Lo que el mundo venía observando sobre Joe Biden en distintos eventos sociales y políticos, tanto de carácter local como internacional, se confirmó ayer. Quedó en evidencia que no se trataba de manipulaciones ni de campañas sucias.
Los comentarios que se filtraban por parte de otros presidentes y algunos líderes que tenían reuniones con Biden eran ciertos, es una persona que por momentos parece desconectarse del mundo, cambia de tema inesperadamente, y no responde adecuadamente a las preguntas que le hacen. Ha perdido la capacidad de hilar cuatro o cinco oraciones, a veces se queda dormido y, en conclusión, no genera confianza.
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Biden, un octogenario, hoy debería estar descansando en su casa después de una vida dedicada a los Estados Unidos como congresista y vicepresidente. Era una persona con una gran imagen en todas las naciones, por lo que este desgaste no era necesario y mucho menos intentar someterse a una nueva campaña presidencial.
El debate de anoche no solo lo ganó por amplia mayoría Donald Trump, según confirman incluso sus más profundos detractores. Trump ganó de manera contundente, casi 8 a 2. Si bien es cierto que fue una buena noticia para Trump, esto podría volverse en su contra. Al concluir el debate, ya se había filtrado que los demócratas estaban diciendo que esta situación no podía continuar.
Y oh, sorpresa, estaba allí en el debate el actual gobernador de California, Gavin Newsom, quien fue el más buscado por los medios al terminar el debate. Newsom es un nombre que siempre ha estado en la palestra como uno de los favoritos para reemplazar a Biden, incluso por encima de Kamala Harris. En algún momento se pensó en Michelle Obama, pero ella lo descartó tajantemente.
La crisis en el Partido Demócrata, encabezada por Barack Obama y varios industriales y políticos, incluida Nancy Pelosi, quien fue presidenta de la Cámara Baja, es evidente. Las principales cabezas del partido son enfáticas en que si van a las elecciones con Biden, así como está, perderán. No hay un escenario que les dé una victoria contra Trump. Luego del debate de ayer, y todo lo que eso puede suscitar en posteriores debates o apariciones, solo le quitará puntos a Biden. Nos atrevemos a decir que Biden será reemplazado.
El debate a tempranas horas de la elección de este año llama la atención porque en Estados Unidos, la política se maneja de manera estratégica para llegar a otros resultados. Muchos analistas consideran que esta es una jugada de algunos demócratas para exponer a Biden y tener una razón para pedirle que decline su aspiración.
Estados Unidos siempre ha apreciado a líderes mayores, presidentes de grandes compañías, bancos, aseguradoras, medios y aerolíneas. Las principales compañías están lideradas por personas de más de 65-70 años, a excepción de las nuevas empresas de Silicon Valley. Tener un presidente mayor no es extraño en Estados Unidos, pero los americanos buscan un presidente en pleno uso de sus facultades. La Convención Demócrata deberá tomar medidas.
En noviembre, es probable que el Partido Demócrata tenga otra cara en el tarjetón, y no será la de Joe Biden. Esto podría complicar las cosas para Trump ante la posible entrada del gobernador de California, un líder activo, joven, atractivo, con buena prensa y resultados cuestionables en su gestión en California. Pero hoy, lo que están buscando en Estados Unidos es derrotar a Trump, y Biden no será el candidato para lograrlo.
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