En un giro inesperado en la política colombiana, el expresidente Juan Manuel Santos propuso al también exmandatario Álvaro Uribe Vélez unirse para «proteger la democracia», luego del polémico decreto con el que el presidente Gustavo Petro convocó la Consulta Popular 1.0 sin aprobación previa del Congreso.
La propuesta de Santos llega tras la decisión del Gobierno Nacional de avanzar con una consulta ciudadana sin que el Legislativo se haya pronunciado formalmente sobre la solicitud.
Según la Presidencia, el silencio del Congreso fue interpretado como una negativa tácita, razón por la cual se optó por la vía del decreto presidencial, generando fuertes críticas desde distintos sectores políticos.
Juan Manuel Santos propone alianza a Uribe para frenar la Consulta Popular 1.0 de Petro
Uribe, uno de los principales opositores a la actual administración, fue categórico en su reacción. Indicando que es un golpe al Congreso, igual que lo fue el desconocimiento del resultado del plebiscito en 2016. Comparando de esta manera la situación con lo sucedido durante el proceso de refrendación del Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno de Santos y las FARC.
A pesar de las diferencias históricas que los han separado, Santos hizo un llamado a los exjefes de Estado para que se unan en un frente común en defensa del orden democrático.
La reacción de Uribe ante el llamado fue ambivalente. Aunque reiteró su oposición al Acuerdo de Paz origen de sus desacuerdos más profundos con Santos, también dejó entrever la gravedad con la que percibe el actuar del Gobierno actual. “No se puede atropellar la Constitución ni saltarse las competencias del Congreso. El Ejecutivo no puede usurpar funciones con la excusa de interpretar silencios”, puntualizó.
A este debate se sumó también el senador Humberto de la Calle, jefe negociador del Acuerdo de Paz y una de las voces más respetadas en asuntos constitucionales. De la Calle calificó el decreto de Petro como una “arremetida inconstitucional” y llamó a conformar una “unidad democrática” por encima de ideologías.
La Consulta Popular 1.0, cuyo contenido aún no ha sido completamente detallado por el Ejecutivo, se perfila como un mecanismo para validar la agenda de reformas sociales que ha impulsado Petro, en medio de la resistencia que ha enfrentado en el Congreso.
No obstante, juristas y sectores académicos advierten que convocar este tipo de consultas sin aval del Legislativo podría abrir un precedente peligroso para el equilibrio de poderes.
El Consejo de Estado y la Corte Constitucional ya han recibido varias solicitudes de pronunciamiento urgente sobre la legalidad del decreto, mientras que movimientos ciudadanos y sectores de oposición convocan a movilizaciones para rechazar lo que consideran un intento del Ejecutivo de eludir los controles institucionales.
Aunque la posibilidad de una alianza entre Santos y Uribe sigue siendo incierta, el llamado del expresidente refleja el momento crítico que atraviesa la institucionalidad colombiana. La eventual unión entre dos figuras históricamente enfrentadas podría redefinir el mapa político nacional, en un contexto en el que la defensa del sistema democrático parece superar las viejas rencillas del pasado.
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