Es importante aclarar que no se trata de que todos los gremios tengan un patrón de conducta que los lleve solamente a velar por los intereses de sus afiliados. Sin duda, es el primer interés que van a tener, ya que son quienes pagan sus altos salarios, sus viáticos, sus ferias y sus equipos de trabajo. Eso es perfectamente legal.
Desde este medio de comunicación, destacamos y valoramos la inmensa labor de muchos gremios en la pedagogía, en la defensa por lo construido, en las proposiciones por construir sobre lo existente y en aportar valor a las discusiones de país. Además, realizan investigaciones y estudios, y aportan a proyectos académicos y periodísticos.
De manera que, en su inmensa mayoría, los gremios cumplen una función esencial en este país. Por eso mismo, consideramos que es muy delicado y contraproducente cuando un gremio decide buscar únicamente su beneficio personal, pretendiendo mostrarse como un defensor a ultranza de eventuales afectaciones a la sociedad por políticas no convenientes. Eso es francamente impresentable, no tiene justificación ni defensa.
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Si hay una política que va a afectar a las personas, independientemente del dinero que se tenga, ¿por qué escoger el dinero por encima del país? Si a la larga tampoco será sostenible, ¿qué ganancia hay en negociar o aplazar el lugar en la fila de la guillotina si de igual manera terminarán por cortarle la cabeza?
Tenemos que ser claros respecto a la reforma pensional, sobre la cual mucho se ha hablado y escrito, por medio de columnas, trinos, acusaciones y peleas. Pero el país no ha conocido con franqueza la verdad sobre lo que ocurrió en el Congreso.
Es llamativa la demora en la respuesta de Asofondos y más llamativas aún esas proposiciones que se presentaron, se copiaron y pegaron para ser aprobadas en el Congreso. Lo único que queda claro es que, por dinero, se permitió que una reforma pensional, que se atacó durante más de un año, tuviera luz verde por parte de un gremio, más exactamente Asofondos.
Nosotros, como medio de comunicación, esperamos que Asofondos pueda aportar pruebas y desmentir, si así lo desea, a quienes los han expuesto con esas jugadas.
Por último, ojalá que este sea un llamado de atención para todos los gremios que consideren que la ciudadanía, sus intereses, su cuidado personal, su bienestar, su tranquilidad y su futuro se pueden feriar por una bonificación pasajera o por un aumento en una comisión de un sistema que tenderá a destruirse con el paso de los años.