Ferran Calatayud brindó una perspectiva sobre las variaciones que ha tenido la educación tradicional y de cómo ir introduciendo las instituciones educativas en un ámbito más tecnológico.
Este contenido hace parte de la 9° edición de la Revista 360, producto periodístico anual y exclusivo elaborado por 360 Radio.
Revista 360: En un mundo tan cambiante, tecnológicamente hablando, ¿cómo debe ser la universidad del futuro? ¿Qué cambios debe haber respecto a la educación tradicional?
Ferran Calatayud: Lo primero es entender que la modalidad de la educación, ya sea virtual o presencial, no es lo más importante. Lo que realmente debe cambiar es la calidad de la educación que ofrecemos. Esto puede sonar simple, pero en realidad no lo es.
Hace 40 años, hace 20 años, las universidades eran dueñas del contenido. Su papel era estructurarlo, dividirlo y entregarlo de una manera muy segmentada. Sin embargo, hoy en día el contenido ya no está vinculado a las universidades.
Ya no es el contenido lo importante; este está completamente democratizado y es accesible desde cualquier lugar. Hoy en día, no podemos limitarnos a transmitir conocimientos.
El objetivo de las universidades debe ser garantizar que los estudiantes no solo memoricen, sino que sean capaces de utilizar ese conocimiento de manera crítica. Por eso, debemos enfocarnos en el proceso de transformación del alumno, no en la simple transmisión de contenidos.
Con las herramientas de inteligencia artificial (IA), es más fácil producir contenido, pero eso no cambia lo que es realmente necesario: la capacidad de aplicar el conocimiento de manera crítica.
Revista 360: Hablando de la inteligencia artificial, ¿cómo deben las universidades integrar esta tecnología en la educación del futuro? ¿Cuáles son los riesgos asociados?
Ferran Calatayud: La incorporación de la IA en las universidades es un tema complejo, pero hay tres ejes clave que debemos considerar. El primero es la legislación. Como cualquier nueva tecnología, la IA necesita una legislación sólida y ágil. Lo que creemos hoy que debe regularse, probablemente necesitará ajustes en seis meses debido al ritmo acelerado con que avanza la tecnología. El segundo aspecto es el de los derechos de autor.
La IA puede generar contenido, y eso plantea dudas sobre quién es el propietario de ese contenido y cómo debemos referenciarlo. Por ejemplo, las normas de citación como las de APA han sido fundamentales para que podamos identificar las fuentes de información de manera clara. Pero en el caso de la IA, aún no hemos creado una normativa adecuada para el ámbito educativo.
El tercer eje es la percepción social de la IA. La gente tiende a temer a la IA porque, en muchos casos, refleja nuestras propias inquietudes y defectos como sociedad. Si la IA está utilizando información generada por los humanos, puede replicar nuestras malas prácticas o prejuicios.
Revista 360: Usted habla del concepto «powerskills». ¿Cuáles son esas habilidades que cualquier profesional, sin importar su área de conocimiento, debería desarrollar?
Ferran Calatayud: En BIU hemos identificado varias áreas de habilidades blandas esenciales, como el pensamiento crítico, la inteligencia emocional, la gestión del tiempo, el trabajo en equipo y el liderazgo. Sin embargo, dos habilidades habilitadoras destacan: la escucha activa y la gestión del tiempo.
La escucha activa nos permite comprender realmente lo que se nos dice, y no solo escuchar, sino hacerlo con la intención de entender profundamente. Por otro lado, la gestión del tiempo es clave para ser eficiente. Personalmente, he aprendido a gestionarlo mejor a lo largo de mi carrera. Por ejemplo, la matriz de Eisenhower me ha ayudado a distinguir entre lo urgente y lo importante.
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