La capital noruega amaneció este lunes bajo la atención de América Latina. En el Grand Hotel, sede tradicional del Premio Nobel de Paz, María Corina Machado, la dirigente opositora venezolana que desafió durante años al régimen de Nicolás Maduro, se prepara para recibir uno de los reconocimientos internacionales más prestigiosos. Hasta allí llegó el expresidente colombiano Iván Duque, decidido a acompañarla en un momento que considera histórico.
“Estamos muy contentos de estar en Oslo acompañando a una heroína de la libertad y la democracia”, afirmó Duque en diálogo con el medio venezolano La Gran Aldea. Para el exmandatario, la presencia de Machado en el escenario del Nobel es la consagración de una lucha “contra todas las adversidades” y un mensaje que trasciende a Venezuela.
Duque insistió en que el galardón no debe verse solo como un homenaje simbólico. Según él, la ceremonia abre una nueva oportunidad para amplificar la voz de la oposición venezolana ante la comunidad internacional. “Ojalá este reconocimiento sirva para acercarnos al final de la narcodictadura de Nicolás Maduro”, aseguró.
Panorama general: La posible vuelta de Machado a Venezuela después del Nobel fue otro de los puntos destacados por Duque, quien la calificó como un acto “histórico”. La líder opositora fue inhabilitada para las elecciones de 2024 pese a haberse consolidado como la figura más fuerte de la oposición. Hoy, desde Noruega, su nombre vuelve a ocupar el centro de la discusión regional.
“Todos los defensores de la democracia vamos a trabajar para que pueda regresar sana y salva al lugar que le corresponde, junto a su pueblo”, enfatizó el expresidente.
Sin embargo, Duque no limitó su intervención al respaldo. También aprovechó la ocasión para volver a cuestionar la postura del presidente Gustavo Petro frente al gobierno de Maduro. Sus declaraciones, contundentes, sacaron a relucir una vez más la distancia política entre ambos exmandatarios.
“Petro siempre ha sido connivente y cómplice con la narcodictadura. No sorprende”, aseguró. Añadió que el jefe de Estado colombiano ha mostrado actitudes similares frente a otros gobiernos autoritarios de la región. Y fue más allá al referirse a la reciente retórica de Petro hacia Estados Unidos: “Llena su discurso de rabia contra los Estados Unidos, algo coherente con su línea histórica, pero ahora lo hace con oportunismo”.
Según Duque, ese discurso funcionaría como un mecanismo para justificar su cercanía diplomática con Caracas: “Se excusa en el antiimperialismo para proteger a Maduro”.
Las reacciones en Colombia no se limitaron a Duque. El expresidente Álvaro Uribe Vélez también se pronunció tras conocerse la premiación. En un video difundido en redes sociales, el líder del Centro Democrático calificó el Nobel como un reconocimiento que trasciende a la propia Machado.
“El Nobel de Paz a María Corina Machado tiene un significado muy superior”, afirmó. Para Uribe, el premio simboliza la resistencia de millones de personas en Venezuela y, en general, de quienes defienden la democracia en América Latina. “Vemos en ese premio un homenaje mundial a una luchadora por la libertad, a una heroína”.
El expresidente, además, le dedicó unas palabras cargadas de cercanía: “María Corina, te admiramos, te apreciamos, te necesitamos”. Un mensaje que resonó con fuerza en sectores opositores venezolanos.
Premio Nobel de Paz a María Corina Machado: apoyo de Duque y reacciones en Colombia
Por qué es importante: La trayectoria reciente de Machado ha estado marcada por obstáculos políticos. Tras ser inhabilitada por el Tribunal Supremo de Justicia venezolano, no pudo enfrentarse a Maduro en las elecciones de 2024, unos comicios señalados por la comunidad internacional por irregularidades y falta de garantías. Aun así, el comité del Nobel destacó su papel al frente de un movimiento democrático que sigue vivo pese a la represión.
Tras recibir la noticia, Machado expresó humildad y cautela, ante el reconocimiento. En una llamada con Kristian Berg Harpviken, secretario del Comité Noruego del Nobel, subrayó que el premio es fruto de la resistencia colectiva de los venezolanos: “Yo soy solo una persona. Este es un logro de toda una sociedad. Este reconocimiento nos impulsa a concluir nuestra tarea: conquistar la libertad”.
Mientras tanto, en Oslo, Duque insiste en que viajar hasta Noruega tenía un propósito claro: acompañar a quien define como “una heroína de la libertad”, y reafirmar que la batalla por el retorno de la democracia en Venezuela no ha terminado.
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