La llave que tiene Rodolfo Hernández para inclinar la balanza

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El exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, ha logrado -y siendo todo un fenómeno posicionarse- que no solo en todas las encuestas hechas, sino en redes sociales y en general ante la opinión pública y medios de comunicación, pasar a ser una ficha determinante en estas elecciones tan reñidas


En cada elección los colombianos podrían encontrar diversidad de candidatos, más allá incluso de los que solamente presentan los medios de comunicación nacionales: unos con intereses muy particulares y que claramente riñen en lo ilegal, y otros porque deben ahorrar tiempo al aire, esfuerzos, recursos; y se ciñen netamente a algunas mediciones que ellos mandan a hacerlas públicas. Y con eso argumentan su limitada invitación a ciertos candidatos. 

Y aunque será ese otro punto de análisis, lo que nos invita en este caso, es a analizar con detalle y profundidad el fenómeno de Rodolfo Hernández y la importancia que ha tomado esa relevancia que hoy le acompaña; que tanto sus compañeros, e incluso sus competidores como tal reconocen, que lo está llevando en convertirse en “la niña bonita con la que todos quieren bailar”. 

Hay quizás algunas diferencias al parecer irreconciliables con pre-candidatos como Federico Gutiérrez, pero hay otras cercanías que se han adelantado sobre todo en las últimas semanas con distintas personas, como Oscar Iván Zuluaga, y como otros dos precandidatos de la coalición Equipo Colombia. ¿Por qué? porque Rodolfo Hernández cuando va a entrar a la ecuación, muchos creyeron que iba a ser un ejercicio similar al de Luis Pérez, o el de Dilian Francisca Toro; que solamente iban a estar unos meses y luego se retirarían porque estaban buscando alguna otra posición: en sus regiones o en el gobierno nacional, pero no como presidentes. 

Pero en el caso de Hernández, el exalcalde logró con eficacia, con hechos y contundencia, posicionarse en la narrativa diaria de los Colombianos que hablan de elecciones en la agenda de los medios, y empezar a marcar en las encuestas; ¿Por qué? porque Hernández interpreta una parte del sentimiento de los colombianos del común: el que está en la esquina, en su finca, el que está en una charla en la tienda, el que ha tenido quizás una oportunidades muy limitadas de acceso al trabajo, a la formación superior, o a posiciones laborales encumbradas que comulgan con lo que Rodolfo Hernández piensa y esboza sobre alguna clase política, alguna clase empresarial; sobre unas mafias que realmente existen en el país. Y Hernández recoge el sentimiento.

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Esa respuesta que millones de colombianos buscan cuando perciben que hay un régimen establecido que va en detrimento de su crecimiento personal, porque es un régimen que tiene secuestradas las oportunidades, los ascensos, las remuneraciones, los privilegios; y que la corrupción le quita al país -fuera de miles de millones de pesos al año- miles de decenas de oportunidades al ciudadano, al país le quita progreso, lo reduce, lo vuelve absolutamente insignificante en el concierto internacional, y solo termina beneficiando los intereses como tal de unas pocas personas: de esos políticos, de esos empresarios. 

Y si bien toda esta parte del escenario que narramos podría tener mucha coincidencia con Gustavo Petro -y está grabado-, Rodolfo Hernández en algún momento dijo que podía trabajar con Petro, que lo apoyaría; esa posición ha ido teniendo unos matices en los últimos meses y se ha distanciado inteligentemente y métricamente de Petro. ¿Por qué? porque Hernández dentro de todo podría ser para muchos colombianos una opción muy viable por la cual votarían, y que recoge ciertas cosas que comparte de Gustavo Petro y que los colombianos pueden pesar; pero que Hernández no es una amenaza para la economía, no es una amenaza para la estabilidad jurídica del país, el sistema pensional, etc.

Quizás esos colombianos que apoyan hoy a Hernández creen -como también creen muchos que votarán por Gustavo Petro-, que el país necesita un cambio de raíz, una real reestructuración, y necesita una guerra sin cuartel contra la corrupción; pero una guerra un poco más inteligente, menos sentimentalista, sesgada e irracional que la de Petro.

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Porque la guerra la puede hacer de dos maneras:

Si podríamos hacer -con todo respeto- una analogía con una quimioterapia, sería un ejemplo muy valioso, hay quimioterapias de quimioterapias, y miles de pacientes han salido victoriosos de ella; pero una sería una quimioterapia que primero te liquide todo el cuerpo para poder curarte el cáncer, y otra una quimioterapia moderna que poco a poco va erradicando el mal del cuerpo que va acabando esas células malignas, y el cuerpo también se va recuperando -sin necesidad de primero matar a la persona, y pues ya no habrá nada qué recuperar-

Rodolfo Hernandez 1
Lema de campaña de Rodolfo Hernández

De manera que ahora Hernández tiene en su mano el poder de inclinar una balanza importante de votos, de opinión pública ante cualquier candidato en cualquier momento: en una consulta de marzo, en la primera vuelta, y claramente en segunda vuelta. ¿Cuántos votos puede poner Hernández? nadie sabe, absolutamente nadie sabe, pero como será una elección tan reñida, una elección tan competida, y como Hernández tiene hoy capitalizado uno de los principales focos de interés de los colombianos: la lucha contra la corrupción, el descontento, la indignación, la rabia y la inconformidad.

Donde Hernández ponga el dedo, se tome la foto, o ponga la mirada, haga el guiño; Hernández puede causar que sea determinante, y esa persona termina convirtiéndose en el próximo presidente de los colombianos.

Los candidatos de centro-derecha hoy son los que están más cerca a Hernández, los de Centro Esperanza están muy alejados; y aunque Petro ha tratado de convencerlo, no ha tenido éxito. Un fenómeno el del exalcalde Hernández, que será absolutamente preponderante en estas elecciones y que el país deberá observarlo con detalle. 

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