La pandemia aceleró la digitalización en todas las actividades de nuestra vida; hubo una reacción y una adaptación, la innovación y la transformación colmaron la “nueva realidad”, tratando de hacer lo mismo de una nueva forma…

Por: Daniel Mauricio García
CEO & senior fullstack mobile developer en Teaminformatico
Coordinador de desarrollo innovación en Leonisa
Básicamente esta situación se veía venir y la prueba está en que desde los años noventa los países ‘tercermundistas’ empezaron a cambiar su desarrollo de tecnologías analógicas a tecnologías digitales y con la aparición de la web (www o internet), se dieron grandes cambios a nivel de industrias, comunicaciones, producción, medicina, información, almacenamiento y expansión del conocimiento, entre otros.
De hecho, con las ayudas de todo tipo de computadoras, desde ‘mainframes’ hasta diminutos dispositivos que realizaban labores de todo tipo, cumplieron con todas las expectativas de las películas futuristas de muchos años atrás.
En este siglo, se comenzaron a acuñar frases tales como: “si no estás en la internet no existes” o “quieres vender más? Necesitas una página web”, además de la creación de palabras que motivaban la era digital, como: ‘online’, ‘info’, ‘.com’, ‘bot’ entre muchas más, que mostraban ya una tendencia a lo digital e invitaban a convertir lo analógico.
No obstante, dicha invitación no fue atendida por muchos que preferían la comodidad de lo conocido que siempre funcionaba, sin tener que invertir tiempo, dinero y esfuerzo, muy diferente a quien se embarcó en la aventura digital y que tuvieron que pasar por un sinnúmero de inconvenientes y dificultades técnicas y económicas.
Con la pandemia algunos tuvieron que dar el “gran salto” y pasar de una vida analógica de contacto a una digital conocida como revolución 4.0. Lo más traumático es que tuvieron que hacerlo en cuestión de pocos días, situación que hizo y deshizo en las personas y empresas, terminó contratos, produjo inversiones inmediatas, así como rebaja de costos para mantenerse “vivos”.
Todo este proceso apalancado en la ‘necesidad’, que es la madre de las invenciones, en la necesidad de seguir viviendo cómo se hacía antes, pero en el mundo digital. De alguna forma la sociedad ya estaba transformada; celulares y redes sociales eran y son la tendencia hace mucho tiempo, pero muy pocos estaban aprovechando de eso.
El mundo en contacto
Hace menos de un año la vida digital era exclusiva de empresas que iniciaban desde cero en el mundo digital y solo algunas empresas tradicionales estaban trabajando en la digitalización de sus procesos y ventas.
La mayoría lo veían como un gasto, mientras el mundo seguía creciendo en tecnologías innovadoras como el internet de las cosas, big data, robótica, nanotecnolgía y todas las tendencias mundiales del mundo digital.
Ya escuchábamos hablar de la desaparición de grandes empresas que no entendían el cambio tecnológico, pero la mayoría de las industrias no tomaban medidas para la supervivencia en un mundo “sin contacto”.
Nadie se imaginaba que el saludo de mano se convertiría en un riesgo y ya sabemos lo que representa, así mismo la oferta de productos y servicios estaba reglamentada por el “tocar, oler, sentir y ver”, un mundo completamente en contacto.
Afectados por la distancia
Al ordenarse el confinamiento en la mayoría de los países, el “estado de shock” en el quedaron los comercios y en general todo tipo de industrias, no permitió una reacción rápida y algunas optaron por cerrar.
Más con el desespero de supervivencia y la necesidad llegó la innovación y con ella la transformación digital, se empezaron a marcar tendencias, a mejorar y algunos reactivamente imitando esos cambios empezaron a superar el estado de inactividad por el asombro de ver cómo en un solo día dejaron de percibir ingresos.
La pandemia aceleró la digitalización en todas las actividades de nuestra vida; hubo una reacción y una adaptación, la innovación y la transformación colmaron la “nueva realidad”, tratando de hacer lo mismo de una nueva forma.
Educación
En muchas instituciones educativas no había un plan de transformación digital y en zonas menos favorecidas el único computador que existía estaba en la oficina del director. En alguna de ellas se inició el proceso con videos de algunas redes sociales como, YouTube, grabados por los profesores.
También se empezaron a dar las clases en plataformas de comunicación como Zoom, Meeting o Teams, ha sido un proceso de meses tratando de imitar a los que desde antes ya estaban en el proceso digital.
Salud
La telemedicina no era una opción para la mayoría de los profesionales en la salud y para los pacientes, en especial porque se argumentaba que no era posible hacer diagnósticos desde una pantalla, pero hoy resultó convirtiéndose en la mejor opción y una gran solución para continuar con los procesos de mejoramiento de la salud.
Industrias
Las más afectadas fueron las que no tenían algún canal digital de venta u ofrecimiento de servicios.
Sin embargo, las más afectadas fueron las que no tenían forma de hacer ingresos por ningún medio digital, motivo que los obligó a transformarse completamente en otro tipo de empresa usando su personal, infraestructura o maquinaria.
Entretenimiento
Los cines, bares, discotecas, espectáculos en vivo y artistas se han transforman digitalmente y ya ofrecen en plataformas conocidas, sus películas, conciertos, documentales, etc.
Tendencias
El cambio ocasionado por la pandemia no solo afecta el presente y la sociedad como la conocemos, también hará cambios para el futuro en todos los ámbitos cotidianos.
Se pronostican reducciones de horas laborales, de viajes por trabajo, algunas disciplinas de trabajo desaparecerán y otras se crearán o se fortalecerán.
Aumentarán las enfermedades por mal estado físico debido al sedentarismo, así como las enfermedades mentales por separación social, habrá mayor contaminación por materiales plásticos, pero habrá reducción de contaminación por gases vehiculares y del transporte aéreo.
Habrá una proliferación de empresas digitales y de servicios a distancia, además del aumento de consumo de productos nacionales.
Aún hay tiempo de hacer cambios, innovar y aprovechar o no las tendencias del futuro, es lo que permitirá el desarrollo digital en cualquier dirección. Las condiciones están dadas, la proliferación de las comunicaciones, las redes sociales y la movilidad pronostican el nacimiento de nuevas formas de generar ingresos.