Por: Jonathan Ortiz
Recientemente han circulado por redes sociales dos casos en los que han quedado expuestos los problemas y las falencias del sistema de salud en Colombia; el primero de ellos fue cuando una madre se indignó con un médico, porque no atendió a su hijo por llegar 10 minutos tarde a una cita por la que había esperado más de año y medio.
Decidió resolver este problema, grabando a ese profesional de la salud y compartir por internet el video, en busca de la indignación de las personas y de culpar al médico por perder esa cita. Un acto totalmente reprochable.
No se comprende porque alguien que esperó tanto tiempo por una cita, salió con el tiempo exacto para llegar a esta, y aun así, se crea una víctima y con todo el derecho de poner en riesgo a ese Doctor, pues luego de conocerse este caso recibió reiteradas amenazas de muerte.
Este hecho, como era de esperarse, levantó polémicas y logró que toda la comunidad médica se uniera en defensa de ese especialista, incluso un hasgtag de apoyo con su nombre se volvió tendencia en redes sociales. Todos culparon al sistema de salud de nuestro país por lo ocurrido. También este infortunado suceso terminó en una demanda en contra del medio que difundió la noticia, a la que los médicos denominaron amarillista.
El último caso ocurrió en Medellín, en donde una bebé de seis días de nacida, resultó con quemaduras de tercer grado luego de un mal procedimiento médico, en una clínica de la ciudad. Obviamente este infortunado accidente fue demandado por los padres de la menor y aunque el centro asistencial anunció una investigación por lo sucedido, pues para ellos es inexplicable lo ocurrido, lo cierto es que hay una menor con graves lesiones y aún no se ha visto una movilización médica que pida responder por tal incompetencia.
Llama la atención que este gremio maneje reserva y tanta prudencia, en casos en donde se ven involucrados profesionales de salud. Llama la atención que solo se hable de investigaciones, las cuales por lo general se demoran meses, incluso años, haciendo parecer que en ese tiempo solo están pensando a quién culpar: si al paciente o al sistema de salud, porque nunca, o en muy pocas ocasiones son capaces de decir, “Sí, me equivoqué, asumo las consecuencias de lo que vaya a suceder”.
En el caso de esta bebé espero que la comunidad médica no culpe al sistema de salud por la incompetencia de una persona y por supuesto, espero que hagan una marcha, que convoquen a los médicos de todo el país a que protesten por el daño que le hicieron a esa menor; espero que hagan una colecta, porque ustedes señores médicos, también son culpables de la crisis de la salud.
Ustedes son culpables por justificar la mediocridad médica, muchos doctores se equivocan y la culpa es de todo el mundo menos del profesional de la salud. Un mal diagnóstico es culpa del sistema de salud, que dejen en el cuerpo de una persona algún instrumental quirúrgico luego de una cirugía, es culpa del sistema de salud, que mediquen mal a una persona, es culpa del sistema de salud, el que se equivoquen al momento de decidir qué es una urgencia, qué no, y el que por más que alguien ruegue por ayuda, se ignoren las plegarías, y lo manden a esperar mientras muere en una silla, es culpa del sistema de salud.
Si la televisión en Colombia es mala, apagué el televisor, hay cientos de escritores que escriben maravillosamente; si los medios en Colombia son malos, no los lea para informarse, existen otras maneras de conocer la actualidad, hay medios independientes que le cuentan todo como es; si ve una camisa en un almacén de ropa y no le gusta, no la compre, y si el estima de salud de Colombia es perverso, pues no haga parte de él, no contribuya a esas deficiencias, porque cuando usted firma un contrato con esas entidades acepta someterse a lo que ellos le impongan.
Señores médicos, entiendo que la falta de recursos incida en la calidad de la prestación de servicios, pero no solamente hay que protestar o indignarse cuando no les pagan, cuando no tienen con qué atender a sus pacientes o cuando publican un video de un colega que no quiso atender a una persona que llegó 10 minutos tarde; también tienen que indignarse y también deben salir a protestar por esos médicos que se equivocan y no reconocen sus responsabilidades, por esos hospitales que los pisotean y vulneran sus derechos.
Amigos doctores, no defiendan la incompetencia médica y la de un hospital, así como muchos colombianos les dan su apoyo, su respaldo, los acompañan en marchas, ustedes también háganlo cuando estos deban pagar por las acciones equívocas de sus colegas. Cumplan a cabalidad con el juramento hipocrático, no solamente cuando sea conveniente. No solamente ustedes merecen respeto por tan valiosa labor, sus pacientes también lo merecen, recuerden que en las manos de ustedes hay vidas.
Dejemos atrás la doble moral y asumamos las consecuencias de nuestros errores. Para terminar con esta crisis de salud, no solamente se necesita dinero, también se necesita personas serias y comprometidas con la salud de las personas.
