La infraestructura de Bogotá atraviesa una crisis, en gran parte en el sector movilidad debido a las intensas lluvias de la última semana. El colapso vial en Bogotá Tras el desbordamiento del humedal Torca, el corredor de la Autopista Norte quedó bloqueado, generando un caos que afectó tanto el acceso como la salida de la ciudad por el norte.
La tormenta del 6 de noviembre causó que miles de personas quedaran atrapadas en sus vehículos, mientras las autoridades gestionan esfuerzos de emergencia para restablecer el flujo vehicular en un corredor esencial para la capital.
El impacto no se limitó a la Autopista Norte. En la Calle 80, el área sobre el puente Guaduas y partes de la zona de Siberia se inundaron, lo que provocó atascos en los principales accesos del occidente de Bogotá. Por su parte, la Carrera Séptima también fue afectada, intensificando el colapso de la movilidad en el norte. Según el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger), en tan solo un día se registraron 26 emergencias por inundaciones en las localidades de Suba y Usaquén.
Guillermo Escobar Castro, director general del Idiger, explicó que las lluvias de los últimos días han sido extraordinarias, alcanzando niveles de hasta 100 milímetros en cuatro horas en sectores del norte de la ciudad, una precipitación acompañada de tormentas eléctricas que dificultaron las labores de evacuación de aguas. Esta situación plantea la necesidad urgente de revisar las capacidades de drenaje urbano y de adaptar la infraestructura vial para hacer frente a eventos meteorológicos extremos, que probablemente serán más frecuentes debido al cambio climático.
Frente a la gravedad de la situación, Daniel Páez, doctor en ingeniería y consultor del Banco Mundial, destacó la importancia de incorporar estrategias de infraestructura verde para fortalecer la resiliencia de la red vial. Estas soluciones incluyen la implementación de jardines de lluvia, pavimentos permeables y la creación de zonas de amortiguación que puedan absorber el exceso de agua en eventos de lluvias intensas. “Es crucial respetar el entorno natural y permitir que el terreno tenga capacidad de infiltración. En zonas como el humedal Torca, que se ha visto comprometido por la infraestructura vial, se deben considerar estrategias que faciliten el flujo natural del agua y reduzcan el riesgo de inundación”, afirmó Páez.
Colapso vial en Bogotá: Inundaciones afectan accesos principales debido a lluvias intensas
Miguel Uribe, quien ha impulsado proyectos de infraestructura vial sostenible, considera que es urgente elevar la Autopista Norte para mejorar la movilidad y evitar futuros bloqueos por inundaciones. Uribe mencionó la necesidad de mantener la conectividad entre humedales como Torca y Guaymaral, ya que estas áreas funcionan como amortiguadores naturales que ayudan a mitigar las lluvias intensas. “La Autopista Norte, construida sobre un humedal, ha restringido este ecosistema, lo que agrava las inundaciones durante las temporadas de lluvias”, señaló Uribe.
Dario Hidalgo, experto en transporte de la Universidad Javeriana, explicó que el sistema de drenaje actual de Bogotá fue diseñado bajo condiciones climáticas menos extremas y que la urbanización sin control ha reducido las áreas de percolación natural. Esto ha derivado en una menor capacidad del suelo para absorber agua, lo que sobrecarga los canales y sistemas de alcantarillado. Hidalgo añadió que la falta de mantenimiento de alcantarillas, muchas de las cuales están taponadas por basura, agrava aún más la situación. “Bogotá enfrenta una situación compleja de movilidad y drenaje. Es indispensable avanzar en la ampliación y mejora de los sistemas de drenaje y realizar obras que cumplan con los estándares de sostenibilidad y adaptación al cambio climático”, puntualizó Hidalgo.
¿Qué debe hacer Bogotá ante esta crisis?
A pesar de las evidencias de colapso y el consenso sobre la necesidad de modernizar la infraestructura vial, varios proyectos se han retrasado por trámites administrativos y diferencias políticas. La Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) aún no ha emitido una licencia para el proyecto de accesos norte, retraso que ha sido un obstáculo en el avance de obras esenciales para la ciudad. Ante esta situación, los expertos insisten en la urgencia de agilizar los trámites y coordinar esfuerzos entre la alcaldía, la gobernación y el gobierno nacional para asegurar que Bogotá pueda enfrentar estos desafíos climáticos y de infraestructura con prontitud.