Como mujer, no me siento identificada con las formas y las ideas de los grupos feministas radicales, siento que finalmente lo que transmiten con lo que hacen es que las mujeres somos víctimas a las que se nos debe “salvar”.
“No sabes lo que es el miedo…sino te tocó nacer mujer”, “quiero vivir, no sobrevivir”, “me ves con ojos de violador”, “y si veo a tu mamá yo le pregunto por ti con miedo a que me responda que no sabe de ti”. Estos eran los mensajes de las mujeres, en su mayoría muy jóvenes, que salieron a marchar el pasado 8 de marzo… ¿Por qué este tipo de grupos feministas le están metiendo en la cabeza a las mujeres que son víctimas y que deben vivir con miedo? Eso no es empoderamiento.
El empoderamiento y el éxito de lo que en el pasado hicieron otras mujeres, es que hoy podamos ocupar espacios que antes eran impensables para una mujer. Hoy podemos ejercer cualquier tipo de profesión; podemos ocupar cargos importantes en la academia, en el sector público y privado; ser esposas y madres dedicándonos a nuestro hogar así seamos profesionales, etc… en Colombia no podemos quejarnos por esto.
Entonces, ¿cuales son las quejas actuales en el mundo occidental? Por lo que podemos ver en las marchas, el enfoque es el miedo. Hablan de asesinatos y violaciones, sin embargo, el homicidio y la agresión sexual es condenable venga de donde venga, el género no debería ser un determinante.
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Se equivocan las feministas que transitan el camino de la victimización como método de lucha, las mujeres no nacemos víctimas. Se equivocan también las que salen a destruir el espacio público del que todos nos beneficiamos a diario, la violencia no es justificable. Se equivocan también las que se dejan instrumentalizar por ideologías políticas que terminan desechando a las mujeres, la política es una herramienta para seguir ganándonos espacios con trabajo y argumentos, no con violencia y radicalismos.
Sin lugar a dudas, la lucha de las mujeres que en el pasado trabajaron duro para que podamos estudiar, trabajar, votar, etc, es algo que siempre tendremos que agradecer, sin embargo, lo que vemos en las feministas radicales de hoy, es algo que desdibuja completamente la base de lo que algún día fue esa lucha por la equidad. Sí, equidad, porque iguales no somos y esas diferencias entre hombres y mujeres finalmente nos complementan unos a otros.
Feministas radicales, no hablen en nombre de todas las mujeres.