillo dijo al respecto: «No gobernaré desde la Casa de Pizarro, porque creo que tenemos que romper con los símbolos coloniales. Cederemos este Palacio al nuevo Ministerio de las Culturas para que sea usado como un museo que muestre nuestra historia».
Por último, aseguró que una vez termine su mandato en el año 2026, retomará sus labores de docente en la zona rural de Cajamarca, de donde es oriundo. Además, dejó claro que su gobierno no va a expropiar sino que velará por que «la economía tenga orden, llegando a acuerdos con inversores privados».