EDITORIAL
Todas las condiciones a su alrededor son más que nocivas para el ser humano.
Aunque parece irónico y de toda contrariedad, la ciclovía del Río, fácilmente, puede terminar siendo más nociva que benéfica para la salud de los que transitan en ella. Allí confluyen personas en bicicleta, desde niños hasta ancianos, gente caminando o en patines, otros corriendo, y todo esto, desde tempranas horas de la mañana los domingos y días festivos hasta el medio día.
360 realizó un recorrido a petición de muchos usuarios de esta ruta y se encontró con una serie de sorpresas, confirmando así lo que decían las personas a través de redes sociales y mensajes era cierto.
Primero, que el estado de la mal llamada Autopista, pues no es más que una vía de tres carriles, es pésima, nefasta, debido a que es una vía que tiene una cantidad de grietas, huecos y trampas mortales, sobre todo, en jurisdicción del municipio de Itagüí, algo lamentable.
Se nota que la administración de este municipio se ha dedicado más a poner vallas del alcalde y de gestión, que de cuidar, por ejemplo, esta vía, o todo lo que implica salubridad,porque se puede sentir fácilmente unos olores más que fuertes en esa zona de la ciclovía, desde desechos humanos hasta basura, toda una precaria condición sanitaria en esta jurisdicción.
Bien puede decir que el municipio que el asunto de las vías es responsabilidad del gobierno nacional, pero también le compete al municipio hacer la gestión ante el gobierno para que la pavimenten y se eviten accidentes.
360 contó, aproximadamente, 24 huecos muy grandes en ese trayecto ubicado en el municipio de Itagüí y no solamente se convierten en una trampa mortal para ciclistas y patinadores, sino también para los carros que transitan durante toda la semana.
Ahora, si se hace todo el recorrido desde Bello hasta Itagüí, nos encontramos con que uno de los factores que nada aporta a la calidad de vida o a la calidad del deporte en esta área, es la fuerte contaminación. Se puede apreciar un gran número de tractomulas, volquetas y buses con altas fuente de contaminación. Es fácilmente comparable con estar parado un lunes en plena avenida Oriental al lado de paradero de buses con circular en la Autopista, mientras todos los buses y camiones pasan y arrojan toda la contaminación a los usuarios de la ciclovía.
No hay controles, ni siquiera en el momento de la ciclovía hay fuentes contaminantes, pues de realizarse en esos momentos no pasaría ningún control ambiental y fuera de eso también es lamentable todo lo que tiene que ver con el río Medellín.
Son loables los esfuerzos de Parques del Río, la intención de devolverle la vida al río, de acercar la gente a ese lugar, pero el olor, la putrefacción de este es más que asquerosa. Su olor, la putrefacción es más que asquerosa e insoportable, siendo muy perjudicial, tanto a nivel ambiental, salubridad, infraestructura, movilidad y seguridad, lo que hoy le ofrece la ciclovía del Río a todos sus usuarios.
Más que una crítica, esto es un llamado de atención a las autoridades: Área Metropolitana, Alcaldía de Medellín y Alcaldía de Itagüí, para que tomen las medidas necesarias y garanticen la buena atención a los usuarios de esta importante actividad, que si bien es un beneficio público, requiere tener unas condiciones óptimas, porque de lo contrario, como se dijo al principio de la publicación, son más los perjuicios que ocasionan que los beneficios.