Las compañías más valiosas en Estados Unidos cada año desde 1995

American Business History Center, muestra cómo General Electric, Microsoft, ExxonMobil y Apple se han alternado ese primer lugar.

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Durante las últimas tres décadas, el título de “empresa más valiosa de Estados Unidos” ha pasado de un conglomerado industrial con orígenes en la era de Edison a gigantes tecnológicos que hoy superan los tres billones de dólares.

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La siguiente infografía, elaborada con datos del American Business History Center, muestra cómo General Electric, Microsoft, ExxonMobil y Apple se han alternado ese primer lugar entre 1995 y 2025, reflejando los grandes ciclos económicos de la manufactura pesada, el software, la energía y la computación móvil – e, incluso, anticipando la explosión de la inteligencia artificial.

Este recorrido explica no solo la evolución de Wall Street, sino también los cambios de fondo en la economía de EE. UU., donde la escala digital y la propiedad intelectual desplazan al acero y al petróleo como principales motores de valor.

Del conglomerado industrial a la nube: líneas de tendencia

Compañías más valiosas en Estados Unidos los últimos años

En 1995 General Electric (GE) encabezaba el ranking con una capitalización cercana a 92.000 millones de dólares, cifra que sintetizaba el poder de sus negocios de energía, aviación y servicios financieros.

Microsoft irrumpió a finales de la década gracias a Windows 98 y a su suite Office; en 1999 alcanzó 492.000 millones de dólares y destronó por primera vez a GE, todo ello en pleno auge de las “puntocom”.

La escena cambió de nuevo en 2005, cuando el barril de crudo superó los 60 dólares y ExxonMobil pasó a liderar con 393 000 millones, reflejando un “superciclo” de materias primas.

Desde 2011 el protagonismo es de Apple, cuyo ecosistema de iPhone, servicios y chips propios le permitió superar la barrera del billón de dólares en 2018 y llegar a 3,3 billones en el primer trimestre de 2025.

General Electric y la edad de oro de los conglomerados (1995-1998)

El liderazgo inicial de GE simbolizaba la potencia del modelo diversificado que Jack Welch consolidó en los años noventa. Con filiales que iban desde turbinas a medios de comunicación, la firma podía absorber shocks sectoriales y mantener un flujo constante de beneficios, algo que el mercado premiaba con múltiplos elevados.

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Sin embargo, esa misma complejidad amplificó los riesgos cuando la división financiera GE Capital se vio atrapada por la crisis de 2008; la acción, que rozaba los 40 dólares en 2007, llegó a desplomarse a un solo dígito un año después.

Hoy, tras una escisión que separó salud, energía y aviación, GE vale poco más de 260 000 millones y apuesta por convertirse en un “pure player” aeroespacial para recuperar la confianza de los inversores.

Su trayectoria enseña que la escala sin foco puede volverse un lastre cuando cambian las expectativas del mercado.

Las compañías más valiosas de Estados Unidos

Microsoft y la revolución del software (1999-2004)

El ascenso de Microsoft coincidió con la digitalización masiva de la oficina y el hogar. Windows y Office generaban márgenes superiores al 30 %, mientras Internet Explorer dominaba casi por completo la navegación web.

Aunque el estallido de la burbuja “dot-com” redujo su capitalización, la empresa mantuvo el trono hasta 2004 gracias a un modelo de licencias recurrentes que apenas requería inversión incremental.

Bajo Satya Nadella, la estrategia se desplazó a la nube y la inteligencia artificial; Azure crece a doble dígito y la inversión en OpenAI impulsa nuevos servicios cognitivos, elevando la valoración hasta 3,7 billones en junio de 2025.

El hito de un billón de dólares en 2019 confirmó que el software como suscripción y los servicios cloud ofrecen el apalancamiento operativo que el hardware no puede igualar.

ExxonMobil y el superciclo del crudo (2005-2010)

La conquista de ExxonMobil se explica por el contexto geopolítico y la voracidad energética de China: el precio del petróleo llegó a rozar los 147 dólares en 2008, impulsando un flujo de caja sin precedentes.

En 2007, la petrolera registró el mayor beneficio anual de la historia corporativa – 40 600 millones de dólares – y consolidó su reinado bursátil por encima de las tecnológicas.

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No obstante, la demanda se moderó tras la crisis financiera y la presión ESG comenzó a descontar el riesgo de activos varados; para 2025 la capitalización ronda los 470.000 millones, muy por debajo de los múltiplos que obtienen firmas líderes en energías limpias o semiconductores.

El caso Exxon evidencia que los negocios intensivos en carbono tienden a cotizar con descuento a medida que los inversores internalizan el costo de la transición energética.

Apple, reina de la economía digital (2011-2025)

La salida del iPhone 4 S, la irrupción de la App Store y el rediseño de la cadena de suministro colocaron a Apple en 2011 como la empresa más valiosa, desplazando a ExxonMobil.

Desde entonces, su fórmula combina integración vertical de hardware y software, servicios de alto margen – Music, Pay, TV+ – y recompra masiva de acciones, factores que multiplicaron por diez el precio del título en una década.

El logro de los 3 billones de dólares, alcanzado y sostenido entre 2023 y 2025, consolidó a Apple como sinónimo de resiliencia incluso en entornos de altas tasas e inflación.

Su próximo hito podría ser la realidad mixta con Vision Pro o los avances en chips M-series, apuestas que le permitirían rozar los 4 billones y mantener el liderazgo frente a un Nvidia que pisa los talones con la fiebre de la IA.

Las compañías más valiosas en Estados Unidos cada año desde 1995

El recorrido de las compañías más valiosas en Estados Unidos confirma que el liderazgo bursátil es dinámico y se alinea con tres vectores: la tecnología que define cada época, la amplitud de márgenes frente a la competencia y la narrativa que convence al mercado de futuros flujos de caja.

Para inversionistas y analistas, entender estos giros no es solo cuestión de historia: es la brújula que orienta dónde y cómo se creará valor en la próxima década.

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