No se trata del esfuerzo individual, de un gobernante, de un juez o un policía, esto abarca a todo el estamento público colombiano; que ha sido incapaz en los últimos 15 años de enfrentar este problema y dar soluciones drásticas, de fondo y rigurosas, los ciudadanos son los que pierden vidas y pertenencias.
Editorial
La inseguridad en las ciudades de Colombia no es un hecho nuevo, hemos tenido cientos de oleadas que han azotado a los ciudadanos que se desplazan de su casa al trabajo, del trabajo a una reunión o que salen simplemente a tomar o comer algo y lastimosamente en muchas de esas ocasiones, esos colombianos han perdido la vida por cuenta de delincuentes que no tienen ningún inconveniente en pegarle un tiro o una puñalada a la persona a la que acaban de robar y no contentos con eso quien no tiene nada para que le roben, también lo matan, simplemente por ser muy pobre.
Ese es el cálculo promedio de los delincuentes en Colombia, salen, roban, no les va a pasar nada si los capturan, no les va a pasar nada si no los capturan, porque siempre sus delitos van a ser considerados de cuantía menor, un esperpento creado en los últimos años en Colombia, en donde se subestima ese bien que fue hurtado criminalmente y que no pone en consideración el riesgo al que estuvo expuesta la persona durante ese atraco.
Y es que el peor problema de todos tiene que ver con el círculo vicioso que corroe cada uno de los niveles de seguridad, justicia y de los cuarteles de la policía y la tranquilidad de los ciudadanos, no solo es en Bogotá en donde hacen un robo a plena luz del día durante media hora en dos lugares distintos los mismos delincuentes, se salen con la suya y luego de cinco días no los han podido encontrar y la pregunta es ¿en dónde está el dinero que se invierte en seguridad, en las cámaras de vigilancia, en la misma policía? ¿Cuáles son los modelos de prevención que usan las ciudades?
Medellín relativamente ha tenido hasta hace poco unos indicadores considerablemente positivos, en fleteo; a pesar de unos hechos de las últimas semanas que influyen mucho en la percepción de inseguridad de las personas; pero en lugares como Cali y como Barranquilla la ola delincuencial luego de la pandemia, ha sido intensa, sin descanso y mortificando la vida de los ciudadanos.
Pero cuál es la solución a esto, porque está comprobado que no va de izquierda, de Centro derecha que el presidente sea Santos, Petro o Duque sino que; cuando la justicia, primero es condescendiente, coopera, así suene duro, muchísimas veces con los delincuentes, al dejarlos en libertad, luego de que han cometido un crimen por cualquiera de las decenas de excusas que tienen, porque es excarcelable, porque no ocupó en la cárcel, porque es primera vez porque lo capturaron mal, porque no lo saludaron cuando lo capturaron; increíble solo pasa en este país y desde ahí, los jueces diciendo, es que esa es la justicia colombiana, nosotros aplicamos impartimos la justicia que tenemos nosotros no diseñamos la justicia, es el legislativo quien aplica sobre este tema, es donde empieza a formarse el círculo vicioso.
Ya pasamos una, un eslabón de la cadena que era el sistema judicial, luego llegamos al congreso, en donde hay unos congresistas, increíblemente, que dicen que no, que es que a la gente no hay que meterla a la cárcel por robarse un celular o por robarse una casa o un carro que eso es un delito menor y son cosas materiales que se pueden recuperar. Sí, así como lo escucha, increíblemente hay congresistas que dicen eso.
Segundo, esos mismos congresistas, a la hora de legislar, se han dejado influenciar por algunas corrientes ideológicas de abogados, de ONG, de activistas e incluso de ministro de Justicia como el actual, Néstor Osuna, que dicen que no, que la solución del hacinamiento es soltar presos, que para que construir cárceles, que el estado colombiano no puede ser un estado carcelario y que a la gente hay quedarte 4 o 5 oportunidades hasta que se den cuenta de que eso está mal, sin importar la cantidad de muertos que se echen encima. Ese es el otro gran eslabón que hace parte del círculo vicioso.
Vamos al otro eslabón, a la policía, la policía inoperante ante la falta de moral, de entusiasmo de voluntad y ante la carencia de respaldo por parte del gobierno, pues, se entiende que exponer su vida cuando se ganan un millón y medio de pesos, es un absurdo, van a capturar una persona que les puede terminar pegando un tiro esa persona, igual va a quedar libre, mata al policía o no lo mate, o robe o mata a su víctima, o no la mate, igual va a quedar libre; entonces a la policía ya no le apetece exponerse persiguiendo un robo y ese sí que es uno de los peores eslabones de este círculo vicioso.
El otro eslabón es el Gobierno Nacional, un gobierno nacional que desde hace 14 años, no entrega una sola cárcel, han sido tres los gobiernos culpables de esta situación, tampoco se espera que con Gustavo Petro, se construyan cárceles porque han sido claros, en que prefieren soltar los delincuentes que construir cáceles. Entonces no hay cárcel para tanto bandido, es mejor que los bandidos estén en las calles, según la lógica del gobierno.
Y como conclusión, está el ciudadano como víctima indefensa y vulnerable de los delincuentes, no pueden portar armas legalmente para defenderse, si el ciudadano se defiende y mata al ladrón, el ciudadano termina en la cárcel 50 años, mientras si el ladrón hubiese matado al ciudadano quedaba libre, si el ciudadano hiere al ladrón termina teniendo lo que indemnizar con miles de millones de pesos por haberlo herido.
Entonces ni los ciudadanos se pueden mover, ni la policía se puede mover, la justicia está del lado de los bandidos, el Congreso está al lado de los bandidos y el gobierno está al lado de los bandidos ¿Cómo pretendemos que la seguridad Ciudadana funcione en Colombia?, es un imposible.
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