El exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia aún no toma decisiones públicas sobre el futuro de su vida política en este año electoral. La expectativa es máxima.
Confidenciales 360
La expectativa es máxima no por generar aires de campaña, sino porque para nadie es un secreto que la decisión que tome Aníbal Gaviria sobre si aspirar o no este año a un cargo de elección popular en Antioquia crea un temblor adicional a los que hemos sentido en estos días en Colombia. Y lo hace porque Gaviria terminó con imagen favorable en ambos mandatos, goza del afecto de la prensa bogotana y de una parte de la prensa antioqueña; tiene una excelente conexión con el mundo empresarial antioqueño y con el GEA o el sindicato antioqueño, que han sido artífices de poner el alcalde de Medellín desde el año 2003. Ahora, la clase polítca también tiene excelente relación con Aníbal Gaviria. Comparte con ellos y ha dado garantías para todos los que lo han apoyado en sus proceso electorales.
En el terreno de la verdad, hay que decir que los candidatos a la Alcaldía de Medellín quedarían algo tocados, para bien o para mal, si Gaviria decide lanzarse al primer cargo del municipio en el entendido que los dos candidatos que tienen mayor reconocimiento, Alfredo Ramos Maya y Juan Carlos Vélez, claramente tendrían que medirse con Gaviria y esto se proyectaría como una campaña muy dura por la elección del alcalde de Medellín, pues los tres comparten facciones políticas y aunque distintas tienen vasos comunicantes han compartido en otras campañas, y serían candidaturas de centro-derecha, mientras que las candidaturas de la izquierda podrían quedar algo invisibilizadas y la atención se podría centrar en estos tres. Cabe señalar que habría un cuarto candidato de una opción de centro-izquierda que pueda irrumpir e irse por la mitad, como ha pasado en otros casos y ganar con un estrecho margen de votos.
Lo cierto es que Aníbal Gaviria ha surtido varias reuniones en los últimos meses con académicos, abogados, empresarios, industriales, políticos, líderes gremiales y su familia, en donde han abordado el tema pero Gaviria ha evitado ir más allá y dar más detalles. La mayoría de ellos le ha pedido a Aníbal Gaviria que considere la opción de la Gobernación de Antioquia, pues creen que es el camino más expedito, necesario e importante en este momento para su carrera política. Además, que evitaría tener que enfrentarse a una ciudad en donde sufrió un desgaste por obras como el proyecto de valorización, entre otras, que siempre fueron polémicas y que como a todo alcalde cuatro años le genera siempre una exposición ante la opinión pública.
En la Gobernación goza de muy buena imagen en municipios de Antioquia. Tendría también el apoyo de miembros de la clase política, empresarios, gremios y podría ser un complemento importante para quienes escoja como su fórmula a la Alcaldía de Medellín.
Gaviria siempre ha sido un soñador por Antioquia en el buen sentido de la palabra. Siempre tuvo en sus planes impulsar proyectos como el Túnel del Toyo, potenciar el departamento en temas de infraestructura y competitividad, y también sortear las situaciones difíciles en varios momentos de la vida política.
El exalcalde tiene una ventaja sobre los otros, y es que puede tener más tiempo para pensar, prepararse y observar los toros desde la barrera. Es un político conocido, que puede ahorrar tiempo de campaña y puede llegar con importantes posibilidades al cargo que él escoja. Y es que parece imposible que Gaviria no aspire a un cargo de elección popular cuando desistió de ocupar un cargo en el Gobierno de Iván Duque.
El sector político y empresarial antioqueño está pendiente de cualquier decisión o movimiento que tome Aníbal Gaviria Correa.