El mercado de vivienda nueva en Colombia está mostrando un 2025 con contrastes: mientras unas regiones lograron crecimientos de doble dígito, otras retrocedieron de manera significativa. Los datos revelan que los compradores están concentrando sus decisiones en unos pocos departamentos, lo que marca una tendencia clara en el sector inmobiliario.
En el primer lugar aparece Bogotá y Cundinamarca, que una vez más se consolidan como el corazón de la vivienda nueva en el país. En lo corrido del año, se han vendido 42.981 unidades, lo que representa un crecimiento del 10% frente al mismo periodo de 2024, cuando se habían comercializado 39.084. Este aumento refleja que, a pesar de las dificultades macroeconómicas, la región central mantiene su atractivo por la concentración de empleo, educación y proyectos de infraestructura.
La segunda casilla la ocupa Antioquia, con 15.696 unidades vendidas. Allí la variación fue del 31,9%, uno de los saltos más fuertes del país. Medellín y su área metropolitana siguen siendo polos de atracción de inversión en vivienda nueva, impulsados por proyectos urbanos de renovación y una demanda sólida de familias jóvenes.
El podio lo cierra Atlántico, que llegó a 10.517 viviendas vendidas y mostró un crecimiento del 28,1%. Barranquilla continúa consolidándose como un epicentro inmobiliario, en gran parte gracias al dinamismo de la construcción en el norte y la llegada de proyectos que combinan vivienda con espacios comerciales y de entretenimiento.
Más abajo, aunque con un comportamiento menos favorable, está Valle del Cauca con 8.671 ventas, una caída del 4,4% respecto al año anterior. A pesar de la disminución, sigue siendo uno de los mercados más grandes del país, respaldado por la fortaleza de Cali y municipios aledaños como Palmira o Yumbo.
El mapa completo de la vivienda nueva en 2025
El quinto puesto lo ocupa Bolívar, con 5.481 ventas, aunque en su caso el panorama no es alentador: presentó una caída del 10,4% frente a 2024. El retroceso pone de relieve que Cartagena y su zona de influencia están enfrentando una menor dinámica en la construcción de vivienda nueva, posiblemente afectada por costos y menor inversión.
En sexto lugar aparece Tolima, que sorprendió con un repunte del 14,4%, llegando a 4.777 unidades vendidas. Ibagué se posiciona como una ciudad intermedia con fuerte crecimiento en vivienda nueva, jalonada por su cercanía a Bogotá y la estabilidad en precios frente a otras regiones.
Más atrás, el séptimo lugar fue para Magdalena, con 3.869 viviendas, un aumento del 1,5%. Santa Marta mantiene su protagonismo, especialmente por la oferta de proyectos en zonas turísticas que combinan inversión inmobiliaria con oportunidades de renta.
El octavo escalón es para Santander, que reportó 3.826 ventas y un crecimiento del 9,3%. Bucaramanga y su área metropolitana siguen consolidando proyectos de vivienda nueva dirigidos a familias de clase media y profesionales jóvenes.
El noveno lugar es ocupado por Risaralda, que alcanzó 2.609 ventas aunque con una caída del 8,1%. El mercado pereirano sigue siendo relevante en la zona cafetera, pero el retroceso evidencia menor dinamismo frente a departamentos vecinos como Quindío, que creció un notable 43,4% pese a no entrar al top 10.
Finalmente, cerrando el listado, aparece Meta con 2.486 unidades vendidas. Aquí el dato es revelador: el departamento fue el que más creció en todo el país, con un 62,9% de aumento frente a 2024. Villavicencio y municipios cercanos están demostrando que la vivienda nueva en esta región está despegando como nunca antes, convirtiéndose en un foco de interés para inversionistas y compradores.
Tendencias y contrastes en la vivienda nueva
El análisis por regiones muestra que la vivienda nueva está teniendo un comportamiento desigual. Mientras Bogotá y Cundinamarca lideran en volumen, departamentos como Antioquia, Atlántico y Meta marcan la pauta en crecimiento porcentual. En contraste, zonas como Norte de Santander (-33,5%), Cesar (-32,6%) y Huila (-25,5%) enfrentan caídas preocupantes que revelan la fragilidad del mercado en regiones intermedias.
Este panorama plantea un reto: los compradores siguen apostando por grandes centros urbanos y algunas ciudades emergentes, dejando a otros departamentos con menos dinamismo. En cualquier caso, la foto de 2025 confirma que la vivienda nueva continúa siendo un termómetro clave de la economía colombiana y de la confianza de los hogares.