La inminencia de un apagón

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Por: Amylcar Acosta

Según lo denunció el cronista deportivo Iván Mejía, esta semana se jugó un partido entre el DIM y el Valledupar Fútbol Club en la capital del Cesar y en lugar de los 90 minutos reglamentarios se tomó más de 3 horas por cuenta de 4 apagones en el Estadio Armando Maestre Pavajeau, los cuales obligaron a interrumpir esas mismas veces el juego en la cancha. Hechos como estos se repiten a diario, hospitales, hoteles y restaurantes se abocados constantemente a esta contingencia de los cortes intempestivos, amén de las fluctuaciones de voltaje que estropean y dañan los equipos y electrodomésticos.

Lo más grave, además de la recurrencia, de esta anomalía es que la tendencia es a su agravamiento. Según Encuesta reciente sobre Calidad de vida del Programa Barranquilla cómo vamos, la satisfacción por el servicio de electricidad prestado por ELECTRICARIBE descendió del 77% en el 2009 al 40% (¡!) en el 2015. El promedio de horas de cortes de energía en los hogares en la región Caribe se elevó a las 90 horas/año (¡!), doblando el promedio nacional que ronda las 45.5 horas/año. Esto es una barbaridad!

Recién elegidos los gobernadores del Caribe se dieron cita el 17 de noviembre pasado en Barranquilla para exhortar al propio Presidente de la República Juan Manuel Santos para que se le buscara una solución urgente. En efecto, el Presidente Santos atendió sus súplicas y presidió una Cumbre energética el 14 de enero en Barranquilla y de allí salieron varias decisiones, que sólo han sido cumplidas a medias. Es como si estuviéramos en la época de la Colonia, cuando las leyes de Indias que promulgaba la Corona se obedecían pero no se cumplían.

Ahora bien, el Gobierno Nacional procedió a abrir las convocatorias y a adjudicar los proyectos correspondientes a subestaciones, compensadores, transformadores y redes del STN y del STR del Plan5Caribe. Es decir la Nación ha venido cumpliendo con lo suyo. No así ELECTRICARIBE, que tiene la responsabilidad de hacer las inversiones correspondientes a las redes del STL. Nos veremos, entonces, enfrentados a una situación muy delicada: se podrán concluir las obras ya contratadas a través de la UPME, pero no se podrá lograr el cometido de mejorar la calidad de la prestación del servicio por el “corto circuito” que significa no disponer de las redes a las cuales se conectan los usuarios finales.

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Pero la situación ha pasado de castaño a obscuro porque ELECTRICARIBE no sólo no ejecuta los proyectos a los que está obligada, alegando que no cuenta con los recursos para hacerlo, sino que tampoco es capaz de ejecutar los recursos provenientes del fondo PRONE, para la normalización de redes, que le transfiere el Ministerio de Minas y Energía. Lo delata la Contraloría General de la República al hacer público su hallazgo de un presunto detrimento patrimonial del orden de los $65.733 millones, girados para la normalización de redes por parte del Ministerio pero no invertidos. Con ello se demuestra que la incapacidad de ELECTRICARIBE para ejecutar los proyectos no es sólo atribuible al problema de “flujo de caja” que alega.

Lo peor está por venir y si no nos avispamos los 7 departamentos de la región Caribe a los cuales sirve están ante el riesgo inminente de un apagón general. Y no es para menos, la deuda de ELECTRICARIBE con los bancos se aproxima a los $2 billones y el vencimiento de la misma se concentra, en más de un 70%, en los años 2016 y 2017. Y, según ha trascendido, ELECTRICARIBE puede estar en el próximo mes de agosto ante la imposibilidad de servir su deuda y ante el impago de la misma esta podría bloquear los créditos a la empresa y esta a su vez se quedaría sin con qué pagar la factura de la energía que compra. Si se llega a materializarse este evento, inmediatamente XM, que es el operador del Sistema, procedería a ordenar la limitación de suministro y los generadores, que son sus acreedores podrían hacer efectivas las garantías.

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A los problemas anteriores se viene a sumar un problema que a estas alturas se torna insalvable y es la pésima reputaciónde ELECTRICARIBE entre sus usuarios y entre las autoridades, lo cual ha llevado a estas a plantear como única salida uncambio de operador. Con tal fin le planteamos a los gobernadores de la región Caribe y fue acogida por parte de ellos la propuesta para estructurar a través de una Banca de inversión un nuevo esquema de un gestor – operador de la redque hoy opera ELECTRICARIBE. Esta propuesta le fue presentada el 27 de mayo al Ministro de Minas y Energía y dos meses después sólo hemos recibido la callada por respuesta. Mientras tanto, como dice el adagio popular, el que espera se desespera y estamos hablando de 2´600.000 usuarios y más de 10 millones de estoicos residentes afectados. Y tanto va el agua al cántaro hasta que al final se rompe!

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