Justicia para Cecilia Cubas

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Para la Fiscalía de Paraguay y para la familia Cubas, no existen dudas sobre la culpabilidad de Granda en este caso. Tienen las pruebas de que este colombiano fue la persona que ideó este crimen.


Por: Catalina Escobar Pérez

El 21 de septiembre de 2004, Cecilia Cubas hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas, fue secuestrada al salir de su trabajo cerca a su casa. Los secuestradores paraguayos fueron asesorados, adoctrinados y entrenados, antes, durante y después del secuestro por Rodrigo Granda y otros miembros de las Farc. La Fiscalía paraguaya tiene todas las pruebas donde en un juicio, se podría demostrar la participación activa de este grupo terrorista colombiano en este crimen.

Gracias a la colaboración de Microsoft, la familia Cubas encontró que la cuenta de correo electrónico que usaban los secuestradores, tenía conexión y comunicación con el usuario Trotador505, usuario de Rodrigo Granda. Fue gracias a esto que lograron acceder a todas las conversaciones entre estas cuentas y comprobaron la relación de las Farc con el secuestro.

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Desde la cuenta de Granda, les decían a los secuestradores paraguayos qué pasos debían seguir, cómo debían negociar, cómo torturar a la familia psicológicamente, cómo presionar al expresidente Cubas y padre de Cecilia. Fue en uno de estos correos, donde Granda les recomienda a los secuestradores paraguayos “dar fin a la empresa” refiriéndose a acabar con la vida de Cecilia, ya que todo se estaba complicando.

A Cecilia la secuestraron a balazos, la torturaron, la mantuvieron drogada y la enterraron viva.

Dice Silvia Cubas, hermana de Cecilia en una entrevista: “Qué se puede esperar de la palabra de un asesino, de un terrorista, de un secuestrador. Su palabra no vale nada. Lo mínimo que Cecilia merece, es justicia. Él fue el director técnico del secuestro de mi hermana”.

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Para la Fiscalía de Paraguay y para la familia Cubas, no existen dudas sobre la culpabilidad de Granda en este caso. Tienen las pruebas de que este colombiano fue la persona que ideó este crimen. También, en los computadores de Raúl Reyes, se encontró evidencia de la participación de las Farc en el secuestro de Cecilia.

Desde hace años, la Interpol había emitido una orden de captura contra Granda y este sabía que dicha orden estaba activa. Sin embargo, viajó a México confiado del respaldo del gobierno de López Obrador, un cómplice más en la lista de este grupo terrorista.

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¿Qué tan rotas están las personas detrás de algo tan macabro? ¿Qué hay en el corazón y en la mente de las personas que le hacen tanto daño a otra persona? Esas personas están hoy en el Congreso de la República en la total impunidad dándonos cátedra de moral a los colombianos.

Por supuesto que debe haber perdón, pero la impunidad no es un ejemplo de perdón. La impunidad crea una nueva herida en las víctimas. Es muy fácil pedirle a las víctimas que perdonen y no cuestionen cuando no estamos en sus zapatos.

En Colombia este caso quedará en la impunidad gracias a la JEP creada por los Acuerdos entre las Farc y el gobierno Santos, pero eso no significa que en el resto del mundo gocen del mismo privilegio.

Sin justicia, no tendremos paz.

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