La guerra contra el vehículo particular

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Por: Andrés Felipe Gaviria

Siempre he defendido a la libertad individual como uno de los principales derechos, que no pueden estar sometidos a los caprichos políticos y mucho menos a posiciones personales radicales, y esa libertad incluye que una persona pueda movilizarse como bien prefiera, como quiera, en lo que le genere más seguridad, más confianza, confort o claramente lo que demande su trabajo; si requiere cargar cierto tipo de cosas, si necesita acceder a vías que tienen por obligación que irse en una camioneta, en un vehículo alto, en una camioneta con volco, pues el gobierno no puede llegar a decirle ‘oye, que tú no puedes andar en una camioneta o que tú no puedes andar en un vehículo’.

Además, observo con preocupación que el país ha caído en los últimos años y sobre todo las ciudades capitales; Bogotá, Medellín y Cali, en un continuo discurso contra vehículo particular, una demagogia creciente que es no tapo los huecos, porque son para los rines lujosos, como diría Claudia López, quien cree que por las calles solamente andan vehículos de alta gama, que no andan ambulancias, transporte escolar, camiones, volqueta, buses, motos, ciclistas, pero es su percepción y por eso vemos como Bogotá está en tema de vías.

Otros alcaldes tienen una fijación, un amor profundo con el pico y placa. Un pico y placa es una medida facilista, mediocre, irresponsable, que no tiene buenos resultados y que entonces, al ver que ya va colapsando dicen,  ‘no hay que ampliarlo a 3, a 4 días’, hasta que haya un día en que digan ‘oigan, miren, saben qué, no saquen el vehículo, pico placa 24/7, porque me quedó grande crear nueva infraestructura, mantener la existente, crear transporte público y sobre todo, me voy en contra de la libertad que usted tiene para usar un vehículo’.

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Los impuestos; entonces los vehículos pagan todos los impuestos, planos, peaje e impuesto de rodamiento, paga los impuestos de semaforización, al comprar un vehículo se paga IVA, impuesto al valor agregado, y una cantidad de tributos que no tienen nombre, pero todos los pagamos.

Pero claro, nos comparan con las motos, las motos no pueden pagar peaje, ¿a razón de qué? Van por el aire seguramente o cuando compran una moto la entregan con la copia de la cédula y a cinco años; pues no hay impuesto al valor agregado, capan el SOAT más del 60% que no pasa nada.

Ahora con la gasolina todo va a terminar, y se acordarán de mí cuando Petro diga ‘miren, yo no quiero un estallido social, que los camioneros no paren, que los buses no me paren’, igual la mayoría usan ACPM, pero ya habían sentado su voto de protesta y de alarma, que tampoco las motos paren, porque no puedo cobrarles más a las motos, porque las motos acá tienen patente de corso para hacer lo que quieran.

Los vehículos particulares son los que van a terminar pagando la gasolina al precio que es, cosa con la que estoy de acuerdo. Ese subsidio hay que desmontarlo y pagar el galón de gasolina a lo que sea; a 15mil, a 16 mil o a 18 mil. Lamentable para muchos, sí, pero es la realidad, y no se puede seguir distorsionando.

Pero, ¿por qué seguirle cargando el pato siempre a los que ya venimos pagando todo? ¿Por qué? Es una reflexión que sí quisiera dejar, hay una obsesión con acabar el vehículo particular y bueno, cuando todos los vehículos sean algún día, eléctricos para no hablar de híbridos y existan trancones que van a decir porque la medida del pico y placa fue creada no para la congestión, fue para la contaminación, usada mediocremente para congestión.

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Ojalá las personas sacaran ese cheque barato del corazón, ese resentimiento contra vehículo particular, ahí no solamente andan ricos como alguna vez han querido hacer creer, andan miles de personas, todas con diferentes trabajos, necesidades, sueños e ilusiones y su carro, su vehículo es un medio de transporte y no se les puede criminalizar por usarlo. Respetemos las libertades, seamos más eficientes, más responsables y sobre todo, coherentes.

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