Las motos: factor de inmovilidad e inseguridad

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Las cifras son escandalosas, el número de accidentes ocasionados por culpa de las motocicletas cada día va en aumento, no sólo siendo un gran perjuicio en temas de vida, sino también, en la movilidad de las ciudades. Gran porcentaje de los trancones que hoy vive Medellín, Cali y Bogotá, son gracias a los accidentes que generan colapsos viales donde casi siempre está involucrada una moto. A nivel nacional,  según la Policía de Tránsito y Transporte  en el 57% de los accidentes de tránsito en Colombia involucran a un motociclista, el 47% de los muertos que aportan estos accidentes viajan en moto y también son responsables del 55% de los lesionados.

En materia de seguridad el panorama es más desolador, medidas como la restricción del parrillero adoptadas en Medellín durante tres años, demuestran que si bien la medida fue eficiente en su momento, se convirtió en algo permanente que clara y lógicamente no podía suceder. El rechazo de las personas al desmonte de esta medida luego de una decisión del tribunal de Antioquia es total, el constante temor de ser víctima de un atraco desde una moto es latente.

Se volvió normal ver circular motocicletas con placas alteradas, tapadas o  borradas, elementos claves en el accionar de grupos delincuenciales que usan las motocicletas para cobrar extorsión, robar y asesinar.
Hay que dar por sentado algo, no todos los motociclistas tienen nexos con la ilegalidad o son imprudentes para manejar, pero la situación de ha vuelto insostenible en esta época.

Varios líderes de opinión, gremios e importantes sectores han manifestado la necesidad de que el gobierno regule la venta de motos, además de empezar a cobrar peaje en tres categorías a todas las personas que usan una moto para desplazarse por las carreteras de Colombia, pues el argumento de que no “desgastan” la vía, como lo hacen los vehículos y camiones, ya se cayó por cuenta de la cantidad de accidentes que hoy se presentan en las vías de Colombia que solo han traídocaos.

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La realidad es que mientras las alcaldías intentan resolver con “medidas invisibles” como el pico y placa, el día sin carro o las foto multas, que no han sido más que “paños de agua fría” que no regulan ni contrarrestan la situación, el problema sigue latente y empeorando; hasta que punto tendremos que llegar en Colombia para que las autoridades entiendan  y accedan a la aplicación de una medida definitiva como la regulación de la venta de estos vehículos de transporte. Las motocicletas invaden el país, las cifras hablan por sí solas: en Colombia hay 4 millones 600 mil carros y  4.750.000 motocicletas, lo que indica que, hay más de una moto por cada carro en el país.

No estamos lejos de llegar a los niveles de la India en materia de motocicletas por persona, y es claro que la culpa es de la falta de verdaderos sistemas de transporte público en las ciudades del país, ante esto no le ha quedado más recurso a muchas personas que comprar una moto, que hoy se consigue con la copia de la cédula, una referencia y en algunos casos con una cuota de $50.000.

A  todo esto se le suma el peso en materia económica que representa para el país y las aseguradoras que dicen que la mayoría de los pagos por SOAT se destinan a atender conductores o pasajeros de motocicletas. A pesar de las advertencias de las compañías de seguros frente al peligro que representa movilizarse en moto,  sólo el 44% de los vehículos con SOAT en Colombia, son motos.
Algo similar le ocurre al sistema de salud para quienes representa un alto costo la atención a los motociclistas que no mueren y que sean $22.740 millones al año.

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La irresponsabilidad de los motociclistas y flexibilidad por parte de las autoridades y compañías que, prácticamente, regalan los pases de conducción sin ningún reparo a motociclistas que más adelante serán los causantes de accidentes graves en las calles agrava la situación.
El problema es que no existe una concordancia entre el actuar de las autoridades y la ley. De las imprudencias no escapa ni la Policía, que han sido arrollados o protagonizan accidentes y  que en cuanto a las normas como el número de la placa en el casco deberían dar ejemplo.

Mientras se sigan vendiendo motocicletas como arroz, mientras no haya una regulación estricta en la entrega de permisos de conducción y mientras los ciudadanos no tomen en serio la responsabilidad de transitar de manera segura en las calles por el bien particular y general, esperaremos ver pronto a las grandes ciudades del país absurdamente colapsadas por  falta de la implementación de un par de soluciones que pudieron implementarse en le camino, pero no se hacen por negligencia o mediocridad.

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